Sergio Mattarella presidente de la República Italiana: convivencia y diálogo, antídotos contra la guerra
CIUDAD DEL VATICANO (14 Octubre 2025).- Una mirada a la actualidad internacional, el sólido vínculo entre la Santa Sede e Italia, la necesidad de redescubrir los valores que fundaron Europa, el papel de la Iglesia en Italia y su apoyo a los más débiles. Estos son los temas que el Presidente de la República italiana abordó en su discurso de saludo al Papa León XIV.
"Vivimos tiempos de grandes dificultades":
lo afirmó el Presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, en su
discurso en el Quirinal, "la casa de todos los italianos", ante el
Papa, a quien expresó "sentimientos de afectuosos buenos deseos" para
su magisterio. En el discurso del Jefe de Estado también hubo espacio para
"el recuerdo indeleble" del Papa Francisco y para el afecto del pueblo
italiano en particular por la acción de León XIV dirigida a la
"centralidad de la persona humana", la paz y el diálogo; una acción
que ofrece razones para mantener viva la esperanza jubilar.
Derechos
pisoteados
El contexto actual genera inquietud, destaca
Mattarella, se observa un debilitamiento de las instituciones en beneficio de
la lógica del más fuerte. «Dignidad y derechos de las personas, los grupos y
los pueblos —afirma— a menudo se pisotean». Lo que sumerge a Europa en la
inseguridad es el conflicto en Ucrania, que, cuatro años después de la agresión
rusa, sigue sembrando muerte y destrucción.
Dos
Estados, dos pueblos
También es grave la herida en Oriente Medio tras el
atentado terrorista del 7 de octubre de 2023, al que "siguió una reacción,
que superó -subrayó el presidente- no sólo los criterios de proporcionalidad,
sino también los límites de humanidad". "El alto el fuego en Gaza
-continuó- nos permite empezar a dar cobijo a la población civil, tan probada
por un brutal sufrimiento". Sin embargo, con la esperanza de que las
negociaciones de paz lleguen a buen puerto, es necesario "relanzar la
solución de un Estado para cada uno de los dos pueblos, la única capaz de
permitir la posibilidad de un futuro en el que todos -Israel y Palestina-
encuentren paz y seguridad".
Una
paz que nace del corazón
La verdadera paz nace en el corazón de los pueblos,
señala Mattarella. Sin embargo, hay muchos escenarios encendidos en el mundo,
por lo que hay que tener cuidado para que la opinión pública no se acostumbre y
"que el sufrimiento de millones de seres humanos no sacuda más las
conciencias". Está muy bien detener la violencia, pero es necesario
aspirar a caminos estables de paz porque son sobre todo los niños y los jóvenes
quienes pagan el precio de esto, a quienes se les arrebata el futuro. "A
menudo, quienes pagan un alto precio en las guerras son las comunidades
cristianas, que son blanco de ataques por el papel estabilizador y moderador
que tradicionalmente ejercen, sobre todo en Oriente Próximo".
Un
nuevo humanismo
"Es un cuadro alarmante, Santidad, que contrasta
con las aspiraciones de los ciudadanos de cada pueblo", subraya el
presidente italiano, en el que maduran fundamentalismo, marginación, pobreza y
desequilibrios. Es necesario desarrollar "un nuevo humanismo" frente
al desafío de la inteligencia artificial, persiguiendo el bien común, un cambio
de mentalidad, como exhorta la Dilexi te.
El
alma de la democracia
El Jefe del Estado italiano invita a recuperar los
valores de convivencia y diálogo que permitan frenar el miedo a lo desconocido,
a procesos como el cambio climático, las migraciones o el uso de las nuevas
tecnologías. Valores que en su día fundaron Europa y que constituyen el alma de
las democracias, y por lo tanto, la garantía de libertad, igualdad,
participación. "Todos antídotos contra la oposición irreductible, contra
los conflictos de todo tipo, contra la guerra".
Desterrar
la guerra
La democracia conduce a un futuro pacífico. Esto fue
subrayado por Pío XII, reiterado por los sucesivos Papas, y esto representa
"un llamamiento a desterrar para siempre la guerra como medio para
resolver las controversias". Un llamamiento que ve, señala Mattarella, en
León XIV "un nuevo incansable mensajero". La paz, como subrayó el
Papa desde la Logia de las Bendiciones, "comienza con cada uno de
nosotros: por eso es tan esencial desarmar las almas y desarmar las
palabras". De ahí el llamamiento a la política para que cultive el diálogo
y la comprensión mutua.
El
apoyo de la Iglesia a Italia
Por último, el Presidente Mattarella reconstruye las
relaciones entre la República Italiana y la Iglesia, que se basan "en un
marco de reglas compartidas y respetadas por ambas partes". Recuerda la
firma de los Pactos de Letrán y del Concordato que dieron lugar a una relación
sólida que generó cohesión entre el pueblo italiano. "La Iglesia católica
-afirma el Jefe del Estado- ha llevado a cabo y sigue llevando a cabo una
admirable acción en favor de las franjas más débiles de la población. Un
compromiso que se ha traducido en "obras sociales de gran valor, acogida a
los emigrantes, compromiso con la legalidad". Luego, para concluir,
sinceros buenos deseos al Papa "por un Pontificado fecundo y por el
bienestar espiritual y personal".
Por BENEDETTA
CAPELLI/Vatican News


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