CAMBIO EN LOS BILLETES DE 20 DÓLARES EN ESTADOS UNIDOS CARGADO DE SIMBOLISMO
NUEVA YORK (23 Abril 2016).- Durante su infancia en
Oklahoma, Becky Hobbs veía que los ancianos cherokee ni tocaban los billetes de
20 dólares por el desprecio que sentían hacia Andrew Jackson. Aún hoy, esta
compositora de 66 años pellizca el rostro de Jackson cada vez que se topa con
uno de esos billetes.
Para Hobbs y tantos otros descendientes de los
pueblos originales, la decisión del Departamento del Tesoro de reemplazar la
imagen de Jackson con la de Harriet Tubman en esos billetes es muy
significativa.
Jackson fue un presidente dueño de esclavos que
obligó a los cherokee y a muchas otras naciones indígenas a realizar
extenuantes marchas hacia sus tierras del sur, y será sustituido por una
abolicionista afroamericana que arriesgó su vida para liberar a otros. Algo sin
precedentes.
"Nos encanta que Andrew Jackson haya sido obligado
a irse", dijo Hobbs. "El recordatorio constante de que Andrew Jackson
fuese glorificado es algo triste y enfermizo para nuestra gente".
La decisión del gobierno de Barack Obama es algo
especial en muchos sentidos: nunca hubo una mujer en un billete y nunca hubo
nadie de raza negra y se vienen más cambios en otros billetes: Martin Luther
King y la cantante de ópera Marian Anderson figurarán en el reverso de los
billetes de cinco dólares y las sufragistas que defendían el derecho de las
mujeres a votar aparecerán en el reverso de los billetes de 10 dólares.
La presencia de Tubman en los billetes es algo que
mucha gente espera desde hace tiempo y llega en momentos en que hay intensos
debates en torno a los símbolos que los estadounidenses deciden honrar,
incluidos la bandera de la Confederación y las estatuas que están siendo
retiradas de edificios públicos en el sur del país.
"Cada vez que tomo un billete de 20 dólares me
recuerda que no podemos ignorar ni fingir que no tuvimos 400 años de
esclavitud", afirmó Amrita Myers, historiadora de la Universidad de
Indiana.
"No solo va a ser la primera figura histórica
afroamericana en las divisas de Estados Unidos, sino que es una mujer
específicamente de la era de la esclavitud", afirmó Myers. "Vivimos
en una nación a la que no le gusta reconocer su historia de opresión racial y
de género. Las mujeres negras experimentaron ambas cosas simultáneamente".
Para Suzan Shown Harjo, presidenta del Morning Star
Institute, una organización que defiende los derechos de los pueblos
originales, el cambio está cargado de simbolismo.
"Un país define lo mejor que tiene poniéndolo
en una estampilla o en el dinero", dijo Harjo, quien es descendiente de
cheyennes y muskogees. "Le dice a los demás 'esto es lo que quiero que pienses
de nosotros, esta es nuestra mejor gente'''.
A diferencia de todos sus predecesores, Jackson,
quien fue presidente de 1828 a 1836, llegó a la Casa Blanca como una figura que
hizo fortuna por sus propios medios y con un mensaje que tuvo mucho eco en un
país que afianzaba su democracia medio siglo después de declarar la
independencia, pero para los pueblos originarios, Jackson es un genocida, todo
lo contrario de una figura unificadora.
"No es para nada la imagen de Estados Unidos y
está bien que lo cambien", dijo Bill John Baker, jefe de la Nación
Cherokee.
Baker dijo que una cuarta parte de la población
cherokee murió cuando Jackson y sus fuerzas los obligaron a emprender lo que es
conocido como el Sendero de las Lágrimas. También fueron obligadas a
encaminarse hacia reservaciones en Oklahoma y otros sitios los seminoles, los
chiskasaw, los choctaw y los muscogee-creek.
Muchos estadounidenses siguen celebrando la victoria
de Jackson contra los británicos en la guerra de 1812. Acto seguido el general
Jackson orquestó una invasión de la Florida en 1818 y un año después convenció
al gobierno español de que le cediese ese territorio. En el ínterin combatió a
los pueblos originarios, aunque algunos de ellos fueron sus aliados por breves
períodos, y en 1830 sancionó una Ley de Traslado Forzoso de Indígenas que
expandió el territorio estadounidense.
"Fue una política horrible, pero que en su
momento fue algo muy bien visto por muchos votantes", declaró Andrew
Frank, historiador de la Florida State University.
Al cumplirse el centenario de su elección, Jackson
fue incorporado a los billetes de 20 dólares. Su lugar en los billetes de 10
fue ocupado por el secretario del Tesoro Alexander Hamilton.
Casi un siglo después, el aspirante a la nominación
presidencial republicana Donald Trump querría que todo siguiese igual. Para
Trump, colocar a Tubman en lugar de Jackson es "un mero gesto de
oportunismo político". El magnate y Ben Carson, que se retiró de las
primarias republicanas, proponen colocar a Tubman en los billetes de dos
dólares, que casi no circulan.
"No vamos a dejar de promover su legado",
afirmó Howard Kittell, presidente de la Andrew Jackson Foundation, que
administra la casa donde vivió Jackson, conocida como The Hermitage, en
Tennessee.
"Es un tipo complejo, especialmente cuando lo
analizas desde la perspectiva de los valores del siglo XX. No vamos a negar que
fue dueño de esclavos y ayudó a impulsar la Ley de Traslado Forzado de los
Indígenas en el Congreso, pero en este período en particular, esa era la visión
más aceptada", dijo Kittell.
Eso, sin embargo, no es tan cierto, de acuerdo con Ed
Baptist, profesor de historia de la Cornell University.
"En esa época había alternativas, hubo
legisladores que plantearon otras alternativas. La Ley de Traslado Forzado de
los Indígenas fue algo muy cuestionado, mucha gente se opuso", afirmó.
Además, según Baptist, a Jackson le interesaba
deshacerse de los indígenas del sudeste para ampliar las plantaciones de
algodón y el comercio de esclavos, lo que hace que la presencia de Tubman en
reemplazo de Jackson en los billetes sea más significativa todavía.
"Harriet Tubman representa la parte buena de
Estados Unidos", expresó. "Andrew Jackson representa la parte
problemática de nuestra historia".
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