SAN JUAN, Puerto Rico (26 Febrero 2016).- La
cercanía de volver a cantar en la Isla después de 10 años, la tierra donde
nació su abuela materna, Rosario Perisnat de la Cueva, donde tantas veces fue
ovacionado por el público puertorriqueño, y a donde se ha escapado a veces sin
que nadie lo sepa, le hace una gran ilusión al cantante español Julio Iglesias.
“Creo que nadie recuerda que mi abuela nació en
Guayama y que me hicieron hijo adoptivo de ese pueblo, fui a Guayama y estuve
con el alcalde. Todavía tengo familia allá y voy a estar con ellos ahora que
llegue. Además, vivo muy cerca de Puerto Rico (en República Dominicana) a 30
millas de Mayagüez. Voy mucho allá, no a cantar, y me conozco toda la Isla, me
pueden soltar en una esquina en Ponce y llego andando a Mayagüez”, comentó a El
Nuevo Día el artista que el año pasado fue nombrado Doctor Honoris Causa por la
Universidad de Berklee.
Sin embargo, y pesé a su sangre boricua, el
intérprete no ha pensado grabar un disco con temas de autores puertorriqueños
en su totalidad.
“Oigo música de Rafael Hernández que me encanta,
pero no he grabado un disco porque ya no tengo tanto tiempo y nadie se ha
puesto a hacerlo conmigo. No paro de hacer cosas sino con muchísimo cariño.
Ahora tengo una gira que llega hasta Nueva Zelanda, a toda Australia,
Sudáfrica, Polonia, Rusia, España. Nunca pensé que a la edad que tengo (72
años) iba a seguir cantando”.
En el concierto que presentará el artista de fama
mundial en el país el 20 de marzo, interpretará parte de las canciones
incluidas en su más reciente disco “México”, cuyo sencillo en promoción es
“Fallaste corazón” y los clásicos que nunca pueden faltar.
“Es lo que cantan las mamás, las abuelas, que
escribí cuando tenía entre los 23 a los 35 años como ‘La vida sigue igual’,
‘Hey’, ‘Gwendolyne’ algunas del álbum nuevo que me fascinan, y otras en inglés
que grabé con Diana Ross y Willie Nelson”.
Confesó el cantautor que la vida se le ha ido
demasiado rápido.
“No quiero que pase el tiempo pero es inexorable.
Enrique y Julio ya son dos hombres, Chabeli toda una madraza, y mis chiquitos
ya tienen 18, 16, 14 y 8. En realidad yo hubiera querido que el tiempo se
detuviera cuando yo tenía entre los 38 y los 40 años porque en esa etapa ya
sabía lo que quería, la vida era más generosa conmigo y yo vivía agradecido, no
me dolía el hombro ni la pierna como ahora”.
Pero a pesar de que Julio ha sido un hombre que se
ejercitó toda su vida, sabe que el tiempo no perdona.
“Hoy tengo una ciática que me quedé trinco. Estaba
haciendo ejercicios y tengo piriforme (músculo en los glúteos) por la
natación”.
Sigue teniendo sexo
“Hago el amor tres veces al día”, aseguró seguido
por un silencio de nuestra parte al otro lado del auricular.
Se ríe y reacciona: “eso es parte de la leyenda.
Ahora hago el amor pero con la cabeza, con la vida todos los días desde que me
despierto y cuando respiro en las noches. Es una gran suerte ser cantante
porque el que canta respira el doble que el que habla”.
El autor de “Niña a mujer” ya no compone
“Normalmente la gente que ha escrito llega a una
edad que se detiene, a menos que sea uno de esos genios como el poeta Alberti
que escriben hasta que mueren, y yo no soy un genio”.
Julio revela que como los poetas no piensa en que un
día morirá.
Por
PATRICIA VARGAS CASIANO/Endi.com
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