Papa León XIV a los nuncios: sean la mirada de Pedro, siempre del lado de los últimos
CIUDAD DEL VATICANO (10 Junio 2025).- León XIV se reúne con los representantes pontificios en el Vaticano con motivo del Jubileo de la Santa Sede y les recuerda la misión de «construir relaciones», dando testimonio de la caridad de Cristo «dispuesta a todo» y defendiendo «el derecho a creer en Dios». Una misión que debe llevarse a cabo en comunión con el Papa y con los obispos locales.
«Sean hombres capaces de construir relaciones» allí
donde cuesta más, «sean siempre la mirada de Pedro», que sabe que no tiene «la
solución para todo», pero que tiene «lo que importa, es decir, a Cristo», y
puede dar testimonio de su amor, «de esa caridad que está dispuesta a todo». El
Papa León XIV describe así la misión de los representantes pontificios ante los
Estados y las organizaciones internacionales de todo el mundo, reunidos esta
mañana en la Sala Clementina, después de haber celebrado juntos ayer el Jubileo
de la Santa Sede y atravesado la Puerta Santa, con el compromiso de «ser
valientes testigos de Cristo, nuestra esperanza».
“Cuento con ustedes para que en los países donde viven
todos sepan que la Iglesia siempre está dispuesta a todo por amor, que siempre
está del lado de los últimos, de los pobres, y que siempre defenderá el
sacrosanto derecho a creer en Dios, a creer que esta vida no está a merced de
los poderes de este mundo, sino que está atravesada por un sentido misterioso”
Al servicio de los pueblos víctimas de guerras e
injusticias
Solo el amor, aclara el Papa, «es digno de fe, ante el
dolor de los inocentes, de los crucificados de hoy», que muchos nuncios
apostólicos conocen personalmente, «porque sirven a pueblos víctimas de
guerras, de violencias, de injusticias, o incluso de ese falso bienestar que
engaña y decepciona».
En
comunión con el Papa y los obispos locales
Antes de entregarles el anillo con la frase grabada
«sub umbra Petri», que describe bien el significado de su servicio, León XIV
invita a los representantes pontificios a sentirse «siempre unidos a Pedro,
custodiados por Pedro, enviados por Pedro».
Solo en la obediencia y en la comunión efectiva con el
Papa su ministerio podrá ser eficaz para la edificación de la Iglesia, en comunión
con los obispos locales.
Instrumento de unidad, al servicio de la dignidad de
la persona
Por eso les pide que tengan siempre «una mirada
bendecida, porque el ministerio de Pedro es bendecir, es decir, saber ver
siempre el bien, incluso el que está oculto, el que es minoritario». Y que se
sientan misioneros, «enviados por el Papa para ser instrumentos de comunión, de
unidad, al servicio de la dignidad de la persona humana», promoviendo «relaciones
sinceras y constructivas con las autoridades con las que estarán llamados a
cooperar».
El
saludo del cardenal Parolin
En su saludo inicial, el cardenal secretario de Estado
Pietro Parolin agradeció a León XIV por haber confirmado el encuentro con los
representantes pontificios, que ya había decidido el Papa Francisco, y por
haberle dado una periodicidad trienal. Recordó que en la última Asamblea
Plenaria del Dicasterio para los Obispos, como prefecto, el cardenal Prevost
habló de la «irremplazable colaboración de los nuncios» con el mismo
Dicasterio. «Gracias por estas palabras --concluyó Parolin-, porque realmente
significan la importancia que usted atribuye a esta misión en la Iglesia».
El
papel insustituible en la selección de los candidatos a obispos
Al comenzar su discurso, el Pontífice, respondiendo al
saludo del secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, subraya que el
ministerio de los nuncios apostólicos es insustituible.
Yo lo creo profundamente: su papel, su ministerio es
insustituible. Tantas cosas no podrían darse en la Iglesia si no fuera por el
sacrificio, el trabajo y todo lo que ustedes hacen, que permite que una
dimensión tan importante de la gran misión de la Iglesia siga adelante, que
precisamente, en el caso del que hablaba, es la selección de candidatos para el
episcopado.
Una
diplomacia modelo de fraternidad humana y paz
El Papa León subraya que los nuncios apostólicos son,
ya por su propia persona, «una imagen de la Iglesia católica, porque no existe
en ningún país del mundo un cuerpo diplomático tan universal como el nuestro».
Universal, pero también unido, «porque su comunión, nuestra comunión, no es
solo funcional, ni solo ideal, sino que estamos unidos en Cristo y en la
Iglesia».
“La diplomacia de la Santa Sede constituye en su mismo
personal un modelo - ciertamente no perfecto, pero muy significativo - del
mensaje que propone, es decir, el de la fraternidad humana y la paz entre los
pueblos”
Una
red operativa que apoya al Papa en su servicio
El Papa León XIV, que está «dando sus primeros pasos»
en el ministerio que le ha sido confiado por el Señor, expresa su gratitud por
el trabajo de quienes le ayudan a desempeñar su servicio, como los
representantes pontificios. Recuerda que cuando se le presenta la situación de
la Iglesia en un país, puede contar «con la documentación, las reflexiones y
las síntesis preparadas por ustedes y sus colaboradores». Porque la red de
representaciones pontificias «está siempre activa y operativa», gracias a la
«dedicación y organización», pero aún más a las «motivaciones», al «estilo
pastoral» y al «espíritu de fe» que animan a los nuncios apostólicos. Y cita lo
que escribió san Pablo VI...
A través de sus representantes, que residen en los
distintos países, el Papa participa en la vida misma de sus hijos y, casi
insertándose en ella, llega a conocer, de manera más rápida y segura, sus necesidades
y sus aspiraciones.
Hombres
capaces de construir relaciones donde cuesta más esfuerzo
Para describir la misión de los nuncios apostólicos en
relación con la suya, León XIV utiliza la imagen bíblica del relato de la
curación del cojo, en los Hechos de los Apóstoles. Como Pedro y los apóstoles,
subraya, aún hoy «la Iglesia se encuentra a menudo con hombres y mujeres que ya
no tienen alegrías, a quienes la sociedad ha marginado». Y si Pedro invita al
cojo a mirarlo, lo hace para construir una relación. Porque «el ministerio de
Pedro es crear relaciones, puentes» y un representante del Papa está ante todo
al servicio de esta mirada a los ojos.
“¡Sean siempre la mirada de Pedro! Sean hombres
capaces de construir relaciones allí donde es más difícil. Pero al hacerlo,
conserven la misma humildad y el mismo realismo de Pedro, que sabe muy bien que
no tiene la solución para todo”
De hecho, Pedro dice que no tiene «ni oro ni plata»,
pero sabe que tiene lo que importa, «es decir, a Cristo, el sentido más profundo
de toda existencia: «En el nombre de Jesucristo, el Nazareno, ¡camina!». Porque
«dar a Cristo significa dar amor», dar testimonio de una caridad «que está
dispuesta a todo».
Los
«santos diplomáticos» Juan XXIII y Pablo VI
El Pontífice los invita finalmente a aspirar a la
santidad siguiendo el ejemplo de los santos «que han estado al servicio
diplomático de la Santa Sede, como san Juan XXIII y san Pablo VI». Y subraya
que el papel de Pedro es «confirmar en la fe»: también los representantes
pontificios necesitan esta confirmación «para convertirse en mensajeros, signos
visibles en todas partes del mundo».
Por ALESSANDRO
DI BUSSOLO/Vatican News
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