MALAGA.- Tras la fiesta europea, la dura realidad del torneo
doméstico. El Málaga perdió la cuarta posición tras la derrota este domingo
ante el Espanyol, que aprovechó dos ocasiones que tuvo, en un partido en el que
los malaguistas acusaron el esfuerzo físico y psicológico de la Liga de
Campeones, y fueron una sombra de ese equipo que apabulló al Oporto.
El conjunto malagueño se presentó después del éxito
de la Liga de Campeones con cinco cambios en el once inicial con respecto al
que se enfrentó al Oporto con la inclusión de Lugano, Sebastián Fernández,
Camacho, Piazon y Santa Cruz, por Demichelis, Joaquín, Iturra, Baptista y
Saviola.
El Espanyol, que de los últimos nueve puntos solo
había conseguido uno, alineó por primera vez después de su retraso por la disputa
de la Copa de Africa al centrocampista nigeriano Wakaso.
Hubo minutos de tanteo al comienzo del encuentro
pero con una primera ocasión del conjunto españolista con un disparo desde
fuera del área de Verdú, que hizo intervenir al guardameta Willy Caballero.
El Málaga no despertaba ante un rival que tuvo en el
lateral derecho Mattioni un estilete que le ganó por velocidad a la defensa y
su lanzamiento lo despejó nuevamente Caballero.
El conjunto malaguista, a medida que transcurrían
los minutos, se fue entonando. Un remate de cabeza de Santa Cruz tras un saque
de esquina hizo intervenir a Casilla, y el rechace no lo pudo aprovechar
Lugano, ya que el balón lo sacó en la línea de gol el defensa Mattioni. Era el
minuto 18 y el primer acercamiento con peligro de los blanquiazules.
El Espanyol bajó su posesión de balón y ya no
llegaba tan fácil al área del Málaga, que dominaba pero sin ocasiones claras,
muchas imprecisiones y un empate sin goles al descanso en unos primeros
cuarenta y cinco minutos aburridos y escasos de fútbol.
El error de Caballero
Pero la segunda parte cambió nada más iniciarse con
un error de Caballero. Tras un saque de esquina de Verdú, no atrapa el
guardameta malaguista y Colotto aprovechó el fallo para empujar el balón y
adelantar al equipo españolista (minuto 48).
El letargo malaguista era notable y sin mucho
opciones para cambiar. El equipo estaba sin ideas ante un Espanyol bien armado,
jugando al contragolpe y sin pasar excesivo peligro. El técnico del Málaga
Manuel Pellegrini, hizo dos cambios, Duda y Joaquín, por Sebastián Fernández y
Piazon, apagados, para reactivar el juego.
No lo consiguió porque el Espanyol al contragolpe
era más veloz y en un centro de Wakaso, que se fue por la banda lo remató con
un toque exquisito Sergio García, adelantándose a la defensa y batiendo a
Caballero en el minuto 66. Era la sentencia ante un Málaga sin ideas y ramplón.
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