Cómo el cofundador de Wikipedia se convirtió al cristianismo; Larry Sanger narró en su blog cuándo y por qué tomó la decisión de seguir a Jesús
MADRID (11 Febrero 2025).- Fundada en 2001, la Wikipedia, enciclopedia en línea de libre acceso por excelencia, se ha convertido en una de las cinco páginas web más visitadas. El pasado 5 de febrero, uno de sus fundadores, Larry Sanger, reveló en su blog que profesa la fe cristiana, explicando el camino que le había llevado hasta ello.
Sanger nació en 1968, en una familia cristiana que
asistía regularmente a la Iglesia Luterana Missouri Synod. Pero aunque a los
doce años se confirmó en dicha iglesia, poco a poco se fue alejando de la fe, a
lo que contribuyó que su familia dejara de congregarse. “Probablemente”,
afirma, “dejé de creer en Dios con 14 o 15 años”.
La curiosidad de Sanger
Aquel adolescente a quien desde pequeño sus líderes le
increparon por “hacer demasiadas preguntas”, encaminó su pasión hacia la
disciplina de la Filosofía. Como bien reconoce en su blog, pronto interpretó la
creencia en Dios como algo irracional, solamente aceptada por los que no eran
capaces de responder preguntas difíciles.
Siempre sintió que tenía una misión personal de buscar
la verdad. Esto le llevó a graduarse en Filosofía y emprender el camino
necesario para ser profesor de Universidad, relacionándose con irracionalistas,
nihilistas y objetivistas. Desencantado por las respuestas que esas corrientes aportaban
a sus preguntas, se puso como objetivo desarrollar su propio sistema
filosófico, a sabiendas de que quizás era una meta demasiado ambiciosa.
Finalmente, decidió alejarse del mundo académico. Tras
presentar su tesis doctoral en 2000, continuó dando clases en varias
universidades hasta 2005, cuando empezó a dedicarse por completo a sus
proyectos en Internet, incluyendo Wikipedia, fundada cuatro años atrás.
Sobre
la existencia de Dios
Su postura con respecto a Dios se orientó inicialmente
hacia el agnosticismo. “Ni siquiera sé lo que ‘Dios’ significa”, y “cualquier
argumento que use el concepto de Dios es un sinsentido”, solía decir. Sin
embargo, algo se removió dentro de él cuando en 1994 uno de sus alumnos le
expuso el argumento del “Ajuste Fino” para justificar la existencia de Dios.
“Muy a mi pesar, tenía lágrimas en los ojos. Incluso a día de hoy sigo sin
saber muy bien por qué”.
Nunca simpatizó con los ateos más apasionados de su tiempo,
como Richard Dawkins. De hecho, consideraba sus argumentos “groseros y
detestables”. Esto le llevó a posicionarse en el lado teísta de los debates, y
si bien seguía considerándose agnóstico, su respeto hacia los filósofos
creyentes y sus argumentos hizo que juzgara la creencia en la existencia de Dios
como “racional, al menos”.
Algo
empieza a cambiar
Más allá de su opinión intelectual sobre la fe, su
matrimonio en 2001 y el nacimiento de su primer hijo cinco años más tarde
hicieron que cambiara su postura también en cuanto a la ética, cuestionando las
posturas ateas. “Si estoy dispuesto a morir por mi mujer y mis hijos, ¿estaría
actuando en interés propio?”, se preguntaba.
Mientras sus razones para no creer “se desvanecían una a una”, su actitud hacia la Biblia cambiaba ligeramente. Larry comenzó en 2010 a leer ocasionalmente algunos fragmentos de historias bíblicas a sus hijos. Pero para él no eran más que eso, historias sin mayor relevancia: “Simplemente supuse que no había nada terriblemente profundo que entender”.
Su consideración sobre la religión se volvió más
favorable al observar detenidamente el mundo que le rodeaba. “Como una fuerza
cultural seria, que nos inspira a vivir bien, la religión es una pálida sombra
de lo que fue. Incluso como no creyente, me parece una pérdida muy profunda.”
