Monseñor Rafael Leónidas Felipe Núñez fue sepultado en cripta de la Catedral Nuestra Señora del Rosario en Barahona

BARAHONA, República Dominicana (12 Diciembre 2025).- Con una misa exequial fue despedido monseñor Rafael Leónidas Felipe Núñez, obispo emérito de Barahona. Fue oficiada este viernes la Catedral Nuestra Señora del Rosario, de esta ciudad.

En la cripta de esta catedral fue sepultado luego de la misa exequial.

El prelado Felipe Núñez falleció a las 11:44 de la noche del miércoles en la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros.

El fallecimiento del obispo fue informado por la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED).

La institución eclesial expresó profundo pesar por su partida y agradeció a Dios por la fidelidad pastoral, sencillez y entrega generosa que caracterizaron su vida sacerdotal y episcopal, marcada por el servicio constante a la Iglesia y al pueblo dominicano.

Las autoridades eclesiásticas invitaron a la feligresía a unirse en oración por el eterno descanso de monseñor Felipe Núñez, confiados en la misericordia del Señor “a quien sirvió con entrega y amor”.

Trayectoria de monseñor Felipe Núñez

Rafael Leónidas Felipe Núñez realizó sus estudios filosóficos y teológicos en el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino, en Santo Domingo, recibiendo la ordenación sacerdotal el 25 de marzo de 1965.

Durante su ministerio desempeñó importantes funciones pastorales, entre ellas:

Director espiritual y posteriormente rector del Seminario Menor San Pío X.

Responsable de la Obra Vocacional Sacerdotal de la Arquidiócesis de Santiago.

Animador vocacional de la Diócesis de Mao–Montecristi.

Director espiritual y rector del Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino.

Párroco en varias comunidades de Santiago de los Caballeros.

Vicario para la Pastoral y director nacional de las Pontificias Obras Misioneras.

El 7 de diciembre de 1999 fue designado por el papa San Juan Pablo II como segundo obispo de Barahona, recibiendo la ordenación episcopal el 22 de enero del año 2000. En 2015 pasó a la condición de obispo emérito y, en 2016, el papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la Diócesis de San Pedro de Macorís, función que ejerció hasta 2017.

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