CALIFORNIA (12 Noviembre 2016).- Oliver Stone sorprendióa todos, o a
gran parte, en la quinta edición del Festival de Cine de Los Cabos, en Baja
California Sur, y no fue una sorpresa agradable. Primero, el director de JFK o
Platoon, tres veces Oscar de Hollywood, hizo esperar más de dos horas a los
medios internacionales y mexicanos para unas entrevistas en la suite de un
lujoso hotel que nunca llegaron a realizarse debido, al parecer, a una supuesta
indisposición.
Después, en una rueda de prensa, celebrada bajo una enorme
palapa frente a las espectaculares playas de Los Cabos, el director
estadounidense insinuó en territorio mexicano que la elección de Hillary
Clinton para la presidencia de Estados Unidos, a la que calificó de
"neoconservadora", hubiera sido igual o peor que la de Trump. Un
cambio de posición que ya apuntaba hace semanas y que choca con declaraciones
anteriores en las que aseguró que el magnate "era un loco", que no
iba a ganar y que si eso ocurría se comería su camisa.
Stone, que ha venido al festival para recibir un
homenaje y para presentar en México su último filme, Snowden, en torno al
famoso exanalista de la NSA y mayor hacker de la historia de Estados Unidos que
en junio de 2013 reveló el espionaje masivo de Washington a sus ciudadanos,
aseguró que el presidente electo de EE UU es un hombre pragmático y
acostumbrado a hacer negocios, mientras que Clinton, una intervencionista, que
ha estado a favor de varias guerras, hubiera podido causar un problema con
Rusia. "Es preocupante la situación. El mundo será cada vez más peligroso.
Pero Trump nos puede dar sorpresas. Es un negociador, hay que esperar y
ver", aseguró el cineasta para el que la mayor preocupación es evitar
cualquier guerra y respetar los tratados internacionales. "Tal vez no sea
tan dramático que haya ganado. Hay mucha preocupación, él es un rebelde, pero
quizá sea un buen administrador”.
El director insistió en sus obsesiones habituales:
el peligro que representan los mecanismos de vigilancia del Gobierno de Estados
Unidos, su capacidad para desatar cambios de régimen en el resto de los países
(citó a Brasil, con el impeachment de la presidenta Dilma Rousseff y la difusión
del escándalo Petrobras y a México, del que dijo que "no puede dar un paso
sin que Estados Unidos lo sepa"), habló de su juventud en los 60, de la
OTAN, de una Tercera Guerra Mundial y de cómo ahora alguien como Snowden no ha
podido encontrar asilo en un país europeo ni latinoamericano por miedo a las
represalias de la Casa Blanca y ha tenido que refugiarse en Moscú bajo la
protección de Vladimir Putin. "Estados Unidos ejerce un control social,
ese es el juego del poder, y en eso son muy exitosos.
Lo que quieren es que el
algoritmo de Google, que es estadounidense, sea el algoritmo del mundo",
aseguró. “Estados Unidos violó la ley y traicionó a sus aliados, a sus
supuestos amigos, robando información de empresas y sigue metiéndose en todo y
no hay una ley que lo castigue".
En cuanto a la película, que ha recibido críticas
favorables con respecto a sus trabajos de los últimos años, aseguró que Snowden
colaboró en el asesoramiento y señaló que le había gustado. Concluyó diciendo
que esperaba "que le dejaran seguir haciendo películas", alabó el
cine que se está haciendo en México y lanzó una broma: "No pienso comerme
la camisa". Curiosamente, al tiempo que Stone hacía estas declaraciones,
en la otra punta del mundo, en la capital soviética, Snowden llamó este viernes
a los ciudadanos del mundo a tener miedo del espionaje estadounidense, el
verdadero peligro, y no de Trump, aunque calificó su elección como "una
afrenta", mientras su abogado afirma que con sus denuncias, ha contribuido
a la victoria del magnate.
No hay comentarios.: