PAPA FRANCISCO A CLARETIANOS: NO SE CANSEN DE IR HACIA LAS FRONTERAS
CIUDAD DEL VATICANO (8 Noviembre 2022).- El Santo Padre se reunió con la comunidad del Instituto de Teología de la Vida Consagrada Claretianum en ocasión del 50º aniversario de su fundación y los alentó a abrir caminos y acompañar a las personas, arraigados en el Señor para ser audaces en la misión.
Múltiples y valiosos son los servicios que prestan los
Claretianos en la Iglesia, siguiendo el espíritu y la misión de San Antonio
María Claret, que tanto hizo por apoyar y promover la vida consagrada en sus
diversas formas. Lo resaltó el Papa Francisco en un encuentro, este lunes 7 de
noviembre por la mañana, con los miembros del Instituto de Teología de la Vida
Consagrada Claretianum, cuando celebran el 50º aniversario de su fundación.
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Además de agradecer al Padre que preside el Instituto
por sus palabras, el Pontífice dejó claro que la contribución de los misioneros
claretianos a las familias religiosas, a través del acompañamiento espiritual,
es conocida en todo el mundo. Puntualizó que la prueba de esto son sus
publicaciones y revistas, algunas de las que tienen más de cien años. Enfatizó
que en el actual Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las
Sociedades de Vida Apostólica han dejado su impronta los cardenales Arcadio
María Larraona y Arturo Tabera, así como el padre Jesús Torres ("Lo
recuerdo tanto: era bueno, Torres, siempre escondido"), mientras que otros
misioneros han sido y son valiosos colaboradores en este y otros Dicasterios.
El
rico aporte de los claretianos en la historia de la Iglesia
Tras el Concilio Vaticano II, como explicó el Obispo
de Roma, tuvo mucho éxito la fundación del Instituto Claretianum y del
Instituto de Madrid y, siguiendo sus pasos, los Centros Superiores de Manila,
Bangalore, Bogotá y Abuja. “En estos decenios, dijo, todos ellos han prestado y
siguen prestando un fecundo servicio a la comprensión y al desarrollo de la teología
de la vida consagrada”.
El Pontífice subrayó que los programas de los
claretianos articulan orígenes y dinámicas carismáticas, cristológicas,
históricas y canónicas, y destacó la contribución de las ciencias humanas que
ha permitido ofrecer “un rostro más humano a la vida consagrada”. También
agradeció a Dios por las varias expresiones de la actividad de los institutos
claretianos, a través de jornadas, semanas y congresos de estudio,
acompañamiento a capítulos y gobiernos de todo tipo de institutos, sociedades
de vida apostólica y nuevas formas de vida consagrada. A su vez, el Papa dio
las gracias por la vida y el servicio de los seis institutos, pero también por
las iniciativas que promueven los claretianos y continúan promoviendo en tantos
otros lugares, como México, Polonia, Reino Unido, Indonesia, entre otros. Una
presencia muy visible, afirmó el Sucesor de Pedro, en las Iglesias locales y en
las conferencias de Superiores Mayores de todo el mundo.
Francisco exhortó a los religiosos a seguir sirviendo
en la vida consagrada con espíritu claretiano, es decir, siendo misioneros,
aseveró, y citó el punto 105 de la exhortación apostólica Vita consecrata:
“¿Qué sería del mundo si no fuese por los religiosos?”. Su ayuda a los
consagrados, de acuerdo con Bergoglio, antes de ser intelectual, es testimonio,
es confesión de que Jesús es el Señor.
"El primer servicio de vuestros Institutos
Teológicos debe ser el de ofrecerse como casas de acogida, de alabanza y de
acción de gracias; como lugares donde se comparten carismas y crece el deseo de
vivir el espíritu de las Bienaventuranzas y el discurso escatológico. En ellos
se debe manifestar la comunión y fomentar la opción por los pobres y la
solidaridad, la fraternidad sin fronteras y la misión en constante salida. Con
esta disposición, se apreciará más el don de la vida consagrada y su misión en
la Iglesia y en el mundo".
