MARC ANTHONY TODAVÍA TIENE SALSA

Sus incursiones (más o menos exitosas) en el cine, los negocios o los eventos solidarios y sus romances (con Jennifer Lopez, la diseñadora Chloe Green y la modelo Shannon de Lima) han convertido a Marc Anthony, nacido en Nueva York en 1968 y de sangre puertorriqueña, en una especie de icono de la cultura latina en Estados Unidos. Por eso no extraña que su nueva gira, de nombre Cambio de piel y que recala en cinco ciudades españolas (Las Palmas, Tenerife, Madrid, Valencia y Málaga), no sea más que una extensión de la anterior, con la que volvió a recuperar la atención mediática por motivos estrictamente musicales.

Tras varios años distanciado de la cumbre del pop, el éxito del single Vivir mi vida (2013) catapultó al que todavía hoy es su último álbum, 3.0, hasta convertirlo en el disco latino más vendido en 2013 en todo el mundo. "Soy la prueba de que todo es posible", decía recientemente el cantante en una entrevista con la cadena estadounidense NBC.

Marc Anthony creció como un niño delgaducho, con gafas, que tartamudeaba. "No era capaz de decir una sola frase a la primera, pero cuando cantaba, las palabras salían con decisión (...). Hay que ir paso a paso, en el momento en que consigues superar tu primer reto, te das cuenta de que serás capaz de cualquier cosa que te propongas".

Fresh Fest

El rey de la salsa contemporánea (su propuesta se basa en mezclar ritmos tropicales con pop de radiofórmula) visita Madrid (Estadio Vicente Calderón) este sábado dentro del evento Fresh Fest, un ciclo de dos días consagrado a la "música latina y urbana", según explican desde la organización.

El día siguiente a su concierto, el domingo 12, el Vicente Calderón recibirá también la visita de Daddy Yankee (Puerto Rico, 1977), uno de los cantantes de reggaeton más populares de la última década. Le acompañan otros artistas del género como Farruko, J. Álvarez, Ñengo Flow y La Nueva Escuela. Será una buena oportunidad para escuchar estos ritmos tropicales, cuya expansión en Europa y Norteamérica parece imparable.




Por JOSÉ FAJARDO

No hay comentarios.: