EN HAITÍ UNA OPORTUNIDAD PARA EL FUTURO, LA ESCUELA CATÓLICA PARA SORDOS
PUERTO PRÍNCIPE, Haití (29 Junio 2023).- El Instituto Monfort, única escuela especializada del país dedicada a la formación y educación de niños sordos, está dirigido por las monjas Hijas de la Sabiduría. Allí los niños, generalmente discriminados, encuentran no sólo acogida y apoyo para continuar sus estudios, sino también un refugio desde el que mirar la vida con esperanza.
Cuando, en 2013, llegué al Instituto Montfort, me
sentí particularmente atraída por los niños sordos, pero no conocía todavía el
lenguaje de signos: ¿cómo entrar en contacto con ellos? Poco a poco, ellos se
acercaron a mí y nuestra relación se enriqueció con detalles que me enseñaron a
estar al lado de estos niños con discapacidad, porque ellos realmente son
capaces de grandes cosas.
El gesto que significa amor en lengua de
señas
Las Hijas de la Sabiduría se dedican con gran empeño a la causa de los sordos en Haití.
Para hacer esto, apelan a la benevolencia de
la comunidad nacional y de la internacional para que respondan a las
necesidades educativas de los niños sordos del país, para asegurarles una
formación que les haga autónomos e independientes. Lamentablemente, sus
esfuerzos han sido inútiles y nada ha resultado de su compromiso en un momento
en que las relaciones socio-políticas en el país están muy degradadas.
En Haití hay muchos niños sordos que nunca han ido al
colegio a causa de su discapacidad, porque los padres lo perciben solo como un
peso a soportar sin ninguna perspectiva de futuro. Además, un buen número de
estos niños están ya en edad avanzada cuando llegan al Instituto Montfort y ya
han acumulado grandes déficits educativos. Las hermanas Hijas de la Sabiduría
acogen alumnos sordos a partir de los tres años. La mayor parte de estos niños
discapacitados no logra finalizar su programa escolar. En ese momento les
dirigimos al Instituto Montfort de Croix-des-Bouquets, donde pueden seguir
cursos profesionales que les consentirán aprender una profesión en uno de estos
ámbitos: carpintería-ebanistería, tecnología agrícola, sastrería, artes del
hogar y cosmetología.
Como todas las personas con discapacidad, los alumnos
sordos necesitan sentirse amados y requieren mucha atención: es necesario
escucharlos, orientarlos, tranquilizarlos, guiarlos. Poco a poco, con la ayuda constante de los
profesores y gracias a la presencia de un equipo de psicólogos comprometidos en
el proyecto pedagógico personalizado del Instituto Montfort, estos chicos
reflorecen. Poco a poco aprenden a participar en la alegría de la escucha y
hacen amistades. El bien que se logra hacer a un niño haciéndole salir del aislamiento,
es realmente inestimable. Es necesaria mucha paciencia para salir a conquistar
la confianza de los niños sordos de Haití, porque ellos saben que no son amados
y tienden a generalizar el rechazo que a menudo experimentan ya en familia. Los
niños que se quedaron huérfanos después del terremoto del 2010, como también
los que han sido abandonados por sus padres, manifiestan todos los signos de
una ansiedad crónica que les hace incapaces de mirar al futuro sin llorar. En
general, todos los niños sordos son muy emotivos: como no pueden verbalizar –
es decir, conceptualizar su pensamiento – compensan esta falta y este déficit
con comportamiento de reacciones agresivas, que es necesario enseñarles a
canalizar de la forma adecuada.
Los niños sordos son víctimas de prejuicios y
discriminación sobre todos en las ciudades pequeñas de provincia, como vemos en
la historia de una chica sorda, diplomada en artes domésticas por el Instituto
Montfort de Lavaud, en Port-de-Paix, en el noroeste del país. María había ofrecido
su ayuda, de forma gratuita, a una vecina que buscaba una pastelera que le
ayudase con la preparación para la fiesta de compromiso de su hijo. La joven
fue descartada, además con palabras poco agradables: “¿cómo puede ser que una
persona sorda sepa cocinar?”. Pero Marina, que sabe ser realmente buena,
insiste: es tenaz y determinada y al final logra tomar las riendas de la cocina
y prepara un postre delicioso. Según los invitados, la cena es realmente
excelente, la velada se convierte en un gran éxito y Marina es contratada en un
gran restaurante, para deleite de sus padres, quienes no dejan de agradecer y
felicitar al profesor de artes domésticas.
El Instituto Montfort es la única escuela
especializada de Haití que se dedica a la formación y a la educación de los
niños sordos. Aquí los jóvenes con discapacidad son acogidos con toda su
necesidad de sentirse útiles y de ser valorados. Las Hijas de la Sabiduría los
acompañan en su recorrido escolar con la ayuda de todos – profesores, personal
de apoyo, padres, amigos y benefactores. Las hermanas han constatado que los
niños con discapacidad físicas, intelectuales o con discapacidades visuales
logran al menos hacer su camino en el recorrido escolar; sin embargo, se
reserva un destino completamente diferente a los niños con discapacidad
auditivas. El sistema se adapta con mayores dificultades y está menos
estructurado para favorecer a los sordos, cuyo camino académico se detiene en
el noveno año de la escuela obligatoria. Pero desde el 2015 el Instituto Montfort
de la Croix-des-Bouquets ha aumentado su capacidad de acogida, consintiendo a
los alumnos continuar sus estudios hasta el curso de filosofía. En 2017, por
primera vez en la historia del país, el Instituto Montfort presentó ocho
candidatos a los exámenes de Estado para el bachillerato, es decir el
certificado de finalización de estudios clásicos, y todos se graduaron con
resultados notables. Desde entonces, el Instituto Montfort envía cada año
nuevos candidatos a los exámenes de Estado: hasta ahora son 49 los estudiantes
que han superado el examen, gracias a su constancia en el estudio. Hoy muchos
de ellos también han completado los estudios universitarios.
Por SOR LAMERCIE ESTINFORT/Vatican News
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