A continuación, el Papa les dijo que hoy la vida
consagrada no puede dejarse desanimar por la falta de vocaciones o por el
envejecimiento y añadió que los que se dejan llevar por el pesimismo dejan de
su lado la fe. "Es el Señor de la historia quien nos sostiene y nos invita
a la fidelidad y a la fecundidad".
"Cuanto más nos acerquemos a la vida religiosa a
través de la Palabra de Dios y de la historia y creatividad de los Fundadores,
más podremos vivir el futuro con esperanza. La vida religiosa solo puede
entenderse por lo que el Espíritu hace en cada una de las personas llamadas.
Hay quienes se centran demasiado en el exterior (las estructuras, las
actividades...) y pierden de vista la superabundancia de gracia que hay en las
personas y las comunidades".
Quiero
invitarlos a subrayar el valor de la fidelidad en el seguimiento de Jesús
Otra de las invitaciones del Pontífice argentino fue a
cuidar la vida comunitaria, vivir la interculturalidad como camino de
fraternidad y misión y a promover el encuentro entre las distintas generaciones
en la vida consagrada, en la Iglesia y en la sociedad. Recordó que, hace cinco
años, con la Constitución Apostólica Veritatis gaudium, el Papa precisó
"la contribución de los estudios eclesiásticos y de los centros teológicos
a la nueva fase de la misión de la Iglesia en la que nos encontramos". Les
agradeció mucho el compromiso con el que asumieron su llamamiento y los instó a
buscar siempre nuevas formas de servir al Señor y al santo pueblo fiel de Dios.
"Como les he dicho en otras ocasiones, no tengan
miedo, cultiven cada vez más el estilo de Dios -la cercanía, la compasión y la
ternura-, sigan ayudando a tantos consagrados y consagradas a ser "una
especie de Evangelio difundido a lo largo de los siglos" (CIVCSVA,
Instrucción: Caminar desde Cristo, 2). No se cansen de ir a las fronteras, incluso
a las fronteras del pensamiento; de abrir caminos, de acompañar, arraigados en
el Señor para ser audaces en la misión".
Francisco evocó que Juan Pablo II había advertido el
peligro que supone para la vida consagrada la disminución de la consideración
del estudio.
"Descuidar la teología, la reflexión, el estudio,
las ciencias, empobrece el apostolado y fomenta la superficialidad y la
frivolidad en la misión (cf. Vita consecrata, 98)", expresó el Santo
Padre, y les agradeció por seguir ayudando a tantos a permanecer atentos,
"porque siguen cuidando la calidad del estudio y la investigación".
Remarcó que los problemas de nuestro tiempo exigen nuevos análisis y nuevas
síntesis. "Sus institutos, ustedes, profesores y alumnos, tienen una gran
tarea por delante", constató Francisco.
"Que
el Espíritu Santo los asista siempre en el servicio que realizan"
Parafraseando la oración con la que concluyó la
homilía de la misa por el 60º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano
II, Francisco los invitó a rezar con él:
"Te damos gracias, Señor, por el don del
Concilio. Tú que nos amas, líbranos de la presunción de la autosuficiencia y
del espíritu de la crítica mundana. Líbranos de la autoexclusión de la unidad.
Tú, que nos apacientas con ternura, condúcenos fuera de los recintos de la
autorreferencialidad. Tú, que nos quieres una grey unida, líbranos del engaño
diabólico de las polarizaciones, de los “ismos”. Y nosotros, tu Iglesia, con
Pedro y como Pedro te decimos: “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te
amamos” (cf. Jn 21,17)".
Extendiéndoles la bendición apostólica a ellos y sus
respectivas comunidades, el Papa les pidió que rezaran por él.
Por SEBASTIÁN
SANSON FERRARI/Vatican News


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