“EL DOCUMENTO DE LA UNIÓN EUROPEA SOBRE LA NAVIDAD ES UN ANACRONISMO"; AFIRMA EL PAPA FRANCISCO
CIUDAD DEL VATICANO (7 Diciembre 2021).- "El documento de la UE sobre la Navidad es un anacronismo" de "laicismo aguado". Lo dijo el Papa Francisco respondiendo a las preguntas de los periodistas en el vuelo de regreso a Roma al final de su viaje a Chipre y Grecia.
Costandinos Tsindas (CYBC): Su Santidad, sus fuertes
observaciones sobre el diálogo interreligioso, tanto en Chipre como en Grecia,
han suscitado expectativas estimulantes a nivel internacional. Dicen que pedir
perdón es lo más difícil de hacer. Usted lo ha hecho de modo espectacular.
Pero, ¿qué tiene programado hacer el Vaticano para poner juntos al cristianismo
católico y ortodoxo? ¿Está previsto un sínodo? Junto con el Patriarca Ecuménico
Bartolomé, ha pedido a todos los cristianos que celebren en el 2025 los 17
siglos del primer Sínodo ecuménico de Nicea. ¿Cuáles son los pasos a seguir en
este proceso? Por último, la cuestión del documento de la UE sobre la
Navidad...
Sí, gracias. He pedido disculpas, he pedido disculpas
ante Jerónimo, mi hermano Jerónimo, he pedido disculpas por todas las
divisiones que hay entre los cristianos, pero sobre todo por aquellas que
nosotros hemos provocado: los católicos. También he querido pedir disculpas,
viendo la guerra por la independencia – Jerónimo me lo señaló – una parte de
los católicos se pusieron del lado de los gobiernos europeos para impedir la
independencia griega. En cambio, en las islas, los católicos de las islas
apoyaron la independencia, incluso fueron a la guerra, algunos dieron su vida
por la patria. Pero el centro – digamos así – en aquel momento se ponía del
lado de Europa... no sé qué gobierno allí, cortaban el bacalao, pero así era la
cosa. Y también el pedir disculpas por el escándalo de la división, al menos
por aquello de lo que nosotros tenemos la culpa. El espíritu de autosuficiencia
– se nos calla la boca cuando sentimos que debemos pedir perdón – a mí siempre
me hace pensar que Dios jamás se cansa de perdonar, jamás, jamás... Somos
nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, y cuando no le pedimos perdón a
Dios, difícilmente se lo pediremos a los hermanos. Es más difícil pedir perdón
a un hermano que a Dios, porque sabemos que él dice: "Sí, ve, ve, ve,
estás perdonado". En cambio, con los hermanos... está la vergüenza, y la
humillación... Pero en el mundo de hoy se necesita la actitud de la humillación
y del pedir perdón. En el mundo están sucediendo tantas cosas, muchas vidas
perdidas, muchas guerras... ¿Cómo es que no pedimos perdón?
Volviendo a esto, de que he querido pedir disculpas
por las divisiones, al menos por las que nosotros hemos provocado. Los demás
(son) los responsables quienes lo piden, pero (por) los nuestros pido
disculpas, y también por aquel episodio de la guerra en el que parte de los
católicos se pusieron del lado del gobierno europeo, y los de las islas fueron
a la guerra a defender... No sé si es suficiente...
Y también una última disculpa – esta me salió del
corazón – una disculpa por el escándalo del drama de los migrantes, por el
escándalo de tantas vidas ahogadas en el mar, etc.
Sobre el aspecto sinodal: sí, somos un solo rebaño, es
cierto. Y hacer esta división – clero y laicos – es una división funcional, sí,
de calificación, pero hay una unidad, un único rebaño. Y la dinámica entre las
diferencias dentro de la Iglesia es la sinodalidad: es decir, escucharse
mutuamente, e ir juntos. Syn odòs: avanzar juntos. Este es el sentido de la
sinodalidad: que sus Iglesias ortodoxas, incluso las Iglesias católicas
orientales, han conservado esto. La Iglesia latina, en cambio, se había
olvidado del Sínodo, y fue San Pablo VI quien restableció el camino sinodal
hace 54, 56 años. Y estamos haciendo un camino para adquirir el hábito de la
sinodalidad, de caminar juntos.
Por último, usted se refirió al documento de la Unión
Europea sobre la Navidad... esto es un anacronismo. En la historia, muchas,
muchas dictaduras han intentado hacerlo. Piensa en Napoleón: a partir de ahí...
