Blake Snell maniató a Cerveceros y Dodgers se llevaron un tenso juego uno en Milwaukee en Serie de Campeonato de la Liga Nacional

MILWAUKEE (14 Octubre 2025).- La inevitabilidad de los Dodgers es un concepto cuyos oponentes preferirían no considerar. La Serie de Campeonato de la Liga Nacional de este año enfrenta a los campeones defensores contra un equipo de los Cerveceros que no sólo lideró las Mayores en victorias, sino que además venció a los azules en todos los seis enfrentamientos que tuvieron durante la temporada regular.

Y sin embargo, a pesar del empuje que llevaron a los Cerveceros hasta este punto, y del coraje que demostraron durante todo el Juego 1 de la SCLN el lunes, fueron los Dodgers quienes se impusieron por 2-1, guiados por ocho entradas de un solo hit de Blake Snell. Un jonrón de Freddie Freeman en el sexto inning y un boleto con las bases llenas de Mookie Betts en el noveno fueron todo el respaldo ofensivo que necesitó L.A.

Fueron los Dodgers quienes ganaron a pesar de que su amenaza con las bases congestionadas en el cuarto capítulo terminó en una de las dobles matanzas más extrañas en la historia de la postemporada. Fueron los Dodgers quienes ganaron a pesar de no conectar un solo imparable durante el primer tercio del juego. Fueron los Dodgers quienes se aseguraron de que los Cerveceros casi no tuvieran espacio para respirar, a pesar de la feroz reacción del equipo local en el noveno capítulo.

“Eso es lo que uno se imagina en los playoffs”, externó Freeman. “Estás al borde del asiento durante los nueve innings. Esa fue una carrera de seguro enorme que pudimos conseguir en la parte alta del noveno, obviamente, viéndolo ahora con el beneficio del 20/20 retrospectivo.

“Simplemente, un gran juego. ... Sabíamos que ellos juegan muy bien. No regalan outs. Todo se decidió al final, y por suerte pudimos llevarnos el primero”.

Ahora, son los Dodgers quienes tienen el peso de la historia a su favor. En la historia de la postemporada, los equipos que ganan el Juego 1 de una serie al mejor de siete han terminado llevándose la serie en 126 de 194 ocasiones (64.9%). En series con el actual formato 2-3-2, los equipos que ganan el Juego 1 como visitantes han avanzado en 40 de 71 ocasiones (56.3%).

Claro, ninguna de esas instancias anteriores incluyó un Juego 1 como éste. En un American Family Field con entradas agotadas, las ofensivas tardaron en aparecer hasta el cuarto episodio, cuando los Dodgers llenaron las bases con una base por bolas y dos imparables. Max Muncy conectó un elevado al jardín central que Sal Frelick no pudo atrapar limpiamente. La pelota rozó su guante, golpeó la pared y terminó nuevamente en sus manos. Mientras varios corredores de los Dodgers intentaban descifrar la jugada, Frelick lanzó al plato, donde William Contreras pisó y luego corrió a la antesala para completar una doble matanza que cerró la entrada.

La fanaticada de los Cerveceros estalló. El problema para el equipo local fue que Snell estaba intratable. Tras retirar a los primeros seis bateadores en fila, permitió un imparable abriendo el tercer episodio, pero enseguida eliminó al corredor con un intento de robo fallido. Luego, retiró a los siguientes 17 bateadores en orden. Así, se convirtió en el primer lanzador en enfrentar al mínimo de bateadores en 8.0 innings de un juego de postemporada desde Don Larsen en su juego perfecto de 1956.

“Todo el mundo sabe quién es Blake Snell”, dijo Contreras. “Todos conocen el trabajo que ha hecho”.

“Fue una obra maestra esta noche”, añadió Freeman.

En el sexto inning, Freeman conectó un jonrón ante Chad Patrick, el tercer relevista en el juego manejado por el bullpen de Milwaukee. Los Ángeles sumó una carrera de colchón con una base por bolas con las bases llenas en el noveno, lo cual resultó crucial cuando los Cerveceros reaccionaron ante el cerrador Roki Sasaki, llenando las bases con dos outs antes de que Blake Treinen ponchara a Brice Turang para ponerle fin al encuentro.

Para los Cerveceros, ese cierre puede significar una de dos cosas. O bien la remontada del noveno inning será una señal de cosas mejores por venir --una muestra de que David sí puede vencer a Goliat--, o será una oportunidad desperdiciada que podrían lamentar más adelante.

Nadie lo sabe aún. En un clubhouse casi en silencio tras el juego, Turang sólo se encogió de hombros cuando le preguntaron sobre esquivar instintivamente un “sweeper” de Treinen que por poco lo golpea y empata el juego por la vía del pelotazo.

“Por más que duela, hay que seguir adelante”, reconoció dijo Turang.

Los Cerveceros intentarán hacerlo este martes con su mejor lanzador, el dominicano Freddy Peralta, en el Juego 2. Pero los Dodgers, quienes construyeron su costosa nómina pensando en octubre, ahora tienen una clara ventaja. Detrás de Snell viene Yoshinobu Yamamoto, cuyo contrato de US$325 millones equivale al de los cuatro jugadores mejor pagados de Milwaukee combinados.

Y no es sólo la nómina lo que le da a estos Dodgers ese aire de inevitabilidad. Quizás Snell represente mejor que nadie a este equipo: un lanzador que se perdió más de la mitad de la temporada por una lesión en el hombro izquierdo, que se recuperó con calma pensando en octubre, que recuperó su forma en la recta final y que ahora está ofreciendo algunas de las mejores actuaciones de su carrera en el momento más importante. Durante la temporada baja pasada, mientras decidía dónde firmar, Snell no dejaba de pensar en lo que sería jugar junto a Freeman, Betts y el astro de dos vías Shohei Ohtani.

“Los Dodgers son una potencia”, dijo el piloto de los Cerveceros, Pat Murphy, en la víspera del Juego 1. “¿Qué se puede decir?”.

Snell ya forma parte de ese grupo, un equipo de los Dodgers motivado y especialmente preparado para resistir el empuje de Milwaukee.

“En la postemporada, si dominas y haces un gran trabajo, nadie puede decir nada”, manifestó Snell. “Y probablemente esa sea la mejor sensación: poder demostrar que tenías razón”.

 

 

Por ANTHONY DICOMO/MLB.com

 

 

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