PAPA FRANCISCO PIDE UN "GIRO COPERNICANO" EN LA ECONOMÍA TRAS EL VIRUS
ROMA (8 Febrero 2021).- El papa Francisco instó hoy a aprovechar la crisis del coronavirus como una oportunidad revolucionaria para crear un mundo que sea más justo en lo económico y en lo medioambiental, y donde todos tengan garantizada la atención sanitaria básica.
Francisco hizo esa petición en su mensaje anual sobre
política exterior ante los embajadores acreditados en la Santa Sede, un acto
que se pospuso durante dos semanas tras sufrir un episodio de ciática que le
complicaba caminar y ponerse de pie.
El Papa instó a los gobiernos representados ante el
Palacio Apostólico a contribuir a las iniciativas globales para proporcionar
vacunas a los pobres y aprovechar la pandemia para reformular lo que describió
como un modelo económico enfermo que explota a los pobres y a la Tierra.
“Tiene que haber una clase de nueva revolución
copernicana que ponga a la economía al servicio de los hombres y mujeres, no al
revés”, dijo en referencia al cambio de paradigma en el siglo XVI que
estableció que el centro del universo era el Sol, no la Tierra.
Esa nueva economía revolucionaria, señaló, es “una que
trae vida, no muerte, una que es inclusiva y no exclusiva, humana y no
deshumanizadora, una que se preocupa por el medio ambiente y no lo saquea”.
Francisco ha pedido a menudo que el mundo aproveche la
pandemia como una oportunidad de reimaginar una economía global que valore a
las personas y al planeta por encima de los beneficios, y una en la que la
fraternidad y la solidaridad guíen las relaciones humanas en lugar que el
conflicto y la división.
Francisco, de 84 años, tocó esos temas en su largo
discurso, ofrecido en una sala de recepciones más grande de lo habitual para
permitir un mayor distanciamiento social a los 88 embajadores que asistieron.
Al final, Francisco invitó a cada uno a acercarse, aunque dijo que no les
estrecharía la mano y les instó a mantener la distancia. Francisco ha sido
vacunado contra el virus.
En su discurso, pidió que todo el mundo tuviera acceso
a atención sanitaria básica. Las personas en los márgenes de la sociedad y los
trabajadores informales han estado entre los más afectados por la pandemia, y
con menos redes sociales para superarla.
“Empujados por la desesperación, muchos han buscado
otras formas de ingresos y se arriesgan a verse explotados en trabajo forzoso o
ilegal, prostitución y varias actividades delictivas, como el tráfico de
personas”, advirtió Francisco.
Los niños, añadió, han sufrido una “catástrofe
educativa” con el cierre de escuelas, mientras que las mujeres han sufrido
violencia doméstica, los fieles se vieron privados de los oficios en comunidad
y toda la humanidad ha visto restringido su contacto humano.
“Junto con las vacunas, la fraternidad y la esperanza
son, como fueron, la medicina que necesitamos en el mundo de hoy", dijo.
Además de la pandemia, Francisco mencionó otros temas
de especial preocupación, como el golpe de Estado en Myanmar, que Francisco
visitó en 2017. Pidió que los líderes políticos en el país sean “liberados con
prontitud como gesto de invitación a un diálogo sincero por el bien del país”.
También pidió el final definitivo de la guerra en
Siria, señalando que en 2021 cumplirá 10 años, e instó a la comunidad
internacional a “abordar las causas del conflicto con sinceridad y coraje y a
buscar soluciones”. Elogió el tratado de Naciones Unidas que prohíbe las armas
nucleares, así como la ampliación del tratado Nuevo START entre Estados Unidos
y Rusia.
También pidió que los esfuerzos de desarme se
ampliaran a las armas químicas y convencionales.
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