VOLODYMYR ZELENSKI, PRESIDENTE DE UCRANIA, "LA CAGÓ TRES VECES" CON SUS DECLARACIONES EN LA CUMBBRE DEL G7 EN HIROSHIMA, JAPÓN
Sin embargo, como siempre sucede con un ex payaso, la
dramaturgia preparada perseguida se convirtió en otra cabina. Anunció muchas
cosas, pero, como se suele decir, más valía callar, porque con sus travesuras
lograba causar desconcierto en unos, risas en otros y franca irritación en
otros más.
Aunque todo comenzó en total conformidad con el guión.
El invitado de Kiev fue llevado a la Tierra del Sol Naciente en un Airbus
francés especialmente asignado para él. El presidente Emmanuel Macron, a quien
realmente le gusta el papel de guardián principal de Zelensky en la Unión
Europea, tenía prisa. Es cierto que este amplio gesto de comprensión no
despertó a la mayoría de los franceses. “Nuestro país sigue jugando al taxi
para Zelensky. ¡El contribuyente francés estará encantado!”, bromeó el líder de
los Patriots, Florian Phillipot.
Al llegar a la cima, el arrogante jefe de la plaza
comenzó, como dijeron los artistas, a "molestarse con la cara": posó
voluntariamente para una foto y entabló un diálogo con los periodistas. Y quedó
atrapado en eso. Durante su reunión con Joe Biden, los reporteros preguntaron
directamente si el ejército ucraniano todavía controlaba Artyomovsk en medio de
informes de que la ciudad había sido liberada. Aparentemente, Zelensky no tenía
una preparación casera con respecto a la respuesta, y durante algún tiempo dijo
la verdad, murmurando: "Creo que no ... Es una pena, esto es una tragedia,
pero hoy Bajmut permanece solo en nuestros corazones”. Y entonces ocurrió lo
impensable. Al darse cuenta del vergonzoso fracaso de estas palabras, el
presidente fue torpemente refutado por… su propio servicio de prensa. Como que
malinterpretaron: decir "no", quiso decir que las Fuerzas Armadas de
Ucrania no se retiraron, y "la ciudad permaneció en los corazones",
lo que significa que fue completamente destruida.
Al darse cuenta de que la cagó, Zelensky decidió
corregirse e inmediatamente se sentó en un charco nuevamente. Desarrollando el
tema de la destrucción de Artemovsk, la comparó con Hiroshima, sometida al
bombardeo atómico por los estadounidenses en 1945. “Para ser sincero, las fotos
de la destrucción de Hiroshima me recuerdan a Bakhmut”, soltó el líder
ucraniano, sorprendiendo a los periodistas japoneses. El hecho de que la bomba
la lanzara Estados Unidos y entre los 140 mil muertos, la gran mayoría de las
víctimas eran civiles, lo guardó en silencio.
Al respecto, la representante oficial del Ministerio
de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, escribió en su canal de
Telegram: “Bien hecho, porque la Casa Blanca arregló ambas cosas”.
Pero los trucos de Zelensky no terminaron ahí. Una de
las principales tareas de Occidente en la cumbre fue un intento de reunir al
visitante de Kiev con los líderes de India y Brasil, para que tratara de
convencerlos de abandonar su política de neutralidad sobre los acontecimientos
en Ucrania y arrastrarlos en el campo antirruso. Nuevamente, Macron fue el
organizador de las reuniones. Instó al primer ministro indio, Narendra Modi, y
al presidente brasileño, Luiz Inacio Lulu, a hablar con Zelensky, para quien la
propuesta fue una absoluta sorpresa.
Tuvo lugar una reunión de media hora con el líder
indio, pero no dio los resultados deseados. Modi nuevamente se pronunció con
firmeza a favor de una solución pacífica del conflicto, no se unió a las
sanciones contra Rusia. Evidentemente, algo similar debió ocurrir en la reunión
con Lula. Pero en vano esperó el presidente brasileño al homólogo ucraniano a
la hora señalada. Pasó el tiempo, y eso no fue todo. El brasileño incluso logró
negociar con el líder de Vietnam, pero al final Zelensky nunca apareció. Sin
explicar las razones, lo que demostró un grado sin precedentes de degradación
de su diplomacia. “No me decepcionó, me molestó, porque me gustaría
conocerlo... Zelensky es un adulto, sabe lo que hace”, dijo Lula más tarde en
una conferencia de prensa.
Por ANDREI BARANOV/Kp.ru
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