"VENGO PARA AMPLIFICAR EL GRITO DE TANTOS QUE IMPLORAN LA PAZ": PARA FRANCISCO EN KAZAJISTÁN
ASTANA, Kazajistán (13 Septiembre 2022).- El Santo Padre pronunció un amplio discurso durante su encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático en el marco de su 38º Viaje Apostólico. Es una "peregrinación de paz", como él mismo la definió después del Ángelus del domingo 11 de septiembre.
El dombra, un instrumento musical de Kazajistán, un
emblema cultural y uno de los símbolos más importantes del país, es el elemento
que Francisco eligió para articular su mensaje a las autoridades, la sociedad
civil y el Cuerpo Diplomático, su primera alocución pública durante su
“peregrinación de paz” a la nación asiática. El encuentro se realizó este
martes 13 de septiembre en el Qazaq Concert Hall, un centro para las artes
escénicas.
Francisco expresó su agradecimiento al Presidente de
la República, Kasim-Yomart Tokaev, por las palabras que le dirigió.
“Estoy honrado
de estar aquí con ustedes, en esta tierra tan extensa como antigua, a la que
vengo como peregrino de paz, en busca de diálogo y unidad”, afirmó el Santo
Padre. “Nuestro mundo lo necesita con urgencia, necesita volver a encontrar la
armonía”, insistió, como ya lo había exteriorizado después de rezar el Ángelus
del domingo 11 de septiembre en la Plaza de San Pedro. Según Bergoglio, la
armonía en el país puede estar bien representada por el dombra.
El
dombra, símbolo de continuidad
Francisco confesó que, preparándose para el viaje,
descubrió que algunos modelos del dombra ya se utilizaban en la época medieval
y que este, a lo largo de los siglos, acompañó con música los relatos de sagas
y obras poéticas, uniendo el pasado y el presente. Este instrumento “acompasa
por tanto la memoria del país, y evoca así la importancia, frente a los rápidos
cambios económicos y sociales en curso, de no descuidar los vínculos con la
vida de quienes nos han precedido, también por medio de esas tradiciones que
permiten atesorar el pasado y valorar cuanto se ha recibido como herencia”. En
este sentido, el Papa destacó la “hermosa costumbre” extendida de hornear, el
viernes por la mañana, siete panes en honor de los antepasados.
Tras
las huellas de Juan Pablo II
Para el Sucesor de Pedro, la memoria de Kazajistán,
que el Papa Wojtyla al viajar definió como “tierra de mártires y creyentes,
tierra de deportados y héroes, tierra de pensadores y artistas” en su discurso
durante la ceremonia de bienvenida, “lleva impresa una gloriosa historia de
cultura, humanidad y sufrimiento”, declaró Francisco.
“¿Cómo no recordar, en particular, los campos de
prisioneros y las deportaciones en masa que han visto a tantas poblaciones
oprimidas en las ciudades y en las vastas estepas de estas regiones? Pero los
kazajos no se dejaron cautivar por esos atropellos; y de la memoria de la
reclusión floreció la atención por la inclusión.”
Bergoglio auguró “que, en esta tierra, transitada
desde la antigüedad por grandes movimientos de pueblos, el recuerdo del
sufrimiento y de las pruebas experimentadas sea un bagaje indispensable para
encaminarse hacia el futuro poniendo en primer lugar la dignidad del hombre, de
todo hombre, y de todo grupo étnico, social y religioso”.
Un puente entre Europa y Asia
Una vez más, citando a su predecesor, Juan Pablo II,
Francisco reconoció que "sobre todo, resuenan en el país las notas de dos
almas, la asiática y la europea, que tienen una permanente «misión de conexión
entre dos continentes", como había dicho el Papa Wotjyla en su discurso a
los jóvenes el 23 de septiembre de 2001. "Las cuerdas del dombra, subrayó
el Sucesor de Pedro, resuenan habitualmente junto a otros instrumentos de arco
típicos de estos lugares".
“La armonía madura y crece en el conjunto, en la
coralidad que hace armoniosa la vida social. «La fuente del éxito es la
unidad», recita un hermoso proverbio local. Si eso vale en todas partes, aquí
de modo particular. Alrededor de ciento cincuenta grupos étnicos y más de
ochenta lenguas presentes en el país, con historias, tradiciones culturales y
religiosas variadas, componen una sinfonía extraordinaria y hacen de Kazajistán
un taller multiétnico, multicultural y multirreligioso único, revelando su
vocación peculiar, la de ser país del encuentro.”
El
rol de las religiones en la construcción de paz
El Papa está en Kazajistán para subrayar la importancia
y la urgencia de este aspecto, al que las religiones están llamadas a
contribuir de modo particular, enfatizó el Sumo Pontífice, y, por ello, tiene
el honor de participar en el séptimo Congreso de Líderes de las Religiones
Mundiales y Tradicionales. "Oportunamente, evocó Bergoglio, la
Constitución de Kazajistán, al definirlo laico, prevé la libertad de religión y
de credo".
“Una laicidad sana, que reconozca el rol valioso e
insustituible de la religión y se contraponga el extremismo que la corroe,
representa una condición esencial para el trato equitativo de cada ciudadano,
además de favorecer el sentido de pertenencia al país por parte de todos sus
elementos étnicos, lingüísticos, culturales y religiosos. Las religiones, en
efecto, mientras desarrollan el rol insustituible de buscar y dar testimonio
del Absoluto, necesitan la libertad de expresión. Y, por tanto, la libertad
religiosa constituye el mejor cauce para la convivencia civil.”