Piensa en la dictadura nazi, en la comunista... es una moda de un laicismo
aguado, agua destilada... Pero esto es algo que no funcionó durante la
historia. Pero esto me hace pensar en algo, hablando de la Unión Europea, que
creo que es necesario: la Unión Europea debe asumir los ideales de los padres
fundadores, que eran ideales de unidad, de grandeza, y tener cuidado de no dar
paso a las colonizaciones ideológicas. Esto podría acabar dividiendo a los
países y (hacer) fracasar a la Unión Europea. La Unión Europea debe respetar a
cada país tal y como está estructurado en su interior. La variedad de países, y
no querer uniformar. Yo creo que no lo hará, no era su intención, pero tener
cuidado, porque a veces vienen, y lanzan proyectos como éste y no saben qué
hacer, no sé me viene en mente... No, cada país tiene su peculiaridad, pero
cada país está abierto a los demás. Unión Europea: su soberanía, la soberanía
de los hermanos en una unidad que respeta la singularidad de cada país. Y estar
atentos a no ser vehículos de colonizaciones ideológicas. Por esto, eso de la
Navidad es un anacronismo.
Iliana Magra (Kathimerini): Santo Padre, gracias por
su visita a Grecia. Usted habló en el palacio presidencial de Atenas de que la
democracia está retrocediendo, sobre todo en Europa, ¿a qué nación se
refería? ¿Qué les diría a los líderes
que se declaran cristianos devotos pero que al mismo tiempo promueven valores y
políticas antidemocráticas?
La democracia es un tesoro, un tesoro de civilización,
y debe ser custodiado. Y no sólo custodiado por una entidad superior, sino
custodiado entre los mismos países, [hay que] custodiar la democracia de los
demás.
Hoy tal vez veo dos peligros para la democracia: uno
es el del populismo, que está un poco por aquí y otro por allá, y que empieza a
mostrar las uñas. Pienso en un gran populismo del siglo pasado, el nazismo, que
fue un populismo que defendiendo los valores nacionales, así lo decía, logró
aniquilar la vida democrática, incluso la vida misma con la muerte de las
personas, convirtiéndose en una cruenta dictadura. Hoy voy a decir, porque has
preguntado por los gobiernos de de derecha, tengamos cuidado de que los
gobiernos, no digo de derecha o de izquierda, digo otra cosa, tengamos cuidado
de que los gobiernos no resbalen por este camino del populismo, de los llamados
políticamente "populismos" , que no tienen nada que ver con el popularismo,
que son la libre expresión de los pueblos, que se manifiestan con su identidad,
su folklore, sus valores, su arte.... El populismo es una cosa [el popularismo
es otra].
Por otra parte, se debilita la democracia, entra en un
camino en el que lentamente [se debilita] cuando se sacrifican los valores
nacionales, se diluyen hacia, digamos una palabra fea, pero no encuentro otra,
hacia un "imperio", una especie de gobierno supranacional, y esto es
algo que debe hacernos reflexionar.
Tampoco debemos caer en los populismos, donde el
pueblo se dice el pueblo, pero no es el pueblo, sino una dictadura de
"nosotros y no los otros", piensa el nazismo, ni caer en diluir
nuestras identidades en un gobierno internacional. Sobre esto hay una novela
escrita en 1903 (dirán ustedes "¡qué anticuado está este Papa en la
literatura!) escrita por Benson, un escritor inglés, El amo del mundo, que
sueña con un futuro en el que un gobierno internacional con medidas económicas
y políticas gobierna a todos los demás países, y cuando se tiene este tipo de
gobierno, explica, se pierde la libertad y se intenta conseguir la igualdad
entre todos; esto ocurre cuando hay una superpotencia que dicta el
comportamiento económico, cultural y social a los demás países.
La democracia se debilita por el peligro del
populismo, que no es popularismo, y por el peligro de estas referencias a los
poderes económicos y culturales internacionales. Esto es lo que se me ocurre,
pero no soy politólogo, sólo digo lo que pienso.
Manuel Schwarz (DPA): La migración no es sólo un tema
central en el Mediterráneo. También afecta a otras partes de Europa. Se refiere
a Europa del Este. Pensamos en el alambre de púas. ¿Qué espera de Polonia, de
Rusia, por ejemplo? Y de otros países
como Alemania, de su nuevo gobierno...
Diré esto sobre la gente que impide la migración o
cierra las fronteras. Ahora está de moda hacer muros o alambradas o incluso el
alambre con concertinas (los españoles saben lo que significa). Es habitual
hacer estas cosas para evitar el acceso...
Lo primero que diría es: piensa en el tiempo en que tú
eras un migrante y no te dejaban entrar. Tú fuiste quien quiso escapar de tu
tierra y ahora eres tú quien quiere construir muros. Esto hace bien. Porque los
que construyen muros pierden el sentido de la historia, de su propia historia.
De cuando eran esclavos de otro país.
Los que construyen muros tienen esta experiencia, al
menos una gran parte de ella: la de haber sido esclavos. Y si llega una oleada
de inmigrantes así, no se puede gobernar.
Diré esto: todo gobierno debe decir claramente
"puedo recibir tantos...". Porque los gobernantes saben cuántos
migrantes pueden recibir. Están en su derecho. Esto es cierto. Pero los
migrantes deben ser acogidos, acompañados, promovidos e integrados.
Si un gobierno no puede acoger a más de un número
determinado, debe dialogar con otros países, que se ocupen de los demás, cada
uno de ellos. Por eso es importante la Unión Europea. Porque puede hacer que
haya armonía entre todos los gobiernos para la distribución de los migrantes.
Pensemos en Chipre, o en Grecia. O también Lampedusa,
Sicilia. Los migrantes llegan y no hay armonía entre todos los países para
enviarlos aquí, o allá. Falta esta armonía general. Repito la última palabra
que dije: integrados. Integrados. Porque si no se integra al migrante, éste
tendrá una ciudadanía de gueto. No sé si lo dije en el avión una vez. El
ejemplo que más me impactó fue la tragedia de Zaventen.
Los chicos que protagonizaron aquella catástrofe en el
aeropuerto eran belgas, pero hijos de migrantes guetizados y no integrados. Si
no se integra a un inmigrante con educación, con trabajo, con cuidados, se
corre el riesgo de tener un guerrillero, alguien que luego hace esas cosas. No
es fácil acoger a los migrantes, resolver el problema de los migrantes, pero si
no resolvemos el problema de los migrantes corremos el riesgo de hacer
naufragar la civilización, hoy, en Europa, tal como están las cosas, nuestra
civilización. No sólo naufragio en el Mediterráneo. No, nuestra civilización.
Que los representantes de los gobiernos europeos se pongan de acuerdo. Para mí,
un modelo de integración, de acogida, fue Suecia, que acogió a los migrantes
latinoamericanos que huían de las dictaduras (chilenos, argentinos, brasileños,
uruguayos) y los integró. Hoy en Atenas he ido a un internado. He mirado. Y le
dije al traductor, pero aquí hay una ensalada de culturas. Están todos
mezclados. Utilicé una expresión doméstica. Él respondió: Este es el futuro de
Grecia. La integración. Crecer en la integración. Eso es importante. Pero hay
otro drama que quiero subrayar. Es
cuando los migrantes, antes de llegar, caen en manos de traficantes que les
quitan todo el dinero que tienen y los transportan en barcos.
Cuando los envían de vuelta, los traficantes los
vuelven a tomar. Y en el Dicasterio para los Migrantes hay películas que
muestran lo que ocurre en los lugares a los que van cuando son devueltos. Así
es que no se puede simplemente acogerlos y dejarlos, sino que hay que
acompañarlos, promoverlo, e integrarlos; así, si envío a un migrante de vuelta
tengo que acompañarlo y promoverlo e integrarlo en su país; no dejarlo en la
costa libia. Esto es crueldad. Si quieren más pregunten en el Dicasterio para
la inmigración que tiene esa película.
También hay una película de "Open arms" que muestra esta
realidad. Es doloroso. Pero arriesgamos la civilización. Arriesgamos la
civilización.
Cecile Chambraud (Le Monde): El jueves, cuando
llegamos, nos enteramos de que había aceptado la dimisión del arzobispo de
París Aueptit. ¿Por qué tanta prisa? Y respecto al informe Sauvé sobre los
abusos: la Iglesia tenía una responsabilidad institucional y el fenómeno tenía
una dimensión sistémica. ¿Qué piensa de esta declaración, y qué significa para
la Iglesia universal?
Comienzo con la segunda pregunta. Cuando se hacen
estos estudios debemos estar atentos a las interpretaciones que se hagan por
sectores de tiempo. Cuando se hace un estudio durante un tiempo tan largo, está
el riesgo de confundir el modo de sentir el problema de una época 70 años antes
que la otra. Quisiera decir sólo esto como principio: una situación histórica
debe interpretarse con la hermenéutica de la época, no con la nuestra. Por
ejemplo, la esclavitud. Nosotros decimos: es una brutalidad. Los abusos de hace
70 o 100 años son una brutalidad. Pero la forma en que la vivían ellos no es la
misma que hoy: por ejemplo, en el caso de los abusos en la Iglesia, la actitud
era la de encubrir. Actitud que, lamentablemente, también se utiliza en gran
cantidad de familias, en los barrios. Nosotros decimos, no, no está bien este
encubrimiento. Pero es necesario interpretar siempre con la hermenéutica de la
época, no con la nuestra. Por ejemplo, el famoso estudio de Indianápolis cayó
por la falta de una interpretación correcta: algunas cosas eran verdaderas,
otras no. Se mesclaban. Sectorizar ayuda. Respecto al informe: no lo he leído,
no he escuchado el comentario de los obispos franceses. Los obispos vendrán a
verme este mes y les pediré que me expliquen la cuestión.
Con respecto al caso Aupetit, yo me pregunto, ¿qué
cosa he hecho él tan grave como para tener que dar la dimisión. Que alguien me
responda, ¿qué ha hecho?
No lo sabemos... un problema del gobierno u otra cosa.
Y si no conocemos la acusación, no podemos condenar...
Antes de responder yo diré: hagan las investigaciones, eh, porque se corre el
peligro de decir: ha sido condenado. ¿Quién lo ha condenado? La opinión pública, la charlatanería... no
sabemos... si ustedes saben por qué, díganlo, en caso contrario no puedo
responder. Y no sabrán porqué fue una falta de él, una falta contra el sexto
mandamiento, pero no total, de pequeñas caricias y masajes que hacía a la
secretaria, ésta es la acusación. Esto es pecado, pero no es de los pecados más
graves, porque los pecados de la carne no son los más graves. Los más graves
son aquellos que tienen más carácter angelical: la soberbia, el odio. Así que
Aupetit es un pecador, como lo soy yo – no sé si usted se siente... tal vez –
como ha sido Pedro, el obispo sobre el que Jesucristo ha fundado la Iglesia.
Cómo es que la comunidad de aquel tiempo había aceptado a un obispo pecador, y
él tenía una pecaminosidad con tanto carácter angelical, como era ¡renegar a
Cristo! Porque era una Iglesia normal, estaba acostumbrada a sentirse pecadora
siempre, todos, era una Iglesia humilde. Se ve que nuestra Iglesia no está
acostumbrada a tener un obispo pecador, hacemos de cuenta para decir: mi obispo
es un santo... No, este pequeño birrete rojo… todos somos pecadores. Pero cuando
la charlatanería crece, crece, crece y le quita la fama a una persona, no, no
podrá gobernar porque ha perdido su fama, no por su pecado, que es pecado –
como el de Pedro, como el mío, como el tuyo – sino por el parloteo de las
personas. Por esto acepté su dimisión, no en el altar de la verdad, sino en el
altar de la hipocresía.
Vera Scherbakova (Itar-Tass): Ha visto a los líderes
de las Iglesias ortodoxas y ha pronunciado bellas palabras sobre la comunión y
la reunificación: cuando se encontrará con Cirilo, ¿qué proyectos comunes
tienen y qué dificultades ve en este camino?
En el horizonte no muy lejano está un encuentro con el
Patriarca Kyrill, creo que la semana que viene Ilarion vendrá a verme para
acordar un posible encuentro. El Patriarca tiene que viajar, quizás a
Finlandia, y yo estoy siempre dispuesto a ir a Moscú, para dialogar con un
hermano. Para dialogar con un hermano no hay protocolos, un hermano ortodoxo
que se llame Cirilo, Cristóstomo, Jerónimo, y cuando nos encontramos no
bailamos el minué, nos decimos las cosas a la cara, pero como hermanos. Y es
bueno ver a los hermanos discutiendo porque pertenecen a la misma madre, la
Madre Iglesia, pero están un poco divididos, algunos por su herencia, otros por
la historia que los ha dividido. Pero debemos intentar ir juntos, trabajar y
caminar en unidad y por la unidad. Agradezco a Jerónimo, a Crisóstomo y a todos
los patriarcas que tienen este deseo de caminar juntos. El gran teólogo
ortodoxo Ziziulas que estudia escatología bromeando dijo una vez:
¡encontraremos la unidad en el Escatón! Allí habrá unidad. Pero es una manera
para decir: no debemos quedarnos quietos esperando que los teólogos se pongan
de acuerdo. Aquello que dicen que Atenágoras le dijo a Pablo VI: pongamos a
todos los teólogos en una isla para que discutan y vayamos juntos a otra parte.
Pero esto es una broma. Dejemos que los teólogos sigan estudiando porque esto
es bueno para nosotros y nos lleva a una buena comprensión para encontrar la
unidad. Pero mientras tanto avancemos juntos, rezando juntos, haciendo caridad
juntos. Sé de Suecia, por ejemplo, que tiene Cáritas luterana y católica
juntas. Trabajar juntos y rezar juntos, esto podemos hacerlo, el resto que lo
hagan los teólogos, que no entendemos cómo se hace.
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