NUEVA YORK (29 Diciembre 2014).- El Departamento de
Policía (NYPD) de la ciudad de Nueva York extremará su vigilancia durante la
celebración de Año Nuevo en Times Square, como respuesta a las amenazas a raíz
del asesinato de los oficiales Rafael Ramos y Wenjian Liu.
Además de la investigación de decenas de amenazas en
redes sociales, parte del incremento de la seguridad este año son las posibles
protestas contra la entidad.
Un portavoz de la policía, advirtió que el
acceso de los clientes y empleados de las empresas locales (teatros, hoteles,
restaurantes, tiendas) “deberá ser rápido, eficiente y autorizado considerando
los acontecimientos recientes y su posible impacto en la víspera de Año Nuevo”.
El descenso de la Bola de Año Nuevo -una celebración
que inició en 1908- concentra a más de un millón de visitantes en Times Square,
una de las plazas más grandes y concurridas de la ciudad.
El comisionado William Bratton dijo a la prensa en
días recientes que el NYPD tiene previsiones de inteligencia para la fiesta de
Año Nuevo. “No hay amenazas creíbles directamente contra el evento en este
momento”, enfatizó.
Bratton expresó que desde los ataques del 9/11, el
NYPD incrementó medidas de seguridad, además de que en los últimos años
perfeccionó las operaciones de protección en Times Square. Opositores del NYPD
están convocando en redes sociales a manifestarse luego del descenso de la Bola
de Año Nuevo.
“A medida que nos adentramos en la semana de Año
Nuevo, después de que terminemos con los funerales que vienen la próxima
semana, la atención se desplazará muy claramente a ese evento”, dijo Bratton la
semana pasada, en referencia al funeral del oficial Rafael Ramos.
La Alianza de Times Square, grupo encargo de la
logística del evento, dijo que la Policía “no puede predecir las acciones
necesarias para mantener la seguridad de todos los asistentes”, pero trascendió
que determinadas cuadras podrían ser bloqueadas y las empresas del área “deben
alentar a sus invitados a llegar temprano”.
En el pasado, la Alianza de Times Square -presidida
por Tim Tompkins- ha recomendado a las empresas tener un representante en la
esquina más cercana a su establecimiento para colaborar con las acciones
policiales, pero este año “a menos que haya un representante en esa esquina,
hay una fuerte posibilidad de que a su invitado/huésped se le niegue el
acceso”.
El NYPD dejó en claro que habrá “cero tolerancia”
con el alcohol y un equipo especial se encargará de confiscar las bebidas
restringidas. Las mochilas y bolsas grandes no serán permitidas y se negará el
acceso a quien las porte. La Uniformada desplegará oficiales vestidos de civil
a lo largo del evento para mayor control y seguridad.
Infranqueable
ofensiva
Los stands de periódicos y máquinas expendedoras
serán removidas, al igual que los botes de basura en las inmediaciones de
Broadway y la Séptima Avenida desde la calle
34 hasta la 59.
Se eliminará la acumulación de basura antes del
evento, y empleados del Departamento de Sanidad estarán limpiando el área
constantemente.
Las alcantarillas de la calle 41 a la 50 entre la
Sexta y la Octava Avenida estará selladas totalmente.
Los visitantes serán inspeccionados con un escáner
de mano (hand-held wand) en los puntos de acceso y puestos de observación del
NYPD.
Detectores de radicación serán desplegados y habrá
monitoreo permanente para la identificación de paquetes o actividad sospechosa.
Se prevé la detención y revisión de autos, para
reducir la posibilidad de incidentes.
Las rutas de los vehículos de emergencia son la
calle 48 y las Avenidas Quinta y Novena.
Por
ZAIRA CORTÉS/Edlp
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