EXPRESA PREOCUPACIÓN EL VATICANO POR LA CRISIS ENTRE EL GOBIERNO DE NICARAGUA Y LA IGLESIA CATÓLICA
CIUDAD DE MÉXICO (13 Agosto 2022).- El Vaticano expresó su “preocupación” por la crisis entre el gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica de Nicaragua, y pidió a las partes buscar “caminos de entendimiento basados en el respeto y la confianza recíproca”.
Así lo expresó el observador permanente de la Santa
Sede ante la Organización de Estados Americanos (OEA), monseñor Juan Antonio
Cruz, en la primera reacción del Vaticano ante los recientes sucesos en Nicaragua,
donde fueron cerradas siete estaciones de radio católicas y un obispo permanece
encerrado y sitiado por la Policía desde hace nueve días en el norte del país
centroamericano.
“La Santa Sede no puede dejar de manifestar su
preocupación al respecto, mientras asegura su deseo de colaborar siempre con
quienes apuestan por el diálogo como instrumento indispensable de la democracia
y garante de una civilización más humana y fraterna”, dijo Cruz.
En la misma sesión extraordinaria del Consejo
Permanente de la OEA, donde se aprobó una resolución de condena al gobierno de
Ortega, el representante del papa Francisco instó a las partes a “encontrar
caminos de entendimiento basados en el respeto y la confianza recíproca,
buscando ante todo el bien común y la paz”.
La resolución de la OEA fue aprobada con 27 votos a
favor, uno en contra (San Vicente y las Granadinas), cuatro abstenciones y dos
ausentes. En el texto, los Estados condenaron “el cierre forzado de
organizaciones no gubernamentales y el hostigamiento y restricciones
arbitrarias impuestas a las organizaciones religiosas y las que critican al
gobierno” nicaragüense.
También exigieron a Ortega poner en libertad a todos
los “presos políticos” (son al menos 190 según la oposición), cesar el
hostigamiento a la prensa independiente y garantizar el derecho a la libertad
de expresión.
El Vaticano había mantenido absoluto silencio ante los
acontecimientos en el país centroamericano, donde el jueves 61 organizaciones
civiles opositoras y en exilio le enviaron una carta al Sumo Pontífice
pidiéndole que reaccionara ante la situación.
La declaración del representante del Vaticano ante la
OEA se produce mientras continúa el cautiverio del obispo de Matagalpa,
monseñor Rolando Álvarez, quien permanece retenido junto a seis sacerdotes y
cuatro laicos en la supervigilada sede de la Curia episcopal de la ciudad, 130
kilómetros al norte de la capital.
También ocurre horas después de que la Policía
nicaragüense prohibiera realizar una procesión en homenaje a la virgen de
Fátima prevista para hoy, sábado, en Managua, según reveló ayer la Arquidiócesis
de Managua.
En un comunicado, la Arquidiócesis capitalino indicó
que la procesión fue programada en ocasión del Congreso Mariano y el final de
la peregrinación de la imagen de la virgen de Fátima por el país, pero la
Policía Nacional les informó que “no permitirá” realizarla “por motivos de
seguridad interna”.
En vista de lo anterior, las autoridades católicas de
la capital invitaron a sus fieles a permanecer en ayuno y oración y acudir
“directamente a la Catedral de Managua” para “rezar por la Iglesia y
Nicaragua”.
Quienes asistan deberán hacerlo “a pie o en sus
vehículos particulares” y “de forma pacífica”, aclaró el comunicado. Indicó que
la misa será oficiada por el arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes.
La Policía no ha informado si bloqueará el acceso a la
zona de Catedral para impedir la afluencia de personas a la eucaristía, o si
permitirá que la actividad religiosa se realice sin contratiempos.
Desde septiembre de 2018, año en que estalló una
revuelta social en Nicaragua, la Policía prohíbe realizar actividades masivas
independientes. Solo permite las manifestaciones convocadas por el gobernante
partido Frente Sandinista o los actos oficiales que encabezan el presidente
Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
La Policía informó que investiga a monseñor Álvarez,
uno de los obispos más críticos de Ortega, por supuestamente “instigar al odio”
y organizar “grupos violentos”, después de que el prelado salió a la calle la
semana pasada, con un crucifijo en alto, para pedirle a los efectivos
policiales le permitieran salir y oficiar la misa en la catedral de esa ciudad
norteña.
La crisis con el obispo Álvarez ocurrió después del
cierre de siete radioemisoras católicas de Matagalpa y del cerco policial en
torno a la parroquia de Sébaco, municipio de la misma región, cuyo titular,
Uriel Vallejos, permaneció retenido junto a seis personas durante varios días.
El junio pasado, Ortega clausuró el canal católico de
televisión y en julio expulsó de Nicaragua a 18 monjas de la Orden Misioneras
de la Caridad, luego de ordenar el cierre de esa congregación fundada por la
Madre Teresa de Calcuta en la década de 1980.
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