PRESERVAR LA TIERRA DE LAS ACCIONES PERVERSAS, LA VIDA MISMA ESTÁ AMENAZADA; EL LLAMADO DEL PAPA FRANCISCO
CIUDAD DEL VATICANO (7 Octubre 2021).- Francisco preside el Acto Académico de la Universidad Lateranense Letrán que da inicio al nuevo ciclo de estudios de ecología y medio ambiente. Presentes en el evento, Audrey Azoulay, directora de la UNESCO, y el Patriarca Bartolomé: "Compartimos el deber de proclamar el amor a la creación". La advertencia de cara a la Cop26: "Las expectativas para los objetivos de desarrollo sostenible de 2030 se están alejando".
El Papa Francisco denunció "acciones
perversas" contra el planeta Tierra, hacia el que se está causando un
"mal" que "ya no se limita a los daños al clima, al agua y al
suelo, sino que ahora amenaza la vida misma en la Tierra". Palabras
fuertes que el Pontífice pronuncia ante profesores y estudiantes de la
Pontificia Universidad Lateranense que participan en el Acto Académico
"Cuidado de la Casa Común y tutela de la Creación". Palabras con las
que Francisco quiere estimular " responsabilidad, concreción y
competencia", porque, afirma, ante una crisis ecológica tan compleja,
"no basta con repetir afirmaciones de principio, que nos hacen sentirnos
tranquilos porque, entre otras muchas cosas, también nos interesamos del medio
ambiente", sino que sirven acciones rápidas.
“Proteger nuestra casa común, preservarla de acciones
perversas, tal vez inspiradas en la política, la economía y la educación
vinculadas a resultados inmediatos, en beneficio de unos pocos”.
El
Patriarca Bartolomé, una luz en el compromiso con la creación
El Papa habla en el Aula Magna del Ateneo, a donde
llegó a las 9 horas, recibido con aplausos y el saludo del Gran Canciller, el
cardenal vicario Angelo De Donatis. Junto a él, Audrey Azoulay, directora
general de la UNESCO, y el Patriarca Bartolomé de Constantinopla, que se
encuentra en Roma desde el pasado lunes para firmar con otros líderes
religiosos un llamamiento conjunto destinado a curar una humanidad y una Tierra
heridas.
Con Bartolomé "compartimos el deber de proclamar
el amor a la creación y el compromiso de su cuidado", dice el Papa
Francisco. Y revela que, mientras se redactaba la encíclica Laudato si', "fue
fuerte la luz que vino de él y de la Iglesia de Constantinopla", la
primera entre las Iglesias cristianas en comprometerse con los temas
medioambientales y en establecer, en 1989, una Jornada para el Cuidado de la
Creación. "Salvaguardar la creación -dijo el Papa citando al Patriarca- es
una forma de amar, de pasar gradualmente de lo que yo quiero a lo que el mundo
de Dios necesita. Es la liberación del miedo, la avidez y la dependencia".
En la Pontificia Universidad Lateranense, el Papa
firma la Convención de la Unesco en presencia del Rector Buonomo y del
Patriarca Bartolomé
A continuación, el Obispo de Roma elogia el Acto
Académico de la Universidad Lateranense dedicado a las cuestiones ecológicas,
destinado a "sentar las bases de un diálogo abierto y estructurado, con
todos, sobre cómo conocer y escuchar la voz de nuestra casa común". Una
voz que ha roto el muro de la indiferencia y ha conseguido penetrar en muchos contextos
"aunando intereses a menudo distantes" en organizaciones
internacionales y conferencias multilaterales. En este contexto se sitúa el
reciente Mensaje que el Papa ha firmado con Bartolomé y el Arzobispo Justin
Welby, Primado de la Iglesia Anglicana, de cara a la próxima Cop26 de Glasgow.
La
universidad como lugar de formación de la conciencia ecológica
En este compromiso, el Papa implica también a la
Lateranense e idealmente, a todas las universidades, en virtud de su misión
original de Universitas, "lugar privilegiado de formación y preparación,
donde se encuentran los distintos saberes, donde estudiantes y profesores se
reúnen para reflexionar y desarrollar creativamente nuevos caminos para
recorrer". De hecho, es por la universidad que pasa "el esfuerzo de
formar una conciencia ecológica y desarrollar la investigación para proteger la
casa común".
La actividad académica está llamada a fomentar la
conversión ecológica integral para preservar el esplendor de la naturaleza,
ante todo reconstruyendo la necesaria unidad entre las ciencias naturales y
sociales con lo que ofrece la reflexión teológica, filosófica y ética, para
inspirar la norma jurídica y una visión económica sólida
El Papa Francisco agradece a la UNESCO su
"atención activa" a esta iniciativa que da inicio al nuevo ciclo de
estudios de Ecología y Ambiente en el Ateneo Pontificio. Un itinerario que
obrará junto al Patriarcado de Constantinopla con "una perspectiva
abierta" capaz de "acoger la atención de las Iglesias cristianas, de
las diferentes comunidades religiosas, de quienes están en la investigación y
de los que se declaran no creyentes". El ciclo de estudios, subraya el
Papa, debe por tanto "recoger diferentes experiencias y pensamientos,
combinándolos a través del método de la investigación científica". De este
modo, la universidad volverá a ser Universitas, "depositaria de un imperativo
que no tiene fronteras religiosas, ideológicas o culturales".
"No hay ecología sin una adecuada antropología
", recuerda finalmente el Papa. Y advierte:
Se están alejando las expectativas vinculadas a los
objetivos de desarrollo sostenible que deben alcanzarse de aquí a 2030, junto a
objetivos más específicos vinculados a la protección del aire, del agua, del
clima o a la lucha contra la desertificación. Quizás porque sólo hemos
vinculado estos objetivos a una relación de causa y efecto, quizás en nombre de
la eficiencia
Sin una verdadera ecología integral", señala el
Pontífice, "tendremos un nuevo desequilibrio, que no sólo no resolverá los
problemas, sino que añadirá otros". Incluso entre los creyentes, añade, es
necesario "transformar" el mero interés por el medio ambiente en
"una misión llevada a cabo por personas formadas, fruto de una experiencia
educativa adecuada". Es la "mayor responsabilidad" frente a los
que "a causa de la degradación del medio ambiente, son excluidos,
abandonados y olvidados".
Las Iglesias y toda persona de buena voluntad,
concluye Francisco, están por ello llamadas a convertirse en "la voz de
los sin voz". Una voz "que se eleva por encima de los intereses
partidistas y no se queda en la mera lamentación".
Por SALVATORE
CERNUZIO/Vatican News
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