LA SONDA ESPACIAL "JUNO" LLEGA A LA ÓRBITA DE JÚPITER TRAS CINCO AÑOS DE VIAJE
WASHINGTON (5 junio 2016).- La sonda Juno de la NASA, la nave impulsada por
energía solar que ha viajado más lejos en el espacio, ha llegado este martes
tras cinco años de viaje a la órbita de Júpiter, el planeta más grande del
Sistema Solar, a la que dará 37 vueltas antes de estrellarse contra su
superficie.
Juno, lanzada el 5 de agosto de 2011, se incorporó a
la órbita del planeta hacia las 23:54 del lunes en la costa este de EE UU
(03:54 GMT del martes), como estaba previsto, según informó la agencia espacial
estadounidense (NASA). La nave, no tripulada y del tamaño de una cancha de
baloncesto, es la primera diseñada para operar en el corazón de los cinturones
de radiación de Júpiter, la primera en llegar a 2.575 kilómetros de sus nubes
superiores y la que tomará las imágenes con mayor resolución vistas nunca del
planeta gigante.
"Estamos allí. Estamos en órbita. Hemos
conquistado Júpiter", dijo Scott Bolton, investigador principal de la NASA
en el Southwest Research Institute en San Antonio, Texas. "¿Cómo funciona
este universo maravilloso y cómo comenzó? Esta es una de las cosas más
alucinantes de trabajar en la NASA, que recibes respuesta a estas
preguntas", dijo el investigador de la agencia espacial Steven Levin.
La sonda Juno orbitará a unos 5.000 kilómetros de la
superficie de Júpiter, diez veces más cerca que cualquiera de las nueve sondas
que lo visitaron antes, y funcionará alimentado por paneles solares. Esta
tecnología es una rareza en misiones que van más allá del cinturón de
asteroides. Hasta ahora, todos los artefactos que han visitado el planeta
gigante lo hicieron con plutonio-238, pero la escasez de ese elemento
radiactivo, las preocupaciones de seguridad y los avances tecnológicos hicieron
que la NASA se decidiese por la energía solar.
Juno orbitará
a unos 5.000 kilómetros de la superficie de Júpiter, diez veces más cerca que
cualquiera de las nueve sondas que lo visitaron antes
El conocimiento que recoja Juno durante los próximos
20 meses, no solo servirá para entender nuestro entorno planetario cercano.
Gran parte de los planetas extrasolares descubiertos son gigantes gaseosos como
Júpiter y lo que se aprenda con esta misión servirá para interpretar mejor los
mundos más allá del Sistema Solar. Además, como siempre sucede con las misiones
de exploración, los datos de la sonda depararán sorpresas que modificarán la
imagen que tenemos del rey de los planetas.
Un planeta estrella
Júpiter no es una estrella, pero casi. Durante la
etapa de formación del Sistema Solar, hace algo menos de 5.000 millones de
años, actuó como un hermano egoísta y devoró los restos de gas y polvo que
había dejado la formación del Sol. Así se convirtió en un planeta gigantesco,
hecho de hidrógeno y helio, como las estrellas.
El equipo de
la NASA celebra la llegada de 'Juno'.ampliar foto
El equipo de la NASA celebra la llegada de 'Juno'.
ROBYN BECK AFP
Ahora, tiene una masa que dobla al resto de planetas
combinados y su área de influencia es inmensa. Cuenta con más de 60 lunas, como
Ganímedes, mayor que Mercurio, o Europa, un mundo helado con un océano
subterráneo en el que algunos consideran posible encontrar vida. Bajo las nubes
de ese mundo gigante y sus tormentas descomunales se esconden muchos de los
secretos del origen del Sistema Solar y en la composición de su atmósfera se
puede encontrar información sobre sus migraciones, en las que pudo arrasar
nuestro sistema planetario para hacerlo habitable.
Es, además, un peligroso planeta. Este mastodonte da
una vuelta sobre sí mismo cada 10 horas, lo que contribuye a generar un
descomunal campo magnético en el que los electrones quedan atrapados y
funcionan como balas para cualquier cosa que se le acerque. Heidi Becker,
ingeniero especializada en efectos de la radiación del Jet Propulsion
Laboratory de la NASA ha descrito la aproximación de Juno como "visitar la
parte más temible del lugar más temible... el entorno radiactivo de Júpiter que
nadie ha visitado antes".
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