EL PAPA A BUDISTAS DE MONGOLIA: JUNTOS HACIA LA PAZ A TRAVÉS DEL DIÁLOGO
CIUDAD DEL VATICANO (28 Mayo 2022).- En un mundo devastado por los conflictos, en el que todavía se abusa demasiado a menudo de la religión para justificar actos de violencia, el firme llamamiento de Francisco en la audiencia con los representantes del país asiático: Tenemos el deber de promover una cultura diferente basada en el perdón y la no violencia, como enseñaron los maestros de las respectivas confesiones, Jesús y Buda. La paz es el anhelo de la humanidad
Se trata de la primera visita oficial al Vaticano de
una delegación de autoridades budistas de Mongolia, "un signo de
esperanza" para una tierra que ya cuenta con una larga tradición de
convivencia interreligiosa. Gratitud junto con el estímulo para "explorar
formas de promover aún más el diálogo budista-cristiano", son expresados
inmediatamente por el Papa Francisco en su saludo a la delegación asiática. El
marco es un doble aniversario, el 30º aniversario de la Prefectura Apostólica
en el país, así como de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede con
vistas a una colaboración cada vez mayor para construir una "sociedad
pacífica".
La reflexión del Papa se centró en los conceptos de
paz y no violencia, que Jesús y Buda construyeron y promovieron:
La paz es hoy el anhelo ardiente de la humanidad. Por
lo tanto, a través del diálogo a todos los niveles, es urgente promover una
cultura de paz y no violencia y trabajar por ella. Este diálogo debe invitar a
todos a rechazar la violencia en todas sus formas, incluida la violencia contra
el medio ambiente. Por desgracia, hay quienes siguen abusando de la religión
utilizándola para justificar actos de violencia y odio.
Ser discípulos de los maestros de la no violencia
Ser 'verdaderos discípulos' de Jesús o seguidores de
Buda, significa 'adherirse' a sus propuestas", explica Francisco. El amor
a Dios, a los enemigos, la lógica del perdón están en la enseñanza de Jesús,
que -señala el Papa- "vivió en tiempos de violencia" y "enseñó
que el verdadero campo de batalla, donde se enfrentan la violencia y la paz, es
el corazón humano". Precisamente, "a través del camino de la no
violencia que lo llevó a la Cruz, Jesús "destruyó la enemistad". Así,
Buda en su mensaje de no violencia y paz enseñó -recuerda el Papa citando la
colección de enseñanzas del Dhammapada- que "la victoria deja tras de sí
una estela de odio, porque los vencidos sufren" y que "la conquista
de uno mismo es mayor que la de los demás".
De ahí el llamamiento con la mirada puesta en la
complejidad del presente:
En un mundo asolado por los conflictos y la guerra,
como líderes religiosos, profundamente arraigados en nuestras respectivas
doctrinas religiosas, tenemos el deber de suscitar en la humanidad la voluntad
de renunciar a la violencia y construir una cultura de paz.
Fortalezcamos nuestra amistad por el bien de todos
En Mongolia ya existe una "historia de
armonía" en términos de diálogo interreligioso, subraya Francisco, y se
remonta a los treinta años de presencia de la Iglesia católica en el país
asiático. Una historia "bastante reciente", dice, y con "pocas
cifras", pero significativa dado el compromiso de "promover una
cultura del encuentro":
Fortalezcamos nuestra amistad por el bien de todos.
Mongolia tiene una larga tradición de coexistencia pacífica de diferentes
religiones. Mi esperanza es que esta antigua historia de armonía en la
diversidad pueda continuar hoy, mediante la aplicación efectiva de la libertad
religiosa y la promoción de iniciativas conjuntas para el bien común. Su
presencia aquí hoy es en sí misma un signo de esperanza.
De ahí el deseo de "abundancia y paz" a los
monasterios budistas de Mongolia tras la invitación final a todos a
"continuar su diálogo fraternal y sus buenas relaciones con la Iglesia
católica de su país, por la causa de la paz y la armonía".
Su contribución a una gran misión: apoyarnos para
llevar la palabra del Papa a todos los hogares
Por GABRIELLA
CERASO/Vatican News
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