EL TERREMOTO MÁS LETAL EN MÁS DE UNA DÉCADA; LOS MÁS DE 11,000 MUERTOS APAGAN LA ESPERANZA EN TURQUÍA Y SIRIA
GAZIANTEP, Turquía (8 Febrero 2023).- Con la esperanza de encontrar sobrevivientes perdida, los rescatistas trabajaron durante toda la noche en Turquía y Siria en busca de señales de vida entre los restos de los miles de edificios que colapsaron por un catastrófico terremoto. La cifra de fallecidos superó hoy las 11,000 personas, lo que lo convierte en el más letal en más de una década.
En medio de pedidos para el gobierno turco envíe más
ayuda a la zona del desastre, el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan,
recorrió la “ciudad de tiendas de campaña” de Kahramanmaras donde viven quienes
se vieron obligados a dejar sus casas. Tras reconocer deficiencias en la
respuesta inmediata a la tragedia, prometió que nadie “se quedará en la calle".
Un grupo de personas trata de llegar hasta otras
atrapadas bajo los restos de un edificio derrumbado, en Malatya, Turquía, el 7
de febrero de 2023.
Rescatistas llegados desde más de dos docenas de
países se unieron a las decenas de miles de efectivos locales mientras el país
comenzaba a recibir la ayuda comprometida. Pero la magnitud de la destrucción
causada por el devastador sismo de magnitud 7.8 y sus potentes réplicas era tan
inmensa y extendida, llegando incluso a zonas aisladas por la guerra en Siria,
que muchos seguían esperando a recibir ayuda.
En la ciudad turca de Malatya, los cadáveres yacían
unos junto a otros sobre el piso, cubiertos con mantas, mientras que los
rescatistas esperaban a que los vehículos funerarios los recogiesen, según el
antiguo reportero Ozel Pikal, que dijo que vio cómo sacaban ocho cuerpos de las
ruinas del edificio.
Pikal, que participaba en las labores de rescate,
creía que al menos algunas de las víctimas podrían haber muerto congeladas, ya
que se alcanzaron temperaturas de 21 grados Fahrenheit.
“Hoy no es un día agradable, porque a partir de hoy no
queda ninguna esperanza en Malatya”, contó Pikal a The Associated Press por
teléfono. “No sale nadie vivo de entre los escombros”.
Según Pikal, un hotel de la ciudad se vino abajo y
podría haber más de un centenar de atrapados.
La agencia de gestión de desastres de Turquía reportó
que la cifra de decesos registrados en el país había superado las 8.500
personas. Los fallecidos en las zonas del norte de Siria controladas por el
gobierno subieron a 1.200, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Damasco. Al
menos 1.400 más murieron en la región controlada por los rebeldes, según el
grupo de emergencias Cascos Blancos.
En Siria, el temblor tiró miles de edificios y llevó
más miseria a una región asolada por 12 años de guerra civil y una crisis de refugiados.
El lunes por la tarde, los residentes de una localidad
en el noroeste de Siria encontraron a una recién nacida que lloraba y todavía
estaba unida por el cordón umbilical a su madre, que había muerto. Era la única
de su familia que sobrevivió al colapso de un inmueble en Jinderis, según
contaron familiares a The Associated Press.
Turquía acoge a millones de refugiados por la guerra.
La zona afectada en Siria está dividida entre el territorio controlado por el
gobierno de Damasco y el último enclava en manos de la oposición, donde
millones de personas dependen de la ayuda humanitaria.
Hasta 23 millones de personas podrían verse afectadas
en la región, indicó Adelheid Marschang, responsable de emergencias en la
Organización Mundial de la Salud, que calificó la situación como una “crisis
sumada a múltiples crisis”.
En Turquía, muchos sobrevivientes han tenido que
dormir en autos, a la intemperie o en albergues habilitados por el gobierno.
“No tenemos una tienda de campaña, no tenemos un
calentador, no tenemos nada. Nuestros hijos están muy mal. Todos nos estamos
mojando bajo la lluvia y nuestros hijos están a la intemperie”, comentó Aysan
Kurt, de 27 años, a la AP. “No morimos ni de hambre ni por el sismo, pero
moriremos congelados por el frío”.
Erdogan señaló que 13 de los 85 millones de habitantes
del país se vieron afectados por el sismo y declaró el estado de emergencia en
10 provincias. Más de 8,000 personas han sido sacadas de entre los escombros en
el país y unas 380,000 se han refugiado en los albergues gubernamentales y en hoteles,
según las autoridades.
En Siria, la llegada de ayuda se ha visto
obstaculizada por la guerra y el aislamiento de la región controlada por los
rebeldes a lo largo de la frontera, que está rodeada por las fuerzas del
gobierno de Damasco, respaldadas por Rusia. La nación es un paria dentro de la
comunidad internacional debido a las sanciones occidentales relacionadas con el
conflicto.
Naciones Unidas dijo que estaba “explorando todas las
vías” para llevar suministros a la zona noroccidental en manos rebeldes.
Además de los miles de muertos, en Turquía había
también 40,910 heridos.
La región se encuentra sobre grandes fallas tectónicas
y a menudo se ve sacudida por sismos. Alrededor de 18,000 personas perdieron la
vida en terremotos de similar intensidad que remecieron el noroeste de Turquía
en 1999.
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