ESTANCADA EN EL MUNDO LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN EN EL 2022 SEGÚN DE PERCEPCIÓN DE TRANSPARENCIA INTERNACIONAL

BARCELONA (31 Enero 2023).- La lucha contra la corrupción en el mundo se ha estancado. Desde el año 2017 el 95% de los países han progresado poco o nada en sus esfuerzos por acabar con esta lacra, según revela el Índice de Percepción de la Corrupción 2022 de la organización Transparencia Internacional, que mide la percepción de la corrupción en el sector público según expertos y empresarios.

Este estudio anual de referencia vincula corrupción con violencia, y revela que los gobiernos con altos índices de corrupción carecen de la capacidad para proteger a sus ciudadanos, y que el descontento público tiene más probabilidades de convertirse en violencia.

“La corrupción ha hecho que nuestro mundo sea un lugar más peligroso. Los gobiernos no han logrado, de manera colectiva, contrarrestar este fenómeno y, con esto, agudizan el aumento de la violencia y el conflicto que se observa en la actualidad, lo cual plantea peligros para las personas de todas partes del mundo", dijo Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparencia Internacional. "La única salida ante esta situación es que los Estados enfrenten la ardua tarea de erradicar la corrupción en todos los niveles para asegurar que los gobiernos trabajen para todas las personas y no solo para una élite reducida”, agregó.

El informe clasifica a los países en una escala de 0 “altamente corruptos” a 100 “muy limpios”. En el año 2022 encabeza el ránking con 90 puntos Finlandia, seguido de cerca por Nueva Zelanda, con 87. Las instituciones democráticas sólidas y el respeto por los derechos humanos también hacen de estos países unos de los más pacíficos del mundo, según el informe.

El informe también muestra que, si bien Europa occidental sigue siendo la región con la puntuación más alta, algunos de sus países muestran señales preocupantes de declive. En Europa del Este, la corrupción sigue siendo rampante, con muchos países llegando a mínimos históricos. De los 31 países de la región, sólo seis han mejorado su puntuación, mientras que siete la han empeorado.

El Reino Unido, por ejemplo, cayó cinco puntos, hasta los 73 -su puntuación más baja- debido, entre otros, a los escándalos sobre mala conducta ministerial producidos durante el gobierno de Boris Johnson. Países como Suiza, en el puesto 82, y Holanda, que obtuvo 80 puntos, muestran también signos de declive por mala gestión de los recursos públicos. Por segundo año consecutivo España ha caído un punto, situándose en el puesto 60. Los países europeos que han obtenido peores resultados son Rumanía, con 46 puntos, Bulgaria, con 43, y Hungría, con 42.

España, dos años de caídas

El grado de percepción de la corrupción en España ha vuelto a empeorar por segundo año consecutivo, al caer un punto respecto a 2021. En concreto, obtiene 60 puntos y ocupa el puesto 35, junto con Botswana, Cabo Verde y San Vicente y las Granadinas, y se mantiene en el 14 entre los 27 estados de la Unión Europea (EU), dos puntos por debajo de Portugal y Lituania.

Transparencia Internacional alerta sobre el hecho de que, a pesar de que España dispone del Código de Conducta de las Cortes Generales, más de la mitad de los parlamentarios no publican sus agendas institucionales y las que se publican "contienen información absolutamente desigual". También destaca la inexistencia de transparencia de las reuniones que mantienen, aspectos que inciden "en la capacidad de España de seguir avanzando en materia anticorrupción".

Rusia, en particular, se destacó como un ejemplo flagrante del impacto negativo de la corrupción para la paz y la estabilidad, situándose en el puesto 28. La invasión de Ucrania hace casi un año fue un claro recordatorio de la amenaza para la seguridad que representan la corrupción y la ausencia de rendición de cuentas, según el informe. Transparencia Internacional alerta que los cleptócratas en Rusia han amasado grandes fortunas prometiendo lealtad al presidente Vladimir Putin a cambio de lucrativos contratos gubernamentales y la protección de sus intereses económicos. “La ausencia de controles sobre el poder de Putin le ha permitido perseguir sus ambiciones geopolíticas con impunidad”, concluye el informe.

Antes de la invasión, Ucrania, que obtuvo 33 puntos, tenía una puntuación baja pero estaba realizando reformas importantes y había mejorado su puntuación. Sin embargo, las guerras interrumpen estos procesos y elevan los riesgos, señala el informe, lo que ha permitido a actores corruptos embolsarse fondos destinados a la recuperación, como publicaron recientemente medios ucranianos, tras lo cual, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski cesó a más de una decena de altos cargos.

El índice, que clasifica a 180 países y territorios, sitúa a Somalia en la parte inferior, con 12 puntos. Sudán del Sur empata con Siria en penúltimo lugar con 13.

Solo ocho países mejoraron el año pasado, entre ellos Irlanda con 77 puntos, Corea del Sur con 63, Armenia con 46 y Angola con 33. Compilado desde 1995, el índice se calcula utilizando datos de 13 fuentes externas, incluidos el Banco Mundial, el Foro Económico Mundial, empresas privadas de consultoría y evaluación de riesgo y grupos de expertos, entre otros. 

 

 

Por MARINA MESEGUER/La Vanguardia

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