PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS: "NEGOCIACIONES COMERCIALES CON CHINA SON CORDIALES A PESAR NUEVO ARANCELES"
BEIJING (10 Mayo 2019).- El presidente Donald Trump
aseguró el viernes que las conversaciones comerciales entre China y Estados
Unidos proceden “de manera muy cordial” a pesar de los nuevos aranceles
impuestos por Washington sobre las importaciones a los productos y servicios
chinos por valor de 200 mil millones de dólares que recién entraron en
vigencia.
Trump tuiteó el viernes que el aumento de los
aranceles traerá “MUCHA MÁS riqueza” a Estados Unidos.
Sin embargo,un estudio realizado por el Banco de la
Reserva Federal de Nueva York y las universidades de Columbia y Princeton
sostiene que el peso de los aranceles recaerá sobre los consumidores y empresas
estadounidenses que compran artículos importados.
Algunos legisladores han expresado preocupación
sobre las consecuencias de los aranceles para los agricultores.
En sus tuits del viernes, Trump sugirió que el
dinero de los nuevos aranceles permitirá al gobierno comprar más productos a
los agricultores estadounidenses y enviarlos a países “pobres y hambrientos”.
Las conversaciones bilaterales continuaban en las
próximas horas.
Por su parte, Beijing dijo que tomaría represalias,
avivando la batalla por las ambiciones tecnológicas de China y otras tensiones
comerciales entre las dos mayores economías del mundo.
El gobierno de Trump subió los aranceles a
importaciones chinas valoradas en $200 mil millones del 10 al 25%. El
Ministerio de Comercio chino anunció que impondría las “contramedidas
necesarias”, pero no ofreció más detalles.
El alza de los gravámenes se produjo pese a que
negociadores estadounidenses y chinos se reunieron en la víspera en Washington
para intentar poner a una disputa que causó pérdidas millonarias en el comercio
y sacudió a los mercados financieros de todo el mundo.
"El riesgo de una ruptura total en las
negociaciones comerciales se ha incrementado”, afirmó Michael Taylor, de
Moody's Investors Service, en un reporte.
Los funcionarios estadounidenses acusan a Beijing de
dar marcha atrás en los compromisos adquiridos en rondas de negociación
anteriores.
Está previsto que las dos delegaciones vuelvan a
verse el viernes tras una primera jornada en la que no se reportaron avances.
"China lamenta profundamente tener que tomar
las contramedidas necesarias”, señaló el Ministerio de Comercio en un
comunicado.
Los mercados en Asia tuvieron una reacción mixta a
la medida ante la renovada inquietud de los inversionistas porque el
crecimiento global pueda resentirse por la batalla entre los dos gigantes
económicos.
Los grupos empresariales estadounidenses en China
pidieron un acuerdo para resolver las quejas crónicas sobre las barreras del
mercado y un sistema regulatorio que dicen que está manipulado en contra de las
firmas extranjeras.
"Tiene que haber un acuerdo que reequilibre la
relación económica”, afirmó la Cámara de Comercio de Estados Unidos en China en
un comunicado.
Tras la última subida, Estados Unidos aplica
aranceles del 25% a mercancías chinas con un valor total de 250.000 millones de
dólares. Trump afirmó el domingo que podría ampliar los gravámenes a todos los
bienes chinos que lleguen al país.
Beijing ya respondió a incrementos fiscales previos
con nuevos aranceles sobre 110 mil millones de importaciones estadounidenses.
Pero los reguladores se están quedando sin bienes que gravar por el
desequilibrio de su balanza comercial.
Los nuevos aranceles estadounidenses no afectarán a
las mercancías que salieron de china antes del viernes. Por mar, esos envíos
tardan alrededor de tres semanas en cruzar el Océano Pacifico, lo que da a los
negociadores más tiempo para alcanzar un acuerdo antes de que los importadores
tengan que abonar los nuevos aranceles.
Los dos países están enfrentados por la denuncia de
Washington de que Beijing roba tecnología y presiona a las empresas
estadounidenses para que entreguen secretos comerciales como parte de una
agresiva campaña para convertir empresas nacionales en líderes mundiales en
robótica, autos eléctricos y otras industrias avanzadas.
El revés de esta semana fue inesperado. Hasta
finales de la pasada, funcionarios del gobierno de Trump sugerían que los
negociadores realizaban avances firmes.
Las autoridades estadounidenses señalan que tuvieron
indicios del cambio de opinión de China sobre los acuerdos anteriores durante
las negociaciones de la semana pasada en Beijing, pero se hicieron más
evidentes en intercambios durante el fin de semana. No identificaron los temas
en discusión.
Uno de los puntos de fricción es la insistencia de
Washington en la implantación de un mecanismo con sanciones para asegurar que
China respeta los acuerdos.
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