POR COMPLICACIONES EN LA CADERA, FALLECIÓ EL CARDENAL GEORGE BELL, PREFECTO EMÉRITO DE LA SECRETARÍA DEL ECONOMÍA DEL VATICANO
CIUDAD DEL VATICANO (11 Enero 2023).- El cardenal falleció como consecuencia de complicaciones tras una operación de cadera. Tenía 81 años. Era prefecto emérito de la Secretaría de Economía desde febrero de 2019. Obispos australianos: "Su impacto en la Iglesia continuará".
El cardenal australiano George Pell, Prefecto emérito
de la Secretaría para la Economía, falleció el martes 10 de enero, hacia las 21
horas, en Roma. Tenía 81 años. El purpurado murió a causa de complicaciones
cardíacas surgidas tras una operación de cadera programada desde hacía tiempo.
Hace unos días había concelebrado los funerales de Benedicto XVI en la plaza de
San Pedro.
En
Roma tras el juicio en Australia
Pell -que sufría desde hace tiempo problemas cardíacos
y tenía implantado un marcapasos desde 2010- se encontraba en Roma, adonde
había regresado en septiembre de 2020, dos años después de someterse a un
juicio en Australia por acusaciones de abusos sexuales a menores en la década
de los '90. En junio de 2017, el cardenal había sido puesto en prisión
preventiva y había regresado a su país para ser juzgado. El Papa Francisco le
había concedido un periodo de licencia para poder defenderse de las
acusaciones. Tras un largo procedimiento judicial, el Tribunal del Condado del
Estado de Victoria había ordenado la detención del cardenal, revocando la
libertad bajo fianza que se le había concedido tras su imputación en diciembre
de 2018. Condenado en marzo de 2019 a seis años de prisión, el Tribunal Supremo
de Australia, a la vista de los numerosos defectos formales en los
procedimientos del juicio señalados por el juez Mark Weinberg, admitió la
solicitud de apelación presentada por los abogados de Pell. El cardenal fue así
completamente exonerado por una sentencia del Tribunal Superior en abril de
2020. El fallo fue acogido con satisfacción por la Santa Sede, que afirmó en un
comunicado que siempre había confiado en la autoridad judicial australiana.
Pell:
en la cárcel perdoné a mis acusadores, la fe me mantuvo vivo
Antes de su absolución, Pell pasó 404 días en una
celda en dos prisiones de máxima seguridad en Melbourne y Barwon entre febrero
y julio de 2019. Fue una experiencia dura, vivida durante un tiempo también en
régimen de aislamiento, de la que el cardenal había relatado todos los detalles
en una serie titulada "Prison Journal". "Diario de una prisión',
publicado por Ignatius Press. En más de 300 páginas, Pell, basándose en sus
notas diarias, relató sus encuentros con otros presos, las visitas y cartas que
recibió, y la oración y la Eucaristía que le acompañaron durante su
encarcelamiento. "Mi experiencia demuestra cuánto nos ayudan las
enseñanzas de la Iglesia, cuánto ayuda rezar, buscar la gracia de Dios",
dijo en una entrevista con Radio Vaticano - Vatican News, en la que también
explicó que escribió continuamente durante su encarcelamiento porque
"pensé que podía ser de ayuda para los que están en dificultad, para los
que están pasando por un momento de sufrimiento, como el que yo pasé".
Entonces -añadió- pensé que llevar un diario tendría algún interés desde el
punto de vista histórico, porque no había muchos cardenales que hubieran vivido
la experiencia de la cárcel".
El
trabajo en la Curia Romana
Nacido en Ballarat, Victoria, en 1941, arzobispo
emérito de Sídney y luego de Melbourne, el cardenal había sido llamado por el
papa Francisco el 13 de abril de 2013 a formar parte del Consejo de Cardenales
para estudiar un proyecto de reforma y ayudarle en el gobierno de la Iglesia.
El 24 de febrero de 2014 había sido nombrado prefecto de la recién creada
Secretaría de Economía, iniciando una serie de reformas financieras. Había
dejado los dos puestos en diciembre de 2018 y febrero de 2019, respectivamente.
El
recuerdo del Papa
De vuelta a Roma, el Papa había recibido al Cardenal
en el Palacio Apostólico el 12 de octubre de 2021. En aquella ocasión,
Francisco había agradecido a Pell su "testimonio". En la entrevista
prenavideña con Mediaset, el Pontífice había recordado el trabajo realizado con
previsión por el cardenal en el ámbito económico, señalando que debido a una
"calumnia" -en referencia a las denuncias de abusos en Australia-
había tenido que "dejar esta administración". "Fue Pell quien
hizo el esbozo de cómo podíamos avanzar", dijo el Papa. "Es un gran
hombre y le debemos mucho".
Condolencias
de la Iglesia australiana
En las últimas horas han llegado numerosos mensajes de
condolencia, empezando por los líderes de la Iglesia australiana. El arzobispo
Timothy Costelloe, presidente de la Conferencia Episcopal, expresó su tristeza
al conocer el "inesperado fallecimiento" de Pell, quien -escribe en
un comunicado- "proporcionó un liderazgo firme y claro dentro de la Iglesia
católica en Australia, como arzobispo de Melbourne y arzobispo de Sydney y como
miembro de la Conferencia Episcopal durante más de 25 años". "El
impacto del Cardenal Pell en la vida de la Iglesia en Australia y en todo el
mundo seguirá sintiéndose durante muchos años. Mientras le recordamos y
reflexionamos sobre su legado, invito a todos los católicos y demás personas de
buena voluntad a unirse en oración por el Cardenal Pell, un hombre de fe
profunda y perdurable, y por el descanso de su alma", escribe Costelloe.
Por su parte, el arzobispo de Sydney, Anthony Fisher,
recuerda al cardenal como "un excelente sacerdote, una buena alma
cristiana". "El lema episcopal del cardenal Pell era 'No tengan
miedo' y, en los días buenos y en los malos, se aferró a estas palabras como un
hombre valiente con gran corazón que confiaba en la providencia divina",
se lee en el mensaje. "Proclamó sin miedo el Evangelio y se esforzó para
explicar las enseñanzas de la Iglesia. Decía la verdad tal como la encontraba,
aunque fuera difícil o impopular. Fue también un hombre de oración, un hombre
de profunda fe cristiana, y un cariñoso pastor de su rebaño en parroquias,
escuelas, hospitales y en toda su diócesis". Fisher también recuerda que
los últimos años de la vida de Pell "estuvieron marcados también por su
injusta condena y encarcelamiento, pero lo soportó todo con gracia y buena
voluntad", subraya, "y nos dio a todo un ejemplo de cómo aceptar el
sufrimiento con dignidad y paz". Sus palabras de reconciliación con sus
detractores y su preocupación por los sobrevivientes se hicieron cada vez más
genuinas a medida que mantenía con firmeza y éxito su inocencia".
Por SALVATORE
CERNUZIO/Vatican News
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