✨📊 Frank Antonio Andújar Nova: El maestro que conversaba con los números y transformó la estadística en esperanza ✨

 

Frank Antonio Andújar Nova nació en San Cristóbal, República Dominicana, hijo de Pedro Antonio Andújar Nina y Ana Virtudes Nova. La vida lo formó en la sencillez: fue criado en gran parte por sus abuelos y por una tía que lo acompañó con rigor y ternura en sus primeros años. Desde muy joven conoció el sacrificio y la responsabilidad: trabajó como paletero junto a su abuela y también como limpiabotas para ayudar a su hermano mayor, experiencias que lo marcaron con la conciencia del esfuerzo y la dignidad del trabajo.

Su educación comenzó en la Escuela Mariano Cestero, continuó en la Escuela Juan Pablo Pina, y culminó el bachillerato en el Liceo Manuel María Valencia de San Cristóbal. A la par de los estudios, en su juventud practicó voleibol y fútbol, deportes en los que destacó, aunque un accidente le fracturó una pierna y lo obligó a retirarse de la cancha. Esa herida lo acercó más aún a la vida académica. 

En la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) se formó en Estadística y Economía, dos disciplinas que convirtió en sus trincheras intelectuales. La pasión por la ciencia de los datos fue tal que desde temprano empezó a enseñar lo que aprendía. Posteriormente, amplió su horizonte profesional estudiando Derecho en la Universidad Central del Este (UCE), mientras impartía clases de Estadística, convencido de que el saber debía expandirse en múltiples dimensiones.

Desde su juventud, mostró liderazgo comunitario. Fue Secretario General del Club Gregorio Luperón, espacio desde el cual defendió causas sociales, culturales y deportivas. Más tarde, su compromiso con la comunidad lo llevó a ocupar importantes responsabilidades en el ámbito institucional: fue Director del Departamento de Bioestadística del Hospital Juan Pablo Pina por 7 años, trabajó en la Secretaría de Agricultura durante 5 años, y en el CESDA por otros 5 años.

Como docente, recorrió casi todos los centros regionales de la UASD: Higüey, San Francisco, Nagua, Barahona, San Juan, entre otros. También impartió Bioestadística a los estudiantes de Agronomía del Instituto Politécnico Loyola (IPL). Allí dejó una huella imborrable: muchos recuerdan cómo convertía un cuadro numérico en un relato vivo, cómo explicaba una fórmula con ejemplos de la vida cotidiana, y cómo transmitía entusiasmo al decir que “la estadística es fundamental en cualquier área del saber humano”.

Frank Andújar Nova compartió 57 años de vida matrimonial con Amarilis Villar, con quien tuvo tres hijos, además de un hijo mayor nacido en España. Su vida familiar estuvo marcada por la unión, la estabilidad y el ejemplo de responsabilidad, lo que consolidó aún más su imagen de hombre íntegro y equilibrado.

Un rasgo muy recordado por estudiantes y colegas era su obsesión gozosa por la estadística: podía pasar horas explicando una variable con el mismo brillo en los ojos con que otros hablan de una canción o de un gol. Sus alumnos decían en broma que él no enseñaba números, sino que “dialogaba con ellos”. Muchos testimonios en redes sociales coinciden en describirlo como un maestro cercano, de carácter afable, con humildad y humor sutil.

Su legado no se mide en títulos ni en cargos, sino en generaciones enteras de profesionales que encontraron en él a un referente. Sus discípulos en la UASD, en el IPL y en los distintos centros regionales lo recuerdan como el profesor que les enseñó a amar la lógica, a mirar detrás de cada dato una realidad social y a entender que los números son también historia y vida.

Frank Antonio Andújar Nova no solo defendió la docencia: defendió la autonomía universitaria, la democratización del conocimiento y la idea de que la educación es la mayor herramienta de transformación social. Su vida entera fue un testimonio de lucha serena, hecha desde las aulas, las oficinas públicas y los espacios comunitarios.

Aunque no ejerza con la intensidad de otros tiempos, su figura sigue siendo faro de respeto en San Cristóbal y en la UASD. Es consultado, recordado y citado como ejemplo de que un maestro verdadero no se jubila nunca: vive en cada estudiante que lleva consigo sus enseñanzas.

📌 En síntesis: Frank Antonio Andújar Nova no fue solo un catedrático. Fue un paletero convertido en maestro, un limpiabotas que aprendió a limpiar las dudas de generaciones enteras con la luz del conocimiento, un dirigente que hizo de la estadística un puente de comprensión y de la educación una trinchera de lucha y esperanza.


✍️ Por ANDRES JULIO RIVERA BAZIL 


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