“Nunca temí
volverme religioso. Simplemente era incapaz, porque me parecía totalmente
injustificable”. Por eso, cuando a partir de 2017 comenzó a escribir ensayos
filosóficos sobre Dios, el bien y el mal, algo cambió. Ahora no solo veía creer
en Dios como algo razonable o tolerable, sino como algo “agradable”,
sintiéndose atraído hacia el cristianismo.
Redescubrir
una Biblia que responde a sus preguntas
Las nuevas averiguaciones sobre el “caso Epstein”, que
pusieron al descubierto toda una trama organizada de tráfico y explotación
sexual de menores, le horrorizaron. “¿En qué clase de mundo vivimos si nuestras
instituciones permiten que esto pase con impunidad?”
Gracias a los libros que le recomendó una de sus
amistades, descubrió la conexión entre este tipo de abusos y el ocultismo.
Cuanto más leía sobre ello, más incomodidad sentía con el tema. Aunque acabó
dejando de informarse sobre la materia, ni siquiera desde un punto de vista
académico o crítico, esta experiencia alimentó su curiosidad por la Biblia.
“Empecé a leer la Biblia”, y “cuando realmente busqué
entenderla, me di cuenta de que era más interesante y coherente”, asegura. “La
Biblia podía resistir el interrogatorio; ¿quién lo diría?” Comprobar no
solamente que sus preguntas nunca eran “demasiadas”, sino que la Biblia además
tenía respuestas para ellas, ayudó a derribar la barrera que inicialmente le
alejó de Dios.
El siguiente paso fue empezar a “hablar con Dios”,
sospechosamente acercándose a la idea de orar que había conocido desde pequeño.
Llegado a este punto, “ya había empezado a creer en Dios”, confiesa Sanger,
“pero no estaba preparado para admitirlo ante mí mismo”.
Su
conversión al cristianismo
A la luz de sus nuevas experiencias, rexaminó los
argumentos a favor de la existencia de Dios que había conocido hasta entonces,
y empezó a escribir sus propias reflexiones sobre el tema. Todas ellas son
esbozadas en la segunda parte de su entrada en el blog. Fue entonces cuando
salió de su propio engaño, reconociendo en febrero de 2020 que creía en Dios.
Dios existe: argumento filosófico a favor del Dios
cristianos (God Exists: A Philosophical Case for the Christian God) comenzó
siendo un artículo más de su blog, subido a mediados de 2020. Pero rápidamente
se dio cuenta de que tenía potencial como libro, de manera que lo retiró de la
web y a día de hoy sigue trabajando en su publicación.
Al fin y al cabo, parece ser que Sanger sí que acabó
escribiendo su propio sistema filosófico, solo que a la luz del Evangelio.
En los últimos párrafos de su comunicado, Larry
confiesa que aún no forma parte de ninguna iglesia. “Sé que estoy llamado a
alabar junto a mis hermanos y hermanas en Cristo”, reconoce, pero “sigo
haciendo demasiadas preguntas”. Comenta que “no querría empezar a contradecir
públicamente mi propia denominación”, refiriéndose a la posible publicación de
un libro y a su actividad en línea.
¿Cuántos
Larry Sanger habrá a nuestro alrededor?
“Nunca tuve una experiencia de conversión alucinante.
Me acerqué a la fe en Dios lentamente y a regañadientes —con gran interés, sí,
pero lleno de confusión y consternación”, cuenta el filósofo.
Esta historia es inspiradora, pero también nos lanza
un reto. ¿Cuántos Larry Sanger habrá a nuestro alrededor? Leer y conocer su
testimonio inevitablemente a reflexionar sobre cómo nos relacionamos con
quienes dudan, cuestionan o buscan respuestas.
“Hacer demasiadas preguntas” fue lo que al principio
alejó a Larry de Dios, pero también fue lo que le llevó, años más tarde, a
acercarse a Él. Sin duda, descubrir por sí mismo lo que la Biblia tenía que
decir a sus inquietudes más profundas fue crucial en su “lento” camino hacia
Jesús. Pero en ese proceso, el filósofo agradeció encontrarse con personas y
situaciones que trastocaran sus esquemas, como aquel estudiante al que daba
clase en 1994.
Y nosotros, ¿estamos preparados para acoger con amor y
comprensión a quienes buscan respuestas?.
Por MARINA FERNÁNDEZ SOTO/Protestante digital
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