NUEVA YORK.- La adolescente Daja Robinson se convirtió en
la más reciente víctima de la violencia con armas de fuego en Queens.
Ahora la Policía busca al responsable del incidente
ocurrido el sábado 18, alrededor de las 11 p.m., en el área de Jamaica, cuando
la menor, de 14 años, salió de una fiesta de cumpleaños de una amiga y viajaba
en el bus Q6 a la altura de la avenida 125 y Sutphin Boulevard, según el
informe policial.
Robinson ahora no podrá terminar sus estudios de
escuela secundaria en el plantel Andrew Jackson; sus sueños quedaron truncados
después que una de las 10 balas que disparó el sospechoso atravesó la ventana
del bus en que viajaba y la alcanzó a herir de muerte en la cabeza.
Algunos testigos indicaron al Daily News que habían
visto como un grupo de jóvenes perseguían a Robinson antes de producirse el tiroteo,
por lo que se presume que la víctima era el objetivo de los disparos realizados
por los atacantes.
Una portavoz de la Administración de Transporte
Metropolitana (MTA), mencionó que la agencia no tenía declaraciones acerca del
incidente. Se indicó que el encargado del caso sobre el tiroteo y la muerte de
la joven es el NYPD.
"Si la violencia armada es una enfermedad,
entonces la Ciudad está experimentando un problema de salud pública",
expresó Erica Ford, la presidenta del programa South Jamaica Cure Violence y
fundadora de la organización Life Camp, quien recientemente realizó un reporte
acerca de su organización.
En la organización se creó el programa "Cura
para la violencia", que se encarga de ofrecer soluciones alternativas a
personas menores de 25 años con problemas para que conozcan otras formas de
solucionarlos sin recurrir a la violencia.
La vocera del Concejo Municipal Christine Quinn y el
concejal Jumaane Williams de Brooklyn, indicaron en un comunicado que hasta que
el Congreso no fortalezca las leyes de control de armas en la nación, mas
familias seguirán sufriendo la injusticia de perder a un hijo(a) por violencia
de arma.
La organización 100 Blacks in Law Enforcement está
ofreciendo una recompensa de US$2,000 por alguna información que conlleve al
arresto del sospechoso.
La Policía no ha realizado ningún arresto en
referencia con este caso.
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