Acuden miles de fieles católicos a ver los restos de una santa española que murió en 1582
ALBA DE TORRES, España (27 Mayo 2025).- Se forman para verla, silenciosos y asombrados: dentro de un ataúd de plata abierto está santa Teresa de Ávila, más de 440 años después de su muerte.
Los fieles católicos están acudiendo a Alba de Tormes,
un pueblo rodeado de pastizales ondulantes en el oeste de España, donde los
restos de la santa española, mística y reformadora religiosa del siglo XVI,
estuvieron en exhibición este mes.
Los fieles católicos están acudiendo a Alba de Tormes,
un pueblo rodeado de pastizales ondulantes en el oeste de España, donde los
restos de la santa española, mística y reformadora religiosa del siglo XVI,
estuvieron en exhibición este mes.
“Al entrar a verla me ha dado una sensación de
plenitud, de alegría, de tristeza”, dijo Guiomar Sánchez, quien viajó desde
Madrid con sus dos hijas el domingo, el último día completo de la exhibición.
Inspirada por la creencia de su madre en la monja
carmelita, Sánchez elogió los escritos de la mística por estar adelantados a su
tiempo. Dijo que también vino en parte para honrar a su madre.
“Verla fue una experiencia inexplicable”, añadió
Sánchez.
El lunes por la mañana, el ataúd de la santa que murió
en 1582 fue sellado nuevamente y llevado por las calles del pueblo, mientras
los peregrinos seguían la procesión. No está claro cuántos años —o décadas—
pasarán antes de que la iglesia vuelva a hacer visibles al público los restos
de santa Teresa.
La última vez que Teresa fue exhibida fue en 1914,
cuando los devotos tuvieron un solo día para ver a la santa. Esta vez, la
exhibición atrajo a casi 100,000 visitantes durante dos semanas, dijo el padre
Miguel Ángel González, prior de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes y
Salamanca.
El ataúd que contiene los restos de la santa mide
apenas 1.3 metros (4 pies) de largo.
Lo que es visible es un cráneo vestido con un hábito
que cubre otras partes del cuerpo, no todas intactas. El corazón de la santa se
guarda en otra parte de la iglesia, dijeron las autoridades. Otras partes del
cuerpo —dedos, una mano y una mandíbula— se conservan como reliquias en
iglesias de toda Europa.
Teresa es una figura destacada de la Edad de Oro de
España y de la Contrarreforma del siglo XVI. Sus exploraciones de la vida
interior y sus meditaciones sobre su relación con Dios fueron controvertidas,
pero a lo largo de los siglos se han considerado un “tratado de espiritualidad
clásico, pero muy profundo, muy bien elaborado”, dijo José Calvo, profesor de
teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, especializado en historia
medieval.
Muchos la han venerado. Se cree que el exdictador
español, el general Francisco Franco, mantenía una reliquia de la mano de la
santa junto a su cama.
El pasado septiembre, el recién elegido papa León XIV
visitó el lugar de nacimiento de la santa en Ávila, a una hora en coche de Alba
de Tormes.
Los restos de Teresa también han generado memes en
internet sobre la naturaleza macabra de aglomerarse alrededor de su cráneo de
siglos de antigüedad.
En Alba de Tormes, los funcionarios de la iglesia y
los expertos minimizaron tales reacciones, diciendo que la exhibición no era
nada fuera de lo común para la forma en que los católicos han venerado a sus
santos durante siglos.
“Simplemente era algo que la gente siempre hacía
cuando pensaban que alguien podría ser un santo”, dijo Cathleen Medwick, quien
escribió el libro “Teresa de Ávila, El Progreso de un Alma”.
“Y el hecho de que su cuerpo no se hubiera
descompuesto mucho también se consideraba un signo de su santidad”, añadió
Medwick.
Este mes, algunos fieles se mostraron visiblemente
conmovidos. El domingo, un grupo de monjas de la India se secaron las lágrimas
estando de pie al lado del ataúd, mirando los restos de la santa detrás de una
vitrina.
Gregoria Martín López, de 75 años, subió a una parte
elevada de la iglesia detrás del altar, con la esperanza de tener una mejor
vista del diminuto cráneo de la santa.
“La santa para mí es una cosa de gran fortaleza. Si la
cierran, puedo decir que ya la he visto”, dijo Martín y con lágrimas en los
ojos, lanzó un beso hacia la reliquia de Teresa mientras música de órgano
llenaba el espacio.
No hay comentarios.: