EXALTOS MANDOS DE COLOMBIA: HAY TRES HIPÓTESIS SOBRE LA MESA POR MAGNICIO PRESIDENTE JOVENEL MOÏSE PERO HAY QUE ESPERAR INVESTIGACIONES CONCLUYAN PARA DETERMINAR QUE PASÓ
BOGOTÁ, Colombia (12 Julio 2021).- Los ojos del mundo están puestos sobre Colombia, esta vez por cuenta de la presunta participación de un comando integrado por exintegrantes del Ejército Nacional en el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse.
Aunque han surgido versiones encontradas sobre la
intervención de los connacionales en el hecho ocurrido el pasado miércoles, EL
NUEVO SIGLO consultó con el excomandante del Ejército, general (r) Jaime
Alfonso Lasprilla, el exinspector de la Policía, general (r) William Salamanca,
el presidente de Acore, coronel John Marulanda, y el director del Cerac, Jorge
Restrepo, sobre la lectura que tienen sobre lo ocurrido.
De acuerdo con el excomandante del Ejército, general
Lasprilla, “un soldado, un suboficial y un oficial después de que salen de las
filas de las Fuerzas Militares, las instituciones pierden la responsabilidad
con cada uno de esos hombres y mujeres y si incurren en hechos al margen de la
ley no se los pueden achacar a las fuerzas”.
Sin embargo, dijo, que “uno asocia estos hechos a los
temas de desempleo en el país y el crimen es una industria que ha venido
creciendo y desafortunadamente busca a estas personas”.
“En las Fuerzas Militares y en la Policía se cuenta
con programas en todos los niveles, tanto de carrera como del cuerpo
administrativo, en principios, en valores, en el respeto a los derechos
humanos, en el derecho internacional humanitario y en educación cívica, en
especial, para los soldados regulares”, dijo.
Afirmó, que “en las Fuerzas Militares no se educa para
el crimen. En las Fuerzas Militares no se forman criminales ni mercenarios y
por el contrario se forman uniformados para servir a la sociedad, pues ingresan
ciudadanos de todos los orígenes y de todos los estratos y reciben una
educación que les permite ampliar sus conocimientos y fronteras para ser buenos
ciudadanos para cuando dejan el servicio activo”.
En video: ¿Quién era Jovenel Moïse, el asesinado
presidente de Haití?
“Los soldados profesionales hacen su carrera y en su
trayectoria reciben cursos de capacitación y especialización y todos ellos
llevan un componente enorme de derechos humanos y de derecho internacional
humanitario, entre otras materias y entonces no se puede permitir que ciertos
sectores perversos traten de atacar a la institucionalidad”, señaló.
Explicó que “cualquier colombiano que cometa un delito
en el exterior, indudablemente genera un impacto negativo para el país y en
este caso la muerte del Presidente de Haití es un hecho de suma gravedad, es un
hecho condenable desde todo punto de vista. Reitero que cualquier crimen que se
cometa por parte de colombianos en el exterior es muy grave”.
Indicó que el magnicidio del jefe de Estado, Jovenel
Moise, tiene que poner a pensar no solo al Gobierno de Colombia sino a muchos
países con relación al crimen transnacional organizado y "en estos
momentos no se puede especular con estos graves hechos, pues ya hubo
pronunciamientos del Presidente de la República, del Ministro de Defensa y de
los comandantes de las Fuerzas Militares, del Ejército y de la Policía”.
“No se puede atacar a las Fuerzas Militares porque a
un hombre el Ejército lo forma y lo prepara no solo para el servicio, sino para
que sea un buen ciudadano ante la sociedad. Incluso hay cursos que se hacen con
los soldados, los suboficiales y los oficiales para prepararlos para la vida
civil, para cuando terminan su actividad militar. En cuanto a los soldados
profesionales en el último año reciben una exigente preparación de profesión de
carácter técnico o tecnológico para que se puedan desempeñar en la vida civil
en alguna empresa”, acotó.
De igual forma sentenció que “si hay algún sector
pensando que en las Fuerzas Militares o en el Ejército están preparando gente
para el crimen, es perverso”.
“Hay una industria del crimen transnacional que no tiene
fronteras y busca escenarios donde hay dificultades económicas y otros factores
y por esta razón los países deben evaluar cuál es la mayor contribución para
enfrentar esta modalidad criminal. Es necesario evitar señalar al Estado y a
las Fuerzas Militares, porque cuando un hombre se desprende de las Fuerzas
Militares pasa a engrosar a los llamados desempleados, pero no es ninguna
justificación para que una persona incurra en crímenes”.
Apoyo total
Por su parte, el general William Salamanca, exinspector
de la Policía, afirmó que es “muy lamentable que esto nos ocurra, afecta mucho
la imagen de Colombia en el contexto internacional, pero reconozco el liderazgo
de las Fuerzas Militares y de la Policía que reaccionaron de manera inmediata
para prestar toda la ayuda posible en materia judicial y de información al
Gobierno de Haití ante este atroz crimen del presidente Jovenel Moise, que
rechazamos de manera vehemente”.
Explicó que “el trabajo de la Policía Nacional
consiste en establecer lo que ocurrió en el país y quiénes son los autores
intelectuales del crimen y por supuesto quiénes están detrás de este
magnicidio”.
“Es necesario ir hasta las últimas consecuencias, pero
reconozco la reacción inmediata del propio Gobierno en cabeza del comandante
general de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro y del general
Jorge Luis Vargas, director de la Policía, con sus capacidades de la
institución y con la Interpol para fortalecer la investigación”, aseveró.
Fue enfático en afirmar que “cuando uno deja la
institución es dueño de sus actuaciones y aquí es importante que la comunidad
nacional e internacional sepa que ellos ya gozaban de su escenario del retiro.
Así que el compromiso de la fuerza es a través de la Caja de Sueldos que su
pensión llegue cada mes”.
Advirtió en que “la fuerza no tiene ninguna
responsabilidad ni tiene esa tarea de hacer un seguimiento a quien se retira
por tiempo cumplido o tiempo de servicio. Cada uno es dueño de sus actuaciones
cuando deja el uniforme”.
Sin lugar a dudas, dijo el general Salamanca, “la
imagen de Colombia se verá afectada, pero es necesario reconocer y exaltar la
pronta reacción de las autoridades colombianas en cabeza del Presidente de la
República de contribuir con el
esclarecimiento de las investigaciones, pero también reconocer que el propio
comandante general de las Fuerzas Militares ha colocado todo a disposición de
las autoridades de Haití para el desarrollo de la investigación, mirar las
hojas de vida de los involucrados, sus nexos con otros militares en retiro que
no se pueden desconocer y habrá que dejar todo en las manos de la comunidad
internacional con sus capacidades investigativas para establecer si hay más
personas vinculadas en el magnicidio e
insisto en las capacidades que la propia Policía está recogiendo para colaborar
en la investigación”.
Cubrimiento: Contradicciones sobre rol de colombianos
en crimen de Presidente de Haití
Agregó que “aquí la capacidad de la inteligencia
colombiana de aglutinar y de convocar a los servicios de inteligencia de
América Latina es importante para ir más allá y un paso adelante de la
criminalidad nacional y quienes están detrás de este crimen que causó conmoción
en Haití y en Colombia”.
Autores intelectuales
Entre tanto, el presidente de Acore, coronel John
Marulanda, afirmó que “en este momento lo que es claro es que un grupo de
colombianos, integrantes de una banda delincuencial, asaltó la casa
presidencial en Puerto Príncipe, asesinó a Jovenel Moise e hirió gravemente a
su esposa. Posteriormente en la reacción de la Policía fueron dados de baja dos
colombianos que resultaron ser suboficiales del Ejército en retiro y fueron
capturados 26 colombianos entre ellos varios militares en retiro de la Fuerza
Pública”.
Dijo que “en este momento hay un intenso trabajo de
intercambio de información entre las autoridades de inteligencia y policiales
de Colombia, de Estados Unidos y de Haití para establecer qué organización está
detrás de este asesinato”.
“Por ahora no se puede afirmar que se trató de una
acción del terrorismo internacional porque hay muchas hipótesis planteadas por
el Embajador de Haití en Colombia sobre la eventualidad de una organización
criminal encabezada por rivales políticos del presidente asesinado. Hay otras
teorías del narcotráfico como el motivador, el impulsador y sustentador de este
magnicidio y hay otra que habla inclusive desde el propio Haití de
participación de su Policía en este asesinato. Esas tres hipótesis están sobre
la mesa en este momento y es necesario esperar el desarrollo de las
investigaciones para poder determinar qué pasó”, indicó.
Afirmó que “es necesario terminar la investigación y
en segundo lugar decirle a los medios de comunicación que no es cierto que el
Ejército colombiano produzca mercenarios para Afganistán, para Haití, para
Yemen y otras naciones, porque los militares nacionales en servicio activo que
están en esos lugares están bajo la legalidad de la Organización de las
Naciones Unidas haciendo trabajo reconocido a nivel mundial por su capacitación
militar y su experiencia y que este es el primer hecho claro de mercenarismo en
el que participan militares retirados colombianos”.
“Los detractores de la institución van a aprovechar
estos graves hechos para continuar denigrando del Ejército Nacional, pero a
pesar de ello la institución sigue siendo de las de mayor credibilidad en el
país”.
Aseguró que “como conocedor de la materia, déjeme
decirle que el magnicidio del presidente Jovenel Moise no les salió como
seguramente lo habían planeado, pues dieron de baja a varios de los atacantes y
capturaron a todos. Eso huele más bien a una encerrona”.
Agregó el coronel de la reserva activa que los
mercenarios estuvieron en República Dominicana inicialmente, porque esa nación
es el límite inmediato de Haití en esa isla y es uno de los centros de acopio
más importantes de la cocaína colombiana que sale vía aérea desde Venezuela.
"Entonces ahí entra a jugar esa maldición colombiana que se llama
cocaína”.
Muy grave
Por su parte, el director del Cerac, Jorge Restrepo
dijo que “el magnicidio de Moise es un delito de terrorismo internacional, al
tiempo que advirtió que el crimen organizado en Colombia ha adquirido, unas
dimensiones formidables y tiene un alcance de desestabilización regional que no
habíamos sospechado”.
Agregó que de comprobarse la participación de los
colombianos en la muerte de Moise, “este proceso llama la atención sobre la
necesidad de adoptar medidas drásticas en un esfuerzo para prevenir la creación
de grupos de mercenarios por parte de militares y de policías en retiro del
servicio activo”.
“Es necesario mejorar las políticas de atención a los
veteranos de la Fuerza Pública colombiana. No hay ninguna razón que permita
explicar por qué un número tan alto de exmilitares colombianos y expolicías
estén presuntamente involucrados en el magnicidio del presidente de Haití y que
además estén en ese país donde hay una enorme prevalencia del crimen
organizado”, señaló.
Agregó que “no hay razón diferente a que hubiesen hecho
parte de un grupo de mercenarios que cometieron este hecho de terrorismo
internacional. Sin lugar a dudas esto va más allá de un acto de crimen
organizado”.
Restrepo explicó que “evidentemente este magnicidio lo
que muestra es que hay una utilización por parte del crimen transnacional con
fines terroristas de exmilitares y de expolicías colombianos. Esto es
incontestable a estas alturas y lo que nos debe llevar es a pensar en acciones
para prevenir el empleo por parte de grupos de mercenarios de nuestros miembros
en retiro de la Fuerza Pública. Esto es lo que nos tiene que preocupar y no la
estigmatización ni buscar dar explicaciones peregrinas a esta situación tan
grave”.
Denunció que “el crimen internacional aprovecha las
habilidades, pero también el bajo tono moral que tienen algunos de esos
exmiembros de la Fuerza Pública. Yo creo que es muy importante ponerle todas
las letras a estas personas que están deshonrando a las Fuerzas Militares y a
la Policía y están traicionando a las instituciones de las que una vez hicieron
parte”.
“El magnicidio del presidente Jovenel Moise es muy
grave, tremendamente grave y creo que debe llevarnos no solamente al rechazo de
la sociedad colombiana sino a poner en práctica políticas para prevenir este
tipo de incorporación, digámoslo así, de miembros en retiro de la Fuerza
Pública en grupos de mercenarios a nivel internacional”.
De otra parte, el director del Cerac, afirmó que es
necesario diferenciar “la oferta de servicios de seguridad por parte de
miembros en retiro de la Fuerza Pública a este uso de mercenarios. Es muy
diferente la participación en actividades ilegales contrarias a la ley
internacional que al trabajo legítimo como asesores de seguridad o al trabajo
que pueden prestar en otros países como miembros de cuerpos de seguridad”.
Restrepo afirmó que “es necesario aceptar que estamos
ante la utilización de miembros en retiro de la Fuerza Pública para la comisión
de crímenes por estas organizaciones transnacionales y agregaría que este caso
muy probablemente sea un caso de terrorismo internacional que tiene un impacto
muy fuerte en la imagen de Colombia y es posible que haya algún tipo de
retaliación por parte del Gobierno de Haití”.
Fuente: EL
NUEVO SIGLO
No hay comentarios.: