PAPA FRANCISCO: AMOR, SABIDURÍA Y MUCHA MISERICORDIA SON LOS INGREDIENTES QUE DEBEN ACOMPAÑAR SACERDOTES QUE ESCUCHAN CONFESIONES
CIUDAD DEL VATICANO (7 Abril 2022).- Amor, sabiduría y mucha misericordia. Son los ingredientes que deben acompañar a los sacerdotes que escuchan las confesiones, según las indicaciones dadas por el Papa Francisco a la comunidad del Pontificio Instituto Teutónico de Santa María dell’Anima en Roma, recibidos esta mañana en audiencia.
El Santo Padre recibió cerca del mediodía a la
comunidad del Pontificio Instituto Teutónico de Santa María dell’Anima en Roma,
con motivo del 500 aniversario de la elección de Adriano VI, el penúltimo Papa
del mundo germánico, sepultado en la Iglesia de del colegio.
Francisco recordó el nacimiento de su predecesor en
Utrecht, que entonces formaba parte del Imperio Romano de la Nación Alemana:
Recibió una excelente educación en la Universidad de
Lovaina; fue preceptor del futuro emperador Carlos V y luego, tras desempeñar
importantes tareas eclesiásticas y políticas, ascendió a los más altos cargos y
fue creado cardenal en 1517. Cuando le llegó la noticia de su elección como
obispo de Roma, dudó al principio, pero por sentido del deber acabó aceptando.
Recordando su breve pontificado, que duró poco mas de
un año, y durante el cual buscó, sobre todo, la reconciliación en la Iglesia y
en el mundo, hizo presente el envío del nuncio Chieregati a la Dieta de
Núremberg para reconciliar a Lutero y a sus seguidores con la Iglesia, cuando
pidió expresamente perdón por los pecados de los prelados de la Curia romana.
También hizo presente la labor del pontífice en el
ámbito político, en el que superando muchas resistencias se esforzó por
alcanzar un acuerdo entre las dos potencias vecinas, el rey Francisco I de
Francia y el emperador Carlos V de Augsburgo, también para que juntos pudieran
frenar los cada vez más amenazantes designios de conquista del ejército
otomano.
Lamentablemente, el Papa Adriano, debido a su prematura
muerte, no pudo concluir ninguno de estos proyectos. Sin embargo, su testimonio
de trabajador intrépido e incansable por la fe, la justicia y la paz permanece
vivo en la memoria de la Iglesia.
Con esta conmemoración el Santo Padre Francisco auspició
a los miembros de la comunidad del Instituto Teutónico que el ejemplo de la
vida y la obra del Papa Adriano los anime a crecer en su vocación de servidores
de Cristo.
Que el Señor los sostenga en su ministerio y los lleve
a una fe cada vez más arraigada en su amor, vivida con alegría y dedicación.
En particular, pensando en su empeño por la promoción
de la concordia y la reconciliación, los exhortó a seguir sus pasos
especialmente en su condición de ministros del Sacramento de la Penitencia.
Esto es importante: la tarea del confesor es perdonar,
no torturar. Sean misericordiosos, sean grandes perdonadores, eso es lo que la
Iglesia quiere que sean.
Esto significa, según Francisco, “dedicar tiempo a
escuchar las confesiones, y hacerlo bien, con amor, con sabiduría, con mucha
misericordia”. Pero no sólo eso:
Este ministerio implica también la predicación, la
catequesis, el acompañamiento espiritual; y requiere, ante todo -como siempre-
el testimonio. Para ser un buen servidor del perdón de Cristo, el sacerdote
debe saber perdonar a los demás; debe ser misericordioso en sus relaciones, ser
un hombre de paz, de comunión. Que la Virgen los ayude en esto.
Despidiéndose les agradeció por la visita, deséandoles
lo mejor y asegurándoles su oración y su bendición.
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