Crece expectación en Brasil por diálogo Lula-Trump tras contacto en ONU; llamada podría concretarse en próximos días
BRASILIA (29 Septiembre 2025).- Brasil aguarda hoy con expectación la primera conversación formal entre el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su homólogo estadounidense, Donald Trump, quien sorprendió al declarar que existe química entre ambos, tras saludarse en Naciones Unidas.
Según el portal R7, la posible llamada telefónica
podría concretarse en los próximos días, con la presencia del vicepresidente
Geraldo Alckmin, negociador clave del gigante sudamericano en la búsqueda de
una reducción de los aranceles impuestos por Washington a productos brasileños.
El Gobierno de Lula trabaja discretamente para
garantizar que el encuentro, ya sea telefónico, por videollamada o presencial,
se desarrolle en un ambiente productivo y libre de sobresaltos. La preocupación
radica en evitar situaciones incómodas o escenas de tensión transmitidas al
público.
No faltan ejemplos recientes. El mandatario ucraniano,
Volodymyr Zelensky, sostuvo una plática tensa y grabada en Washington en
febrero. El sudafricano Cyril Ramaphosa, por su parte, fue blanco de
comentarios ácidos del republicano durante un contacto bilateral.
En el caso brasileño, la expectativa está en que el
diálogo sirva como un gesto simbólico. Pese a la dificultad de obtener
resultados inmediatos, la conversación puede fortalecer la confianza entre
ambos gobiernos y dar respaldo a las negociaciones técnicas.
Analistas consideran positivo el acercamiento, pero
advierten que debe manejarse con prudencia. La experta en Relaciones
Internacionales Natali Hoff explicó que Trump suele recurrir a la amenaza de
imponer gravámenes desproporcionados como estrategia para obtener ventajas en
la mesa de diálogo.
«Esto ocurrió con la Unión Europea, Japón y Corea del
Sur», recordó. «Estados Unidos amenazó con aranceles muy altos para forzar
concesiones, y aun cediendo, el republicano logró beneficios al presentar
acuerdos menos onerosos que sus advertencias iniciales», advirtió.
Para Hoff, la clave está en medir hasta qué punto
Trump estaría dispuesto a separar las cuestiones económicas de las demandas
políticas. Esa distinción, dijo, puede marcar el rumbo de las conversaciones con
Brasil en esta nueva etapa.
El propio Trump envió señales de optimismo. Tras su
breve saludo con Lula en Nueva York, aseguró que ambos compartieron una
excelente química.
«Parece un hombre muy agradable. Le caí bien, él me cayó
bien», afirmó con soltura.
El magnate, incluso con ironía, precisó que la
sintonía duró «al menos 39 segundos», tiempo suficiente, según precisó, para
augurar un diálogo constructivo. «Eso es una buena señal», concluyó, fiel a su
estilo peculiar.
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