CANJE HISTÓRICO: LA BALONCESTISTA ESTADOUNIDENSE BRITTNEY GRINER, LIBERADA EN RUSIA EN UN CANJE POR EL TRAFICANTE DE ARMAS VIKTOR BOUT

WASHINGTON (8 Diciembre 2022).- Rusia ha liberado a la estrella de la WNBA Brittney Griner este jueves en un dramático intercambio de prisioneros de alto nivel, en el que a su vez Estados Unidos ha liberado a al notorio traficante de armas ruso Viktor Bout, según funcionarios de ambos países. 

El canje, en un momento de graves tensiones por Ucrania, logra un objetivo principal para el presidente Joe Biden, pero a un alto precio y dejando atrás a otro estadounidense que lleva encarcelado casi cuatro años en Rusia.



El acuerdo, el segundo intercambio de este tipo en ocho meses con Rusia, logró la liberación de la persona estadounidense más destacado detenida en el extranjero. Griner es dos veces medallista de oro olímpico y su encarcelamiento por cargos de drogas atrajo una atención sin precedentes sobre los presos arrestados sin fundamento en el extranjero.

Presión sobre la Casa Blanca 

La autorización de Biden para liberar a un delincuente ruso apodado "el mercader de la muerte" subraya la creciente presión que enfrentó su administración para llevar a Griner a casa, particularmente después de la reciente resolución de su caso penal y su posterior traslado a una colonia penal.

El canje fue confirmado por funcionarios estadounidenses con conocimiento directo de las negociaciones que hablaron bajo condición de anonimato. Biden ha hablado con Griner por teléfono el jueves mientras su esposa, Cherelle, estaba en la Oficina Oval. "Hace unos momentos hablé con Brittney Griner. Está a salvo. Está en un avión. Está de camino a casa", ha tuiteado Biden.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia también confirmó el canje en un comunicado emitido por las agencias de noticias rusas, que asegura que el intercambio tuvo lugar en Abu-Dhabi y que Bout fue trasladado a casa.



Funcionarios rusos y estadounidenses habían expresado un optimismo cauteloso en las últimas semanas después de meses de negociaciones tensas, y Biden dijo en noviembre que tenía la esperanza de que Rusia llegara a un acuerdo después de las elecciones estadounidenses de mitad de legislatura. Un alto funcionario ruso dijo la semana pasada que era posible llegar a un acuerdo antes de fin de año.

Aun así, el hecho de que el acuerdo fuera un intercambio uno por uno fue una sorpresa dado que los funcionarios estadounidenses habían expresado durante meses su determinación de traer a casa tanto a Griner como a Paul Whelan, un ejecutivo de seguridad corporativa de Michigan encarcelado en Rusia desde diciembre de 2018 por cargos de espionaje que, según su familia y el gobierno de EE.UU, no tienen fundamento.

A cambio de Griner, Estados Unidos liberó a un ex teniente coronel del ejército soviético a quien el Departamento de Justicia describió una vez como uno de los traficantes de armas más prolíficos del mundo. Viktor Bout, cuyas hazañas inspiraron una película de Hollywood, cumplía una sentencia de 25 años por cargos de conspiración para vender decenas de millones de dólares en armas que, según funcionarios de EEUU, se usarían contra estadounidenses.

Meses de negociación 

La administración de Biden finalmente estaba dispuesta a intercambiar a Bout si eso significaba la libertad de Griner. La detención de una de las mejores jugadoras en la historia de la WNBA generó una atención pública sin precedentes por un caso de detención individual, además de una intensa presión sobre la Casa Blanca.

El arresto de Griner en febrero la convirtió en la estadounidense de más alto perfil encarcelada en el extranjero. Su condición de mujer negra abiertamente gay, encerrada en un país donde las autoridades han sido hostiles con la comunidad LBGTQ, dio pie a movilizaciones raciales, de género y sociales, y convirtió su destino un asunto de importancia internacional.

Su caso no solo generó una publicidad sin precedentes para las decenas de estadounidenses detenidos injustamente por gobiernos extranjeros, sino que también surgió como un importante punto de inflexión en la diplomacia entre Estados Unidos y Rusia en un momento de deterioro de las relaciones provocado por la guerra de Moscú contra Ucrania.

 

El intercambio se ha llevado a cabo a pesar del deterioro de las relaciones entre las potencias. Pero el encarcelamiento de estadounidenses produjo una rara apertura diplomática y el contacto conocido de más alto nivel entre Washington y Moscú -una llamada telefónica entre el secretario de Estado, Antony Blinken, y el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov- en más de cinco meses.

En un movimiento extraordinario durante unas negociaciones secretas, Blinken reveló públicamente en julio que Estados Unidos había hecho una "propuesta sustancial" a Rusia para liberar Griner y Whelan. Aunque no especificó los términos, personas familiarizadas con el caso avanzaron que Estados Unidos había ofrecido a Bout.

La mención pública provocó una reprimenda de los rusos, quienes dijeron que preferían resolver esos casos en privado. Conllevaba además el riesgo de debilitar la posición negociadora del gobierno de EEUU para este y futuros acuerdos, al hacer que la administración pareciera demasiado desesperada. Pero el anuncio también tenía como objetivo comunicar al público que Biden estaba haciendo lo que podía y asegurar la presión sobre los rusos.

Además de los esfuerzos de los funcionarios estadounidenses, la liberación también siguió a meses de negociaciones clandestinas que involucraron a Bill Richardson, el ex embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas y emisario frecuente en conversaciones sobre rehenes, y su principal adjunto, Mickey Bergman. Ambos hombres habían realizado múltiples viajes al extranjero en el último año para discutir escenarios de intercambio con contactos rusos.

Arrestada en febrero

Griner fue arrestada en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú en febrero cuando los funcionarios de aduanas dijeron que encontraron botes de vaporizador con aceite de cannabis en su equipaje. Se declaró culpable en julio, aunque aún enfrentaba un juicio porque admitir su culpabilidad en el sistema judicial de Rusia no pone fin automáticamente a un caso. Ella reconoció ante el tribunal que los botes eran suyos, pero declaró que no tenía intención delictiva y que su presencia en su equipaje se debió a un embalaje apresurado.

Antes de ser sentenciada el 4 de agosto y recibir un castigo que sus abogados dijeron que estaba fuera de lugar por el delito, una emocionada Griner se disculpó "por el error que cometí y la vergüenza que les causé". Agregó: "Espero que en su decisión no acabe con mi vida".

Sus partidarios se habían mantenido en silencio durante semanas después de su arresto, pero ese enfoque cambió en mayo una vez que el Departamento de Estado la designó como detenida ilegalmente. El canje del veterano de la Marina Trevor Reed por Konstantin Yaroshenko, un piloto ruso condenado en EEUU en una conspiración de tráfico de cocaína, estimuló la esperanza de que se pudieran realizar intercambios adicionales.

Paul Whelan, no incluido finalmente en el canje conocido este jueves, ha estado detenido en Rusia desde diciembre de 2018. 

El gobierno de EEUU también considera que fue detenido injustamente. Fue condenado en 2020 a 16 años de prisión. Whelan no fue incluido en el intercambio de prisioneros de Reed, lo que aumentó la presión sobre la administración de Biden para garantizar que cualquier acuerdo que trajera a Griner a casa también lo incluyera a él.

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