LA HABANA, Cuba (26 Octubre 2018).- El Ballet
Nacional de Cuba (BNC) confirmó este jueves la realización de una temporada del
clásico Giselle dentro del 26. Festival Internacional de Ballet de La Habana
«Alicia Alonso», para rendir tributo a esa legendaria artista.
El ciclo de
funciones será protagonizado por primeras figuras cubanas y extranjeras, y con
él se pretende celebrar los 75 años del debut escénico de Alonso en la obra
cumbre del Romanticismo danzario.
Giselle
cuenta una historia de amor, engaño, locura y vida más allá de la muerte. Junto
a El lago de los cisnes, es el ballet más codiciado y demandado por el público
y los propios danzantes, quienes lo consideran un sueño y un reto. El 26. del
Festival Internacional de Ballet de La Habana «Alicia Alonso» acontecerá del 28
de octubre al 6 de noviembre, con la participación de artistas de más de una
docena de países.
Las
funciones de Giselle tendrán lugar en la sala Avellaneda del Teatro Nacional, y
entre sus protagonistas se anuncian a los cubanos Rolando Sarabia y Sadaise
Arencibia, así como la surcoreana Hee Seo y el norteamericano Cory Stearns,
quienes vienen a compartir la visión del American Ballet Theatre (ABT) sobre
esta obra.
Otras de las
puestas presentarán en los papeles principales a los cubanos Viengsay Valdés,
Grettel Morejón, Dani Hernández, Raúl Abreu y Rafael Quenedit, entre varios
artistas. Alonso fue la primera
latinoamericana en encarnar el personaje de Giselle y, de acuerdo con la
crítica mundial, su construcción del papel sigue siendo una de las más
logradas.
Con algo de
leyenda y toques de misterio, la obra ejerce un encanto sobre público y
artistas que ni el paso del tiempo logra amilanar pues una técnica
impresionante no alcanza para encarnar el papel de Giselle, cuyos retos
primordiales aparecen por actuación y estilo.
La bailarina
italiana Carlota Grisi, la primera intérprete del personaje en 1841, cautivó a
la audiencia del siglo XIX en París y delineó algunos matices que sus
seguidoras se vieron obligadas a desarrollar después, cada una según la
personalidad particular y sin descuidar los requerimientos del Romanticismo.
De acuerdo
con la crítica especializada, a la versión cubana de Alonso la distingue el
excelente montaje del drama, el carácter, la fuerza y la comunicación entre
todos los personajes.
La versión
coreográfica y la interpretación personal de este ballet por Alonso recibieron,
en 1966, el Grand Prix de la Ville de Paris, en Francia.
El Ballet
Nacional de Cuba exhibió la obra este año en una gira por Estados Unidos, donde
el crítico Andrew Meacham, en el periódico Tampa Bay Times, sentenció desde el
título de su trabajo: "Ballet Nacional de Cuba embriaga con una
espectacular Giselle".
Las entradas
para todas las funciones se encuentran a la venta en la taquilla del Teatro
Nacional, cuya sala Covarrubias también acogerá otras puestas del Festival,
protagonizadas por el Teatro Danés de la Danza y artistas de diversos países
deseosos de mostrar sus valores artísticos en Cuba. (PL)
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