La
tutela de la libertad, aspiración inscripta en el corazón de todo hombre
El Santo Padre expresó su aprecio por la afirmación
del valor de la vida humana mediante la abolición de la pena de muerte,
"en nombre del derecho de todo ser humano a la esperanza".
"Junto a eso, es importante garantizar la libertad de pensamiento, de
conciencia y de expresión, para dar espacio al rol único y equitativo que cada
uno ocupa en el conjunto".
Recapitulando el símbolo del dombra, Francisco
reflexionó que en este punto el instrumento puede ser de estímulo, porque es
principalmente un instrumento musical popular y, en cuanto tal, comunica la
belleza de conservar el genio y la vivacidad de un pueblo. Como acotó el
Sucesor de Pedro, "eso es lo que se confía en primer lugar a las
autoridades civiles, primeras responsables en la promoción del bien común, y se
realiza de modo especial en el apoyo a la democracia, que constituye la forma
más adecuada para que el poder se traduzca en servicio a favor de todo el
pueblo y no sólo de unos pocos". En esa línea, el Papa admitió su conocimiento
del proceso de democratización, dirigido a reforzar las competencias del
Parlamento y de las Autoridades locales y, en términos más generales, una mayor
distribución del poder. Bergoglio lo calificó como "un camino meritorio y
exigente que, ciertamente, no es breve y que requiere proseguir hacia la meta
sin volverse atrás". "En efecto, la confianza en quien gobierna
aumenta cuando las promesas no terminan siendo instrumentales, sino que se cumplen
efectivamente", indicó.
El
papel de la democracia
Hablando sobre la democracia, el Papa resaltó la
importancia de que la democracia y la modernización confluyan en un servicio
concreto al pueblo, con una buena política de escucha a la gente y respuesta a
su necesidades, de respuestas a sus necesidades legítimas, de una constante
implicación de la sociedad civil y de las organizaciones no gubernamentales y
humanitarias, con una atención particular respecto a los trabajadores, los
jóvenes y los sectores más débiles. También bregó por la urgencia de
implementar medidas para luchar contra la corrupción, puntualizando que esto es
algo que todos los países del mundo necesitan.
Kazajistán,
encrucijada de importantes intersecciones geopolíticas
El Sucesor de Pedro remarcó el "rol
fundamental" del país en la atenuación de conflictos y recordó que Juan Pablo
II viajó a Kazajistán después de los atentados del 11 de septiembre de 2001,
mientras que Francisco se encuentra en el país mientras está en curso "la
insensata y trágica guerra originada por la invasión de Ucrania, mientras otros
enfrentamientos y amenazas de conflictos ponen en peligro nuestra época".
Francisco aludió a "la cada vez más apremiante la
necesidad de extender el compromiso diplomático en favor del diálogo y del
encuentro, porque el problema de algunos es hoy problema de todos, y quien ostenta
más poder en el mundo tiene más responsabilidad respecto a los demás,
especialmente a los países más expuestos a las crisis causadas por la lógica
del conflicto".
Es
la hora de evitar la intensificación de las rivalidades
Según el Pontífice, se necesitan líderes que, a nivel
internacional, "permitan a los pueblos entenderse y dialogar, y generen un
nuevo “espíritu de Helsinki”, la voluntad de reforzar el multilateralismo, de
construir un mundo más estable y pacífico pensando en las nuevas generaciones.
Y para hacer esto es necesario la comprensión, la paciencia y el diálogo con
todos. Repito, con todos".
“Pensando precisamente en el compromiso global por la
paz, expreso mi gran estima por la renuncia a los armamentos nucleares que este
país ha emprendido con decisión; así como por el desarrollo de políticas
energéticas y ambientales centradas en la descarbonización y la inversión en
fuentes renovables, que la Exposición internacional de cinco años atrás puso de
relieve.”
La
Santa Sede está cerca de ustedes en este itinerario
Hacia el final de su extenso mensaje, el Obispo de
Roma se detuvo en la cercanía de la Santa Sede con la República de
Kazajistán: el Santo Padre dijo que
"inmediatamente después de la independencia del país, hace treinta años,
se establecieron las relaciones diplomáticas, y estoy contento de visitar el
país en la proximidad de este aniversario. Aseguro que los católicos, presentes
en Asia central desde tiempos antiguos, desean seguir testimoniando el espíritu
de apertura y diálogo respetuoso que distingue esta tierra".
Gratitud por la acogida
El Pontífice agradeció el recibimiento dispensado,
"que revela su bien conocido sentido de hospitalidad, además de tener la
oportunidad de vivir estos días de diálogo fraterno junto a los líderes de
muchas religiones".
“Que el Altísimo bendiga la vocación de paz y unidad
de Kazajistán, país del encuentro.”
"A ustedes, que tienen la responsabilidad
prioritaria del bien común, y a cada uno de los habitantes de este país, les
expreso mi alegría por estar aquí y la voluntad de acompañar con la oración y
la cercanía todo esfuerzo por un futuro próspero y armonioso de este gran país.
Raqmét! [¡Gracias!] ¡Que Dios bendiga Kazajistán!", concluyó.
Las
palabras del Presidente de la República
Antes del discurso del Papa Francisco, el mandatario
se dirigió al Pontífice en un saludo en kazajo e inglés, en el que le compartió
su sincera gratitud por la presencia en el país y por haber aceptado la
invitación, agregando que hoy es un día histórico para Kazajistán.
También le confió que prestan especial atención a este
viaje, con la convicción de que la reunión de hoy elevará la cooperación en diversos
campos a un nuevo nivel.
El Presidente también admitió el interés de escuchar
el discurso pastoral del Papa.
Por SEBASTIÁN
SANSÓN FERRARI/Vatican News
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