LAS APPS DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL: LAS PALABRAS YA NO SON SOLO HUMANAS

Las apps de inteligencia artificial como GPTChat y otros chatbots, hoy al alcance de casi todo mundo, están generando uno de los mayores cambios de la historia y no nos estamos dando cuenta. La palabra escrita inició en Sumeria en el 3500 AC y a lo largo del tiempo, como narra Irene Vallejo en el libro El infinito en un junco, se convirtió en el pilar de la educación y la transferencia de conocimiento.

Desde entonces el lenguaje escrito ha sido una base sólida para entendernos entre civilizaciones, ha encumbrado a la inmortalidad a autores y autoras, ha provocado guerras o actos de puro amor, y nos ha dado un sistema claro en la enseñanza. Hoy, dado que estas apps utilizadas ampliamente pueden generar textos perfectamente escritos sobre cualquier tema, con el tono que se necesite y la extensión que se le pida, ni la educación ni el mundo volverá a ser los mismos. No se trata solo de que la forma en que la gente aprende y enseña en las escuelas se ha modificado, sino que también estas apps se usan para escribir mails de trabajo, cartas de amor, disculpas a un amigo o discursos políticos. La escritura ya no nos pertenece como humanidad y eso es un cambio brutal.

Esta fue siempre un sistema para que los alumnos de todas las edades mostraran sus conocimientos y sus capacidades. Hoy los profesores de los colegios y universidades de Estados Unidos, tras darse cuenta de que muchos de los ensayos y tareas provienen de chatbots como GPTChat —que se lanzó apenas en noviembre—, están modificando la forma en la que enseñan

Daniel Herman, en un artículo en The Atlantic, lo explica así: “Aunque siempre han existido atajos, una gran parte de la educación había sido ineludible: la escritura. Salvo el plagio descarado, los estudiantes siempre habían llegado a ese momento en el que se encontraban solos con una página en blanco, mirando fijamente un cursor parpadeante, con un ensayo esperando a ser escrito. Hoy eso ya no existe”.

Un reportaje en The New York Times señala que ya hay “algunos profesores que están rediseñando sus cursos por completo, introduciendo cambios que incluyen más exámenes orales, trabajos en grupo y trabajos escritos a mano”. No solo eso. Un profesor explica que la inteligencia artificial ya formará parte activa de la clase: “Lo que ocurrirá es que ya no solo podremos decirles: 'Aquí hay algunas preguntas, hablemos de ellas entre nosotros, los seres humanos'. También habrá que incluir la pregunta: '¿Qué piensa de esto el robot?’". Aunque algunas escuelas han bloqueado el acceso a la app en las redes WiFi, los estudiantes ya encontraron formas de esquivar las restricciones.

La inteligencia artificial se ha utilizado desde hace años para crear notas periodísticas, reportes de la bolsa o documentos concretos, pero su uso nunca había estado tan extendido ni era tan fácil de utilizar. El recurso que nos queda para atesorar la palabra escrita, quizá, sea lo que dice Nick Cave en su blog The Red Hand Files, al contestar a alguien que le envió una canción escrita por GPTChat “al estilo de Nick Cave”: “A juzgar por esta canción, la cosa no pinta bien. El apocalipsis está en camino. Esta canción apesta. GPTChat puede ser capaz de escribir un discurso o un ensayo o un sermón o un obituario, pero no puede crear una canción genuina”.

 

Por MAEL VALLEJO @maelvallejo

Periodista. VP de Contenido de Capital Digital. Coordinador del libro 'Colapso México'.

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