Becerra analiza la incertidumbre del mundo moderno. Explica
cómo la Segunda Guerra Mundial y la revolución científica han cambiado la
manera en que la humanidad percibe la realidad. A pesar de los avances en
ciencia y tecnología, el autor destaca que el conocimiento humano es limitado y
que la única verdad inmutable proviene de Dios. En este contexto, advierte
sobre los peligros de una sociedad que ignora los fundamentos espirituales y se
deja llevar por ideologías fluctuantes.
El autor también examina la posmodernidad y sus efectos en
la sociedad y la teología. Según Becerra, vivimos en una era caracterizada por
la inestabilidad, el relativismo y la crisis de valores. Argumenta que los
cambios en la moral y la ética han llevado a una fragmentación del pensamiento,
afectando incluso la teología cristiana. Frente a este panorama, plantea la
necesidad de un cristianismo que pueda adaptarse a los tiempos sin perder su
esencia bíblica.
Un punto central de su reflexión es el desafío que enfrenta
la iglesia ante la creciente secularización. El autor resalta la importancia de
mantener una teología basada en la verdad bíblica, en lugar de sucumbir a
tendencias filosóficas o ideológicas que diluyen la fe. También menciona que la
Biblia es la máxima fuente de conocimiento y orientación para los creyentes, ya
que proporciona respuestas claras ante los dilemas del mundo actual.
Asimismo, analiza cómo la ciencia y la tecnología buscaron
reemplazar a la teología como fuente de conocimiento y autoridad. Explica que,
aunque los avances científicos permitieron un mayor entendimiento del universo,
no pueden responder a cuestiones fundamentales sobre el propósito y el sentido
de la vida. Cita ejemplos históricos de científicos cristianos que han
demostrado que la fe y la razón no son incompatibles, sino complementarias.
Heberto Becerra concluye que, a pesar de los cambios y la
incertidumbre del mundo, Dios sigue teniendo el control. Anima a los creyentes
a fortalecer su fe y a estudiar la Biblia para enfrentar los desafíos de la
posmodernidad. También plantea preguntas de reflexión para profundizar en el
tema, invitando al lector a considerar el papel de la teología en su vida personal
y en la sociedad actual.
Huellas Imborrables es un llamado a mantener una fe firme en
tiempos de cambio, destacando la importancia de la teología en la vida
cristiana y su papel en la defensa de la verdad bíblica frente a los desafíos
contemporáneos.
Tomado de MUNDO HISPANO
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