A 21 AÑOS MUERTE DE JUAN BOSCH ESTE PRIMERO DE NOVIEMBRE; NI LEONEL FERNÁNDEZ NI DANILO MEDINA EMITIERON COMENTARIOS ACERCA GRANDEZA DEL PROFESOR Y EXPRESIDENTE
SANTO DOMINGO, República Dominicana (1 Noviembre 2022).- Veintiún años han transcurrido del fallecimiento del profesor Juan Bosch, el más impoluto de los políticos que ha tenido la República Dominicana. Empero, ni Leonel Fernández ni Danilo Medina, aunque ambos llegaron a la dirección del Estado a través de la plataforma del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), emitieron a través de sus redes sociales opinión acerca de este aniversario de muerte del expresidente Bosch.
Con la muerte de Juan Bosch, a los 92 años en Santo Domingo, la República Dominicana pierde no sólo un ex presidente, que no llegó a cumplir siete meses en el poder, sino también un buen escritor y un pedazo de la historia del país a lo largo de casi todo el siglo XX.
A la hora de su fallecimiento era el presidente del
opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Este hijo de un comerciante catalán y de madre
portorriqueña vivió en propia carne los avatares de la turbulenta historia
dominicana: la dictadura de Trujillo; la sublevación del coronel Alberto
Caamaño, sofocada por la intervención armada de Estados Unidos, y la dominación
absoluta en las urnas, más o menos fraudulenta, de su eterno rival Joaquín
Balaguer. Fue Bosch un político contradictorio que dio bandazos a lo largo de
su dilatada carrera. Periodista y escritor precoz, Bosch fue a la cárcel por
sus actividades contra la feroz dictadura de Trujillo y, tras su libertad,
aprovechó un viaje a Puerto Rico en 1937 para iniciar un exilio por varios
países que duró hasta 1961.
En Cuba, Bosch conoció a su segunda mujer, la
escritora Carmen Quidielo, y llegó a asesor del presidente Prío Socarrás,
derrocado por el golpe de Batista. Tras el triunfo de la revolución castrista
Bosch abandonó la isla. Esto no impidió que años más tarde Bosch se sumase a
los políticos izquierdistas de América Latina cortejados por la revolución
cubana para sus campañas contra el imperialismo.
En el exilio fundó Bosch el Partido Revolucionario
Dominicano (PRD), hoy miembro de la Internacional Socialista, con el que ganó
en diciembre de 1962 las primeras elecciones tras la caída de la dictadura. Su
honradez y trayectoria intachable le hizo ganar la confianza de un pueblo que
cantaba 'Ya llegó Juan Bó, ya eto se acabó'. La alegría duró poco, porque la
presidencia de Bosch no llegó ni a sietemesina.
Un grupo de militares de ultraderecha, aliados a la
oligarquía local, dieron un golpe de Estado que derrocó al presidente electo.
Bosch tomó una vez más el camino del exilio, que le llevó un tiempo a España,
donde vivía con su esposa en un modesto apartamento en la zona norte de Madrid.
La sublevación del coronel Caamaño y la revuelta popular sirvió a Estados
Unidos para intervenir en la República Dominicana el 24 de abril de 1965 con el
pretexto de salvar al país del castrismo. La invasión, amparada por la
Organización de Estados Americanos (OEA), se saldó con varios miles de
dominicanos muertos y un poderoso argumento para la izquierda latinoamericana
en contra del imperialismo yanqui.
Regresó Bosch a su patria y se convirtió en eterno
candidato presidencial en 1978, 1982, 1986, 1990 y 1994, derrotado una vez tras
otra por su eterno rival Joaquín Balaguer, quien, a pesar de su ceguera,
recorría la isla repartiendo regalos a los votantes y, cuando esto no bastaba,
recurría a toda clase de trampas para conservar el poder. Bosch se peleó con su
partido el PRD y su delfín José Francisco Peña Gómez, ya fallecido, y fundó el
Partido de la Liberación Dominicana (PLD). En el PLD se mezclaban el marxismo
con el populismo y nacionalismo, todo ello bajo la figura carismática de un
Bosch cada vez más empecinado en sus agravios contra unos y otros. Frente a los
jóvenes políticos dominicanos, ansiosos de poder y de meter la mano en la lata,
los dos dinosaurios, Bosch y Balaguer, presentaban al menos una trayectoria de
austeridad y honradez que los hacía atractivos para el electorado incluso
cuando ya rebasaban los 80 años de edad. Por fin, en 1994, Bosch renunció a la
presidencia del PLD y ya no volvió a ser candidato a la presidencia.
No obstante, todavía tuvo Bosch la oportunidad en 1996
de pactar con su eterno rival Balaguer para impedir que llegase a la
presidencia su anterior aliado Peña Gómez y llevar a la suprema magistratura a
Leonel Fernández del PLD.
Los últimos años los pasó Bosch lleno de achaques,
hasta su muerte ayer como consecuencia de una insuficiencia respiratoria.




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