MADRID (28 Junio 2019).- Los 39 kilos
de cocaína intervenidos el pasado martes en el aeropuerto de Sevilla al militar
brasileño Manoel Silva Rodrigues, miembro de la comitiva del presidente Jair
Bolsonaro en su viaje a la cumbre el G-20 en Japón, han sido valorados por la
Guardia Civil en 1,3 millones de euros a falta de que los análisis concreten la
pureza del estupefaciente, según confirman a EL PAÍS fuentes cercanas a la
investigación.
La droga apareció repartida en 37 paquetes ocultos en la maleta
que portaba este tripulante del avión de la Fuerza Aérea brasileña que había
hecho escala en la capital andaluza como aparato de reserva del que ocupaba el
mandatario sudamericano en su viaje a Osaka.
Las
pesquisas se dirigen ahora a saber cuál era el destino de la droga y por qué el
militar la bajó de la aeronave cuando él y los otros veinte tripulantes iban a
pasar el control aduanero. La cocaína fue descubierta al pasar los agentes de
la Guardia Civil el equipaje del sargento por el escáner y observar la
presencia de sospechosos paquetes en forma de ladrillo en su interior. Al abrir
la maleta, encontraron la droga, que ni siquiera estaba oculta entre ropa. Los
paquetes no presentaban ninguna marca exterior de las que habitualmente
utilizan los narcotraficantes para marcar el origen o el destino del alijo,
detallan fuentes cercanas a la investigación.
Estas mismas
fuentes no descartan que la cocaína fuera a quedarse en España y se muestran
convencidos de que el detenido es el simple correo humano de una organización
de narcotraficantes. Tras su arresto, el sargento brasileño pasó a disposición
del Juzgado de Instrucción 11 de Sevilla, que el miércoles ordenó su ingreso en
prisión provisional sin fianza en el Centro Penitenciario de Sevilla I acusado
de un delito contra la salud pública.
El arresto
en España del miembro de la comitiva de Bolsonaro ha creado una enorme polémica
en el país sudamericano. El Ministerio de Defensa de Brasil se apresuró a emitir
un comunicado en el que "repudiaba" los actos del militar y mostraba
su disposición a colaborar con las autoridades españolas para aclarar el
suceso. El propio mandatario brasileño tildó en su cuenta de Twitter el suceso
de "inaceptable" y exigió "investigación inmediata y castigo
severo al responsable". El suceso ha puesto en una situación incómoda a
Bolsonaro, que durante la campaña electoral que le llevó a la presidencia del
país prometió combatir el crimen y las drogas como nunca antes se había hecho
en su país.
No era la
primera vez que el sargento ahora detenido en Sevilla formaba parte de la
comitiva de Bolsonaro o de otros presidentes brasileños. Con el actual
mandatario viajó en febrero entre Sao Paulo y Brasilia, y a finales de mayo, a
Recife. Con Michel Temer, antecesor de Bolsonaro, Silva Rodrigues viajó en 2017
a Zúrich (Suiza), según revela el Portal de Transparencia del país
sudamericano, informa Marina Rossi.
Por OSCAR
LÓPEZ-FONSECA
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