ESTADOS UNIDOS EMPIEZA A RECIBIR A SOLICITANTES DE ASILO DESDE MÉXICO
SAN DIEGO (20 Febrero 2021).- El gobierno del presidente Joe Biden encaminó el viernes el sistema de asilo para que vuelva a funcionar como lo hizo durante décadas al permitir que un grupo de solicitantes quedara en libertad dentro de Estados Unidos, poniendo fin a la larga espera de los migrantes en México y deshaciendo una política del expresidente Donald Trump para contener la inmigración.
Las 25 personas que ingresaron son las primeras de
unos 25,000 solicitantes de asilo con casos activos en el programa
"Permanecer en México” que ahora aguardarán sus audiencias en Estados
Unidos, en lugar de hacerlo al sur de la frontera. Recelosas de que haya un
incremento en el número de migrantes que arriban, las autoridades
estadounidenses le están advirtiendo a la gente que no acuda a la frontera,
sino que se registre en un sitio web que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados lanzó el viernes.
Los recién llegados fueron trasladados a hoteles de
San Diego para que guarden cuarentena debido a la pandemia de coronavirus antes
de que viajen a sus destinos finales en Estados Unidos, lo que comúnmente significa
quedarse con parientes, amigos o patrocinadores.
Biden está cumpliendo su promesa de poner fin a una
política que Trump dijo era crucial para revertir un incremento en el número de
solicitantes de asilo, que alcanzó su nivel más elevado en 2019. El programa,
conocido oficialmente como “Protocolos de Protección a Migrantes", cambió
la forma como el gobierno estadounidense solía tratar a la gente que solicitaba
protección de la violencia y la persecución. La política de Trump los dejaba
expuestos a la violencia en las ciudades fronterizas mexicanas y les
dificultaba hallar abogados y comunicarse con las cortes para saber de sus
casos.
Hay preguntas no respondidas sobre los cambios de
Biden, incluyendo cómo los centroamericanos que regresaron a sus países
volverán a la frontera entre Estados Unidos y México. Tampoco está claro cuánto
tiempo llevará resolver todos los casos, de los cuales tienen prioridad los más
antiguos.
También había algo de confusión en la frontera. Unas
100 personas se reunieron el viernes en el cruce de Tijuana, México, donde
difundieron rumores, pero con la esperanza de captar información acerca de
cuándo se les permitirá ingresar a Estados Unidos mientras las cortes toman una
determinación sobre sus casos.
Se prevé que, en San Diego, las autoridades
estadounidenses pongan en libertad cada día a 25 personas que han sido
obligadas a esperar en México, dijo Michael Hopkins, director general de Jewish
Family Service de San Diego, una agencia de servicios humanos sin fines de lucro
que está desempeñando un papel crucial de apoyo. Las autoridades pueden
procesar hasta a 300 personas al día en el cruce fronterizo de San Diego, pero
Hopkins dijo que se desconoce cuándo modificarán el objetivo actual de 25
diarias.
Se prevé que a partir del lunes también se permita el
ingreso de gente al país en Brownsville, Texas, y a partir del próximo viernes
en El Paso, Texas
La Organización Internacional para las Migraciones
realiza en México pruebas de detección del Covid-19 a los solicitantes de asilo
y pone en cuarentena durante 10 días a todo aquel que dé positivo. En San
Diego, incluso los solicitantes de asilo que dieron negativo estarán en
cuarentena en hoteles durante siete días, atendiendo las directrices de los
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Una coalición de grupos no gubernamentales llamada Red
de Respuesta Rápida de San Diego proporcionará habitaciones de hotel,
coordinará el transporte y efectuará revisiones médicas, señaló Hopkins. La
agencia Jewish Family Service adquirirá boletos de autobús o de avión si los
solicitantes de asilo no pueden pagarlos, y ropa invernal de ser necesario.
“Nos aseguraremos de que están saludables y en buen
estado para viajar", dijo Hopkins en una entrevista.
Unos 70,000 solicitantes de asilo han formado parte
del programa Permanecer en México desde que comenzó en enero de 2019.
Aquellos cuyos casos fueron descartados o denegados no
pueden volver al país, pero las autoridades estadounidenses no han descartado
proporcionar algún tipo de ayuda más adelante.
El gobierno de Biden, que dejó de inscribir a los
recién llegados en su primer día como presidente, dijo la semana pasada que los
solicitantes de asilo con casos activos serían liberados en Estados Unidos con
notificaciones para comparecer ante cortes migratorias lo más cerca posible de
su destino final. Esto supuso un gran alivio para los que tienen esta opción,
aunque Washington y la ONU pidieron que no haya llegadas masivas a la frontera.
Edwin Gómez, quien dijo que su esposa y su hijo de 14
años fueron asesinados por pandillas en El Salvador después de que él no pudo
pagar las extorsiones que le exigían por su taller de autos, estaba ansioso por
reunirse con su hija de 15 años en Austin, Texas. Ella ya recibió asilo y vive
con familiares.
“Nunca pensé que esto fuese a pasar”, dijo Gómez, de
36 años, el miércoles en Tijuana, México, en un cruce fronterizo con San Diego.
En la ciudad mexicana de Matamoros, al sur del río
Bravo, la salvadoreña Enda Marisol Rivera y su hijo de 10 años han estado
soportando gélidas temperaturas esta semana, acurrucados bajo pilas de mantas
donadas dentro de una tienda hecha con lonas. Su estufa de gas propano se
congeló, dijo. A pesar de las dificultades causadas por la ola de frío polar
que afectó a Texas y el norte de México, Rivera estaba de buen ánimo.
Ella y su hijo están entre aproximadamente 850
migrantes que viven en un campamento instalado en un extenso parque de
Matamoros, que solicitaron asilo y se les dijo que debían esperar en México a
conocer la fecha de su juicio. Muchos rechazaron esta semana los ofrecimientos
para trasladarse a albergues en la ciudad por temor a perder su oportunidad
para ingresar a Estados Unidos si no están cerca de la frontera.
Rivera está esperanzada de que podrá ingresar a
Estados Unidos, donde podría vivir con su hermana en Los Ángeles mientras su
caso avanza en los tribunales.
“Confiamos en Dios que logremos pasar", dijo el
miércoles. “Ya hemos pasado bastante tiempo acá”.
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