Manuel Rodríguez III, luthier y embajador de Guitarras MR: “La música es humanidad y fomenta la paz”
Con la guitarra española como emblema, Manuel Rodríguez recorre el mundo, algo que ya le viene de familia. Siendo tercera generación de luthier y rostro visible de la marca que lleva su nombre (y el de su padre y su abuelo), Rodríguez comparte una gran pasión por la música y por llevar con ella un mensaje de esperanza.
Las guitarras MR se han posicionado como un referente en el mundo. Este instrumento singular, lleno de historia y presente, le ha abierto puertas en todo tipo de entornos. Para Manuel Rodríguez, la guitarra es emblema de un modo de vida marcado por la pasión, el amor a la música y el valor para levantarse cuando todo parece estar en contra.
Aprovechamos el encuentro de Líderes Empresariales Cristianos para tener un breve encuentro con Manuel Rodríguez, un hombre con quien conversar se convierte en una aventura plagada de historias, anécdotas y experiencias que no se olvidan.
Pregunta. Manuel, sabemos que tu trabajo te apasiona. ¿Cómo definirías lo que estás haciendo en el momento actual?
Respuesta. Soy un humilde guitarrero, ni español ni americano, sino ciudadano del mundo. Mi vida está marcada por experiencias, algunas muy duras, pero también bonitas, que me han permitido avanzar de una forma que jamás me hubiera podido imaginar. Yo llevo el evangelio con la guitarra española por el mundo. Este instrumento me ha permitido estar con autoridades, con el Rey, entregando ya más de 40 guitarras a jefes de Estado. Son guitarras hechas con mucho cariño, en las que siempre incluyo la figura del pez cristiano, así cuando me lo preguntan, yo explico que tiene que ver con mi fe.
Este trabajo me ha permitido estar con los mejores músicos del mundo. MR tiene más de cien años de trayectoria, y hay muchos músicos creyentes, como Carlos Santana, sobre todo en Estados Unidos. Hacemos juntos sinergias para llevar la palabra de Dios. Y en mi vida muestro que te puedes caer, pero te puedes levantar y seguir adelante.
P. Has contado que en tu vida, pasaste por crisis profundas en la empresa. ¿Qué ocurrió, y cómo te levantaste de la dificultad?
"En Rumanía, contratamos a mujeres ucranianas para ayudarles a mantener sus familias"
R. Hace unos años me hundieron la fábrica, y esto me llevó a replantearme la forma de trabajar. Aquí en España es todo artesanía. Somos unos diez luthiers, que fabricamos las guitarras que están por encima de 1.000 euros. Y en Rumanía, tenemos una fábrica que está cerca de Transilvania. Hice un acuerdo con una gran firma musical alemana que me ha permitido hacerlo a mayor escala. Ahora me dedico sobre todo a ser embajador de la marca, contando además mi testimonio. Además llevo la marca España por el mundo, con este producto tan propio de nuestro país y de nuestra cultura.Esta fábrica en Rumanía estaba a punto de hundirse, y a partir de conseguir que se fabricaran allí las guitarras, hemos podido salvar también a 250 trabajadores. Ahora estamos contratando a mujeres ucranianas, para que puedan mantener a sus familias en la situación tan complicada que están viviendo con la guerra.
"Me acerco a todos con humildad, y lo aprecian"
P. Sabemos que en los últimos años has podido estar con músicos muy famosos, actores, jefes de Estado… ¿Cómo te ves a tí mismo en ese mundo de alta influencia?R. Soy una persona muy extrovertida, pero siempre voy con mucha humildad. No soy político, soy más bien del partido del sentido común, entonces me desenvuelvo de forma muy natural. Los músicos famosos, o las personas de relevancia, también son así. Son personas con mucho poder… Por ejemplo, he estado con alguien como Carlos Slim, y yo simplemente le entrego la guitarra como un regalo simpático, que dura toda la vida y dando valor al instrumento, porque la música es algo que nos acompaña para siempre. Sin música, no somos seres humanos. A cada persona relevante con la que puedo estar, a los jefes de Estado, siempre les animo a apoyar la música en sus países. La música es humanidad y pacifica. Ellos aprecian esa sencillez de acercamiento.
P. En los momentos de crisis fuertes en tu vida, ¿qué te ayudó a mantenerte?
R. La fe ha sido clave. Si no tuviese fe, estaría en un psiquiátrico con pastillas. Mi psicólogo fue Jesús, y hubo por supuesto personas que me ayudaron en las etapas de crisis. Lo increíble de todo esto es que como líderes, tenemos que experimentar la caída y el sufrimiento. Si no sufrimos, no valoramos lo que tenemos. En el ejemplo de mi empresa, hemos vivido dos quiebras, dos guerras mundiales, una pandemia, en 118 años. Y ¡no pasa nada! Ya tendremos tiempo de descansar en el cielo. Aquí estamos para sufrir, trabajar, pico y pala, y llevar el evangelio a la gente. Mientras Dios nos dé fuerzas, nos abra la perspectiva y la visión para encontrar nuestro propósito, tenemos que estar dispuestos.
"Siempre que fracasamos, es para crecer y poder llegar a un sitio mejor"
En mi caso, en 24 horas me quedé en el paro, sin la empresa, y sin cobertura, mi reacción inmediata fue preguntar: “Señor, ¿por qué me has hecho esto? ¿Cuál es el propósito?” Pues ahora puedo decir que me ha puesto en un sitio mucho mejor que el anterior. Siempre que fracasamos es para estar en un sitio mejor. Si hubiese seguido con la fábrica en España, yo creo que eso me habría consumido, con dificultades. Ahora, en cambio estoy disfrutando: soy embajador de la marca, me puedo dedicar al diseño de las guitarras, estar con músicos de todo el mundo, con personas relevantes, y llevar el evangelio. Si tuviese la carga de una fábrica con cien personas, estaría estresado. Pero ahora la fábrica está en Rumanía, la llevan los alemanes, y yo seré embajador de la marca hasta que me muera. Había estado cuarenta años así, con esa presión; y ahora estoy empezando a disfrutar de la vida. Dios me ha liberado.
P. También en los momentos de éxito, ¿es necesario saber gestionarlo?
R. Es una buena pregunta, porque como humanos tenemos el ego, la soberbia… Debemos tener cuidado de no caer en creernos que somos mejores. Es necesario mantener la sencillez, la humilidad, buscar siempre a Jesús porque somos humanos y nos contaminamos. Tenemos que estar alertas. Yo fui a Fiji a montar una fábrica de ukeleles y por la picadura de un mosquito cogí el dengue, y ¡estuve a punto de morir! Pero he pasado la experiencia y he revivido. Cuando estás cerca de la muerte y sales, agradeces esa nueva oportunidad de vida. Tengo 60 años y no queda más que ser gladiadores para llevar la palabra de Dios. Siempre animo a otros a no tener miedo, a que cuando caigamos, con fe, podamos levantarnos para seguir.
P. ¿Crees necesario encontrar personas en el mundo empresarial que compartan esta fe y puedan apoyarse mutuamente?
R. Por supuesto. Estas conferencias son una bendición. Me gustaría que el año que viene seamos 500 empresarios en el encuentro de Líderes Empresariales Cristianos. Porque esto hay que divulgarlo. En la iglesia evangélica muchas veces somos cerrados, no nos damos a conocer… Pero es importantísimo que descarguemos nuestras experiencias juntos, porque salimos fortalecidos. No solamente en crecimiento espiritual, sino en confianza en nosotros mismos.
P. ¿Qué proyectos de futuro tienes?
R. Al estar en este nuevo formato de vida que Dios me ha permitido vivir, tengo oportunidades emocionantes. Estoy involucrado en los Latin Grammy que, por primera vez, se van a realizar aquí en Sevilla. Son tres años que se va a hacer, y voy a dar guitarras a los premiados. Por supuesto, llevaré el mensaje. Dios me usa ahí. Llevo ya unos 12 años con Antonio Banderas en Starlight. Otro proyecto que tengo es fomentar una producción sostenible. Con cada guitarra, regalamos semillas para que se planten árboles. Otra cosa que hago es que regalo guitarras firmadas por músicos famosos, para que se subasten y esto se pueda usar para ayudar a ONGs. Lo he hecho durante años con la fundación Jimmy Carter. También he desarrollado con el alcalde de Los Angeles en un proyecto donde subastamos guitarras para ayudar a personas sin hogar. Y quiero hacerlo también aquí en España, con otras organizaciones que puedan necesitarlo. Es la manera que yo tengo de ayudar, y lo quiero difundir entre ONG y empresas cristianas.
"El miedo es del diablo"
P. En el mundo de la música, a veces hay personas que tiene miedo o reticencias, considerando que pueda ser un entorno complicado para vivir la fe. ¿Cómo lo ves?R. Si no somos valientes, nunca vamos a crecer. El miedo es del diablo, y si no lo vencemos, no avanzamos. Tenemos que quitarnos prejuicios en cuanto al mundo en el que vivimos. Estamos en un mundo impresionante: todo país democrático es por la influencia del cristianismo. Yo cogí un camión con 500 guitarras y me fui por toda Europa a venderlas, sin saber si lo podría lograr. El “no” ya está ahí, pero si no llamas a la puerta, no encontrarás el “sí”. Así que ¡sal adelante! Busca el sí, es la forma de encontrarlo. Esa perspectiva es la que me ha servido para avanzar. Aún encontrando muchos noes, un pequeño sí me ha abierto puertas, pero ¡hay que buscarlo!
Por DANIEL HOFKAMP/Protestante digital
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