El Canario celebrará sus 50 años en la música; aconseja nuevas generaciones seguir adelante incansablemente sin distinción de géneros musicales poniendo la calidad por encima de todo
SAN JUAN, Puerto Rico (22 Octubre 2025).- Ubicar cuándo nació el artista es difícil. La madre de José Alberto “El Canario” era bailarina y quizás se puede atribuir a la herencia. Además, la inquietud artística siempre estuvo, recuerda, pero el comienzo del desarrollo musical es claro: Puerto Rico.
José Alberto llegó a la Isla desde la República
Dominicana cuando era un niño de 7 años. Comenzó a tocar redoblante en la banda
de la academia militar donde estudiaba y, en la Navidad, se arrimaba a las
esquinas de Villa Palmeras, donde vivía, a cantar aguinaldos.
“¿Sabes quién fue uno de los artistas que se paró en
una de las luces y me dio un dólar? Chucho Avellanet”, relató.
Para el año 1973, estimó, cuando ya se había mudado a
Nueva York, comenzó a tocar batería en un “grupito de rock y soul”. Llegó a la
balada y, poco a poco, se adentró en la salsa.
“Hasta que quedé contagiado con este virus (salsero) y
ya tengo 50 años viviendo con este buen virus”, afirmó entre risas el artista a
EL VOCERO, quien celebra su medio siglo en el género de la salsa este año.
El día que se hizo solista, tras ser el cantante de La
Típica 73, todavía lo saborea.
“Junio 16 del año 1983 a las 7:00 de la noche salgo
con mi orquesta en el Club Broadway de la 96 y Broadway”, recitó como un verso,
mientras cerró los ojos.
Lo demás, han sido discos, escenarios, premios y un
sinnúmero de bailadores complacidos con su salsa romántica, pero siempre con cadencia
rimbombante.
“Yo fui uno de los primeros que comencé esa revolución
salsera romántica. Si era una balada, yo siempre le daba un toque para el
bailador. Siempre me mantuve en la salsa romántica, pero candente, bailable”,
expresó.
Precisamente, la canción que lo catapultó a la fama
fue “Bailemos Otra Vez”, una balada, compuesta por Rafael Pérez-Botija e
interpretada por artistas como Rocío Dúrcal y Lucecita Benítez, convertida en
salsa.
Fui uno de los primeros que comencé esa revolución
salsera romántica. Si era una balada, yo siempre le daba un toque para el
bailador. Siempre me mantuve en la salsa romántica, pero candente, bailable.
“Esa es la canción que yo diría que es el sello de
José Alberto, El Canario”, puntualizó.
Para desarrollar una carrera artística de 50 años de
relevancia no hay trucos. El salsero atribuye su pertinencia a varios factores.
“Tener persistencia, seriedad, amar esto y trabajar
incansablemente”, mencionó.
“Hay que ser persistente porque esto es una carrera
muy agotante y frustrante. Es una carrera que saca a cualquiera de lo que
quiere, por las piedras y las inconveniencias que se presentan en el camino”,
reiteró.
Con la conciencia de que ser artista es un caminar
cuesta arriba y la experiencia que le ha regalado su trayectoria, José Alberto
aconseja a las nuevas generaciones “seguir adelante incansablemente”, sin
distinción de géneros musicales. También, exhorta a poner la calidad por encima
de todo.
“Ya estamos en el sistema ‘marketing’ y es en todo, no
solo en la música. Todo es lo que te presentan, pero no quiere decir que hay
calidad detrás del producto”, dijo.
50
años más
José Alberto, durante cinco décadas, ha experimentado
con el reguetón, el bolero y el son cubano. Aun con todos sus clásicos, como
“Discúlpeme señora”, “Hoy Quiero Confesar”, “Mis Amores” y “Sueño Contigo”, el
salsero continúa su gesta artística y adelanta que se encuentra trabajando en
su primer disco completamente dedicado al merengue.
A la pregunta de qué lo continúa impulsando
creativamente, responde, “los 50 años más que faltan. Yo espero en Dios que me
dé 50 más, aunque sea en una silla de ruedas”.
Para celebrar los años logrados y los que faltan, El
Canario se presentará en el concierto “Los 50 de El Canario”, el miércoles, 26
de noviembre en el Coca-Cola Music Hall de San Juan. Los boletos están
disponibles por Ticketera.
Por GABRIELA MELÉNDEZ/El Vocero


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