¿POR QUÉ ES TAN PELIGROSA LA TUBERCULOSIS?, PODRÍA SER MORTAL SI NO SE TRATA
MADRID (18 Diciembre 2019).- Una investigación publicada recientemente por el
Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de España, dio a conocer
que la bacteria que causa la tuberculosis dispone de un mecanismo que bloquea
la respuesta inmunitaria cuando infecta a un organismo y gracias al cual puede
progresar. Dicho sistema ha quedado al descubierto, gracias a un modelo de su
estructura en 3D y una propuesta sobre su funcionamiento.
Este es un hallazgo que ha sido muy esperado entre
los investigadores que tratan con la tuberculosis, pues “podría ayudar a
revolucionar la búsqueda de nuevos tratamientos contra esta y otras
enfermedades bacterianas”, relata el CNIO, que participó en el descubrimiento.
El estudio multidisciplinario, que publicó la
revista Nature y en el que también colaboró la Universidad alemana de Würzburg,
abre la posibilidad de desarrollar una nueva generación de compuestos que, en
lugar de destruir las bacterias como hacen los antibióticos, bloquee su
virulencia.
Los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) explican que, de no tratarse
adecuadamente, la tuberculosis puede ser mortal. La enfermedad activa puede
curarse con varios medicamentos durante un período largo. Las personas con la
enfermedad latente pueden tomar medicamentos para no desarrollar tuberculosis
activa.
Los
síntomas pueden incluir:
Tos severa que dure tres semanas o más
Pérdida de peso
Tos y esputo con sangre o mucosidad
Debilidad o fatiga
Fiebre y escalofríos
Sudores nocturnos
Unos diez millones de personas se enfermaron de
tuberculosis en el mundo durante 2017, de las que 1.6 millones fallecieron. El
tratamiento actual tiene 40 años y han surgido cepas que muestran resistencia,
por lo que urge encontrar nuevas estrategias terapéuticas.
Para ello, es necesario comprender en profundidad
los mecanismos que la bacteria emplea para causar la enfermedad, señala el CNIO
en un comunicado.
Cuando un organismo es infectado por Mycobacterium
tuberculosis, el sistema inmunitario lanza una compleja respuesta para
destruirla, pero la bacteria dispone de “sofisticados mecanismos” para
debilitarlo, entre ellos un sistema de secreción que inyecta en las células
inmunitarias determinados factores de virulencia.
Estos factores son moléculas cuyo cometido es
paralizar la respuesta defensiva de las células inmunitarias, para que la
bacteria, en lugar de ser destruida, tenga vía libre para continuar infectando
al organismo.
Hasta ahora, la estructura y el mecanismo de
funcionamiento de ese sistema de secreción, llamado T7SS, no se había podido
estudiar en detalle y solo se sabía que tenía forma de estrella de seis puntas
(hexámetro), cuyo centro sirve de canal por el que la bacteria expulsa los
factores de virulencia.
Ahora, gracias al trabajo de Óscar Llorca y Ángel
Rivera-Calzada, del CNIO, y de Sebastian Geibel y Nikolaos Famelis, de la
Universidad de Würzburg, se han conseguido “describir en detalle cómo es el
T7SS a nivel atómico”.
Los investigadores trabajaron con la bacteria M.
smegmatis, que se emplea en investigación como modelo para estudiar M.
tuberculosis y que comparte con ella el mismo sistema de secreción.
El trabajo ha mostrado que T7SS constituye una
“sofisticada nanomáquina” donde varias proteínas cooperan para la inyección de
los factores de virulencia en las células del sistema inmune.
Los españoles son expertos en criomicroscopía
electrónica, una técnica que permite obtener imágenes de estructuras
moleculares a una gran resolución, gracias a la cual han detallado todos los
actores involucrados en el T7SS.
Además, han aclarado la función de algunos de ellos,
que permanecía desconocida, han modelado su estructura en tres dimensiones y, a
partir de toda esta información, han propuesto un mecanismo de funcionamiento.
“Hemos podido ver que los componentes que hasta
ahora se veían difusos con otras técnicas son en realidad elementos que están
en constante movimiento”, explica Llorca.
La propuesta de mecanismo de funcionamiento fue
probada con éxito por la Universidad de Würzburg. El sistema usado por este
centro alemán es de “de gran interés” para toda la comunidad investigadora para
testar el efecto de nuevas moléculas dirigidas contra este mecanismo de
secreción, que necesitan las bacterias del género Mycobacterium para llevar a
cabo con éxito la infección", apunta por su parte Rivera-Calzada.
El equipo del CNIO y de la Universidad de Würzburg
tratará ahora de estudiar en mayor profundidad cómo ocurre el proceso de
secreción en Mycobacterium, para abrir así la vía al diseño de moléculas que
puedan bloquearlo